Una chica de cabello negro estaba sentada en el comedor mientras tomaba un sorbo de su café y escuchaba con atención a la chica que se estaba preparando su desayuno.
-Dime, ¿qué piensas hacer?- volteo el omelette que se estaba cocinando-. Hace unos meses que te comenzó a interesar, ¿no?
-Pero tampoco es como si estuviera perdidamente enamorada de él, aparte es mejor dejarlo así, no pienso hacer nada- tomo un último sorbo de su café para lavar la taza y ver la hora en su reloj que se encontraba en su muñeca izquierda-. Tengo que irme a trabajar.
-Oye, estoy hablando enserio- la castaña vio severamente a la pelinegra, ambas miraban los ojos verdes de la contraria, pero la pelinegra no tenía ninguna reacción-. Y también sobre lo otro.
Ami regreso su mirada a su omelette que ya estaba listo, la pelinegra solo quería salir de ahí y olvidar lo que sentía por el tonto de Hawks.
-Lo mejor es que no se entere... no por ahora.
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-Hayami, felicidades- el alado le extendió un pequeño pastel de fresa con una vela en centro de este-. No puse la cantidad de tu edad porque se estaría quemando el edificio y no queremos problemas a primera hora del día.
-Eres un tonto, tú eres más viejo que yo- la chica le golpeó el hombro al rubio.
-Solo por un año- puso el pastel en su escritorio y la sentó a la albina en su lugar-. Pide un deseo- le susurro en su oreja, haciendo que un pequeño escalofrió recorriera todo su cuerpo.
Se relajó y vio con detenimiento la vela, como el fuego consumía poco a poco la vela. Cerro los ojos y le soplo a la vela.
-Muchas gracias, Hawks- se giró para verlo y dedicarle una sonrisa sincera haciendo que el alado se sonrojara levemente.
-Sí, no es mucho, pero...- se rasco la nuca mientras veía por otro lado, su rostro estaba levemente rojizo. Ya había pasado un tiempo desde que vio sonreír a Hayami así, para sus ojos se veía incluso más hermosa y lo hacía más fácil saber que él había causado eso.
-Es todo lo que necesito.
-¡Felicidades!- todos los compañeros de trabajo la felicitaron y le dieron su regalo, la albina agradecía a cada uno de sus compañeros.
Hawks veía a la chica con una sonrisa, todavía recuerda la vez que la encontró sentada mientras llovía, había cambiado mucho desde ese día.
FlashBack
-Puedes estar aquí sin ningún problema- el alado dejo entrar a la albina mientras ponía las llaves en una pequeña mesa que estaba cerca de la puerta.
-Gracias- su voz casi no se podía escuchar, se quedó parada mientras veía el departamento.
Fueron varios segundos de silencio hasta que se escuchó un ruido que provenía de la chica, su rostro estaba totalmente rojo.
-Debes tener hambre, ven- la agarro de los hombros y la empujo hasta llegar a la cocina-. Siéntate mientras te hago algo de comer, ¿quieres algo de tomar?
-Solo agua, por favor.
El rubio asintió con una sonrisa y le sirvió un vaso con agua, comenzó a sacar todo lo que necesitaba para cocinar, un sartén, jitomate, tabla, cuchillo, entre otras cosas. Hawks trataba de hacer la conversación a la chica, pero ella no platicaba mucho, menos cuando le preguntaba de donde viene, sobre sus padres, cosas más personales. En unas preguntas solo asentía o negaba con la cabeza, siempre se le hacía fácil al héroe poder comenzar una plática con alguien, pero la chica se lo ponía difícil y se le acaban las ideas para alargar la conversación, si es así como se puede llamar.
-Listo, dudo que sea lo mejor que hayas probado, pero espero que lo disfrutes- el alado puso el plato enfrente de la albina, un plato con verduras, arroz y un bistec en salsa de tomate.
La ojigris tomo los cubiertos, corto el bistec y llevo un pequeño pedazo a su boca, pequeñas lagrimas se asomaron por sus ojos y rápidamente los limpios.
-Esta delicioso, muchas gracias- la chica sonrió mientras seguía viendo la comida.
FlashBack
Después de unos segundos el alado suspiro y se fue a su oficina.
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Ya en la noche Hayami estaba caminando hasta llegar a un parque, entro y se fue a un pequeño puente, se sentó en este y veía como el agua pasaba debajo de sus pies y pequeños pétalos de sakura caían. Saco el pequeño pastel que le habían regalado, sonrió con un leve sonrojo y saco una cuchara para comenzar a comer del pastel.
Después de estar un rato más en el parque decidió ir a su departamento, subía lentamente las escaleras hasta llegar a la puerta de su departamento, pero vio una pequeña caja blanca y una camelia enfrente de esta. Las recogió y vio que había una pequeña nota.
"Para: Hayami"
Es todo lo que decía la nota, no tenía nada escrito por tras; abrió la caja y vio un hermoso collar con un pequeño rubí en forma de gota de agua, era un collar sencillo, como a ella le gusta. Se sorprendió por el regalo, ya que no había nadie que le diera algo así, especialmente algo tan caro; pero no pudo evitar estar feliz por el gesto de quien fuera la persona que lo dejo afuera de su departamento.
Guardo el collar y entro a su departamento, vio a Ami preparando la mesa con diferentes platillos.
-Buenas noches, cumpleañera- la abrazo con fuerza y vio la pequeña caja blanca que tenía en sus manos-. ¿Y ese regalo?
-No sé, estaba afuera- dejo sus cosas en el sillón.
-¿Un admirador secreto?- la chica la vio con picardía mientras seguía acomodando las cosas de la mesa.
-Ja, por supuesto que no, tal vez solo se le olvido poner su nombre. Pero la verdad no tengo idea de quien lo pudo dejar.
-Lo que tú digas, pero ya veremos si es mejor que mi regalo- le sonrió con arrogancia.
-Muchas gracias por todo, Ami, no sé qué haría sin ti- vio a la castaña con cariño.
-Bueno, es hora de festejar por tu vejez- le sirvió una copa de vino-. Por cierto, invite a cierto rubio.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Espero les este gustando y solo un pequeño aviso, haré unos especiales, pequeñas historias que no afectarán a la historia.
Se me ocurrieron y sentí que algunas son un poco tontas para incluirlos a la historia, pero aún así las voy a escribir.
Me imagino a Ami así:
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