¿Amor a primera vista?
¿Eso era posible?
El amor a primera vista no existía, era ella que capaz sólo era una atracción física...
Lo único que sabían, era que se reconocieron al instante con el primer saludo.
"-Hola, bienvenida a la compañía LG. Mi n...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eso no estaba pasando, ¿cierto?
Delante de Chae no había ninguna castaña con carpetas en mano que la miraba fijamente con una pequeña sonrisa. No, claro que no, ella no estaba allí.
—Rosé, ¿cómo estás? Tanto tiempo. — Sonaba calmada después de todo lo que había pasado entre ambas.
—J-Jisoo, hola, eh, sí yo estoy bien, comencé a trabajar aquí pero no sabía que tú trabajabas aquí entonces no estaba enterada hasta el momento. —ChaeYoung murmuraba cosas sin sentido, su sola presencia la había puesto nerviosa, ella no quería volver a verla.
—Sí yo trabajo aquí desde hace unos meses, después de...de que tomáramos otros caminos encontré trabajo acá. —Rosanne la escuchaba y la miraba atónita, ¿enserio le hablaría siendo su ex? Ella no quería ni verla en pintura y ahora se le aparecía a la mitad de la noche y la saludaba como si nada.
—Ah, sí. —Hubo silencio por un minuto completo, totalmente devastador, pero para suerte de la rubia, Lisa apareció allí.
—Rosé, creí que te habías perdido o algo. —Con tan solo ver su sonrisa la tensión se esfumó para la menor.
—Sí, lo siento Liss, es que me encontré a...una conocida. —Respondió tímidamente llevándose una mirada de la castaña.
—Soy Jisoo, un gusto. —Se presentó de forma totalmente fingida a la mayor de las tres.
—Lo mismo digo, soy Lalisa. —Respondió con una sonrisa.
—Adiós Jisoo. —Saludó Rosé llevándose a Lisa de ahí y encerrándose en la oficina como momentos antes. Se permitió respirar una vez la puerta se cerró, ¿cómo se atrevía a siquiera verla a la cara? Estaba totalmente enojada con esa Kim.
—Gracias por el café, no tardes tanto la próxima vez, me preocupé que no supieras como llegar. —Rió la mayor.
—Entiendo, perdona. —Sonrió entregándole su café y tomando su propia bebida.
—Bueno, me quedan solo cinco fichas, ya termino y te llevo a casa.
—Bien, gracias. —ChaeYoung se distrajo un rato observando por el ventanal mientras pensaba que gracias a Lalisa podía pasar de página con Jisoo, pero si veía a aquella castaña solamente nervios e indignación era lo que sentía. Si no volvía a cruzarse con ella contendría la calma y estaría todo bien, sólo debía tranquilizarse.
—Terminé. —Casi grita Lisa, estaba feliz de haber terminado antes de las doce, bueno digamos que eran las once, no era mucha la diferencia pero algo era algo. —Vámonos.
Ambas rubias abandonaron el edificio y subieron al coche de la mayor dirigiéndose al hogar de Rosé. No sabía que podía llegar a tener tanta mala suerte en un día cuando la rueda del auto se desinflara con un bache en el camino.