Un hombre alto y robusto entro a un cuarto oscuro, sucio y húmedo, se veía que era un lugar abandonado, las paredes estaban desgastadas, se veían varias cosas tiradas, que dejaban las personas que entraban, y la lámpara que colgaba en la pared no tenía foco. En una esquina se veía a una albina que estaba acostada, sus rodillas se encontraban raspadas, su ropa estaba sucia y en algunas partes rotas, como si se hubiera caído de un barranco. Su mirada solo se dirigía a un pequeño pedazo del techo que se había caído al piso.
El hombre se acercó a la chica y la agarró del brazo para levantarla con brusquedad, la albina soltó un pequeño quejido de dolor. Con el otro brazo la agarró del cuello y comenzó hacer fuerza, la chica abrió más sus ojos cuando sintió la fría mano del hombre apretando su cuello, con sus dos manos trato de quitar la mano del hombre, pero con la fuerza que tenía en ese momento, era inútil. Lagrimas salían de los ojos de la albina y apenas podía hacer ruido con su boca, aunque lo que ella trataba era gritar con todas sus fuerzas para que alguien lograra escucharla, pero era inútil.
-Me puedes entretener hasta que manden la recompensa que les pedí- el señor sonrió con maldad y de su bolsillo derecho del pantalón saco unas pinzas de metal multiusos-. Comenzando con esos colmillos molestos que tienes.
La albina se asustó más, se puso pálida como una hoja cuando vio las pinzas, las lágrimas no dejaban de salir y ella trataba de gritar.
-¿Sabes? La otra vez escuche que una forma de quitar el veneno a una serpiente es quitándole la cabeza, pero no sería muy divertido eso, todo va a su tiempo- guardo las pinzas en su bolsillo y le dio un fuerte golpe en el abdomen y dejándola caer del dolor, ella de inmediato agarro su abdomen donde había golpeado el hombre-. Todo será a su tiempo.
Con una sonrisa en su rostro deja la habitación. Hayami tosía mientras se acercaba lentamente a la esquina, que estaba antes, como si fuera la parte más segura de la habitación.
5 días antes
La albina salía de su cuarto mientras se peinaba un poco con sus manos y se hacía una coleta. Cuando llego a la cocina vio los trastes sucios y se quejó en voz baja, se le había olvidado lavar los trastes cuando saco las sabanas para Hawks. Tomo la esponja y se puso a tañar los trastes, era de las cosas que más odiaba, lavar una montaña de trastes sucios en la mañana.
Termino y se estaba secando las manos con una pequeña toalla, escucho un ruido de la sala, dejo la toalla y se acercó al sofá, vio al rubio dormido boca arriba. Un pie salía de las cobijas que apenas le tapaban el pecho, Hayami se puso a un lado y se agacho para verlo, le dio risa sus cabellos despeinados, como algunos estaban en su cara. Comenzó a jugar con uno de los mechones y veía las caras que hacia el rubio, tomo un mechón y lo acerco a uno de sus ojos lentamente para pasarlo y hacerle cosquillas, Hawks movió su mano para alejar lo que fuera que lo estaba molestando, Hayami se ríe y decidió dejarlo en paz, ahora solo examinaba su rostro tranquilo, pero cuando vio los labios del rubio, no pudo evitar ponerse roja, recordó lo que Hawks estaba a punto de hacer en la noche anterior. Sintió un cosquilleo en todo su cuerpo, pero no podía despegar la mirada de los labios del rubio, lo único que se preguntaba, ¿Hawks aun la hubiera besado si su amiga no hubiera interrumpido? Pero la verdad estaba agradecida de que su amiga lo hubiera hecho, era lo mejor.
Se levantó y se dirigió a la cocina para comenzar a cocinar el desayuno.
∆
Después de dejar tres platos con huevo y tocino en la mesa, se dirigió al cuarto de su amiga, donde dormía tranquilamente en el piso, como la habían dejado anoche, pero ahora estaba hecho bolita con su sabana. Agarro la orilla de la sabana y de un jalón se la quitó.
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Otro camino (Hawks)
Fanfiction¿Qué tiene de malo decidir tu propio camino? Las personas tienen que decidir lo que ellos quieren.