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-Hawks, deja de empujarme- se quejó la albina mientras movía el control.

-Tú comenzaste.

-No es cierto, tú fuiste el que empezó.

-Te estoy diciendo que la primera vez fue un accidente, no quería quitarte del carril- se excusó el alado.

-Eres un mentiroso.

Los tres estaban sentados en el sofá mientras jugaban Mario Kart, en la mesa de enfrente se encontraba una ensalada, pollo, curry, pastel, cerveza y una botella de vino. La castaña agarro un pedazo de pastel y una cerveza mientras veía como se seguían empujando Hawks y Hayami en el juego.

-¿Saben? Solo gane porque los dos están peleándose- con un tenedor agarro un pedazo pequeño de su pastel y lo dirigió a su boca.

-Es la culpa del avestruz.

-Te dije que fue un accidente, no era mi intención.

Después de unos minutos Hayami llego en segundo lugar y Hawks en tercer lugar. Dejaron los controles a un lado y decidieron comer un poco más de lo que había en la mesita de la sala, la albina se sirvió una copa de vino y se sirvió un poco de curry, y el alado tomo una cerveza y un pedazo de pollo.

-Eso cuenta como canibalismo, ¿no?- comento la castaña, tomo otro pedazo de su rebanada y se la llevo a su boca.

-Todos me dicen lo mismo- le dio una mordida a su pedazo.

-De hecho, los halcones también comen otros pájaros, hasta comen halcones más pequeños- comento la cumpleañera, para después tomar un sorbo de su vino.

-¿En serio?- se sorprendió la de ojos verdosos.

-Sí, de hecho, les sacan los órganos y dejan el cuerpo sin cabeza- ahora había tomado un bocado del curry y vio cómo su amiga la miraba con una cara de disgusto-. ¿Qué? Pude lograr ver uno comer un pequeño pájaro.

-Bueno, ya se me quito el hambre- dejo el plato en la mesita para tomar un trago de su cerveza.

-Bueno, mi primer beso fue en segundo de secundaria, creo que se llamaba Haru y fue atrás de un edificio de la escuela- comento la castaña con la cara roja por la culpa del alcohol-. ¿Cuál fue el tuyo, Hayami?

-Creo que es mejor que dejes de tomar- trato de quitarle la botella, pero su amiga no se lo permitía-. Ami, dame esa maldita botella, ahora.

-Solo si contestas mi pregunta- se sentó en el sofá y veía como la albina estaba enfrente de ella con las manos de las caderas, la albina suspiro y llevo su mano a su cara. Sabía que su amiga era muy necia, especialmente cuando el alcohol se le subía. Ami le dio la botella y se acomodó en el sofá junto con Hawks.

-Fue en primero de preparatoria, se llama Nao y fue en el patio de su casa.

-¿Fuiste a su casa? Que pícara, Hayami- dijo su amiga con una cara pervertida.

-No es lo que piensas- se sonrojo hasta las orejas-. Somos amigos de la infancia, era normal estar en la casa del otro. Solo nos teníamos el uno al otro.

Hawks se tensó un poco, sabía que eso ya había pasado hace muchos años, pero solo pensar que ella este besando a otro chico, le disgustaba totalmente. Sabía muy poco sobre su vida antes de encontrarla debajo de la lluvia, siempre cuando preguntaba sobre sus padres, a que escuela fue, ella siempre cambiaba el tema o hacia que no lo escuchaba y eso lo frustraba, quería saber más sobre la vida de Hayami. quería conocerla.

En eso se escucharon unos ronquidos y los dos voltearon a ver dónde provenía ese ruido, era la castaña que se había quedado dormida en el sofá abrazando una almohada. La albina suspiro y comenzó a recoger todos los trastes que se encontraba en la sala, el rubio la ayudo y agarro un trapo para limpiar la mesa.

Otro camino (Hawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora