Otro camino (Hawks)

2

El restaurante era un poco elegante, un bonito lugar para una cita, la mesa tenía un mantel blanco sin ninguna mancha o arruga, en el centro de este se encontraba una vela encendida, como en todas las demás mesas.

La albina tenía las manos en la mesa esperando al chico, pasaron unos minutos y este todavía no llegaba, movía su pie derecho con desesperación, se escuchaba como su zapatilla tocaba el piso en un ritmo constante. Ahora veía con mucha atención su copa con agua, agarro la copa y lo movía de un lado de otro, observaba como el agua se movía como ella quería, de un lado a otro. En ese momento era su único entretenimiento, mientras veía a las parejas en las otras mesas, soltó un suspiro.

Después de unos segundos escucho a alguien que tomaba el asiento que se encontraba enfrente de ella. Alzo la mirada y vio a un chico pelinegro con unos hermosos ojos verdes.

-Lo siento, me dieron algo de trabajo cuando estaba a punto de salir- agarro la servilleta que tenía en el plato enfrente de él, la extendió y la acomodo en su regazo.

-No te preocupes, lo bueno es que ya llegaste- dijo con una pequeña sonrisa.

Pero por dentro estaba enojada, podía enviarle un mensaje o llamarla para avisarle, es algo que no le llevaba más de 5 minutos, pero la dejo esperando ahí por varios minutos. Lo más seguro es que algunas personas que la veían sola, es comenzaba a dar pena, porque creían que la dejarían plantada.

La albina decidió olvidar eso por un momento y mejor disfrutar de la cita.

∆

El alado estaba en su oficina leyendo unos papeles que tenía en su escritorio, pero su lectura fue interrumpida por la puerta, esta fue abierto por una ojigris con un folder en mano, que se dirigía a él.

-Buenos días, Hawks- se puso enfrente del escritorio del rubio ceniza.

-Buenos días, Hayami- recargo su codo en el escritorio- ¿Cómo te fue en tu cita? – su mejilla ahora se encontraba recargada en su mano y en su rostro había una pequeña sonrisa burlona mientras espera la respuesta de la chica que se tensó por la pregunta, pero le mostró una nerviosa.

-Digamos que... no fue la mejor noche que he tenido- tomo uno de sus mechones y lo puso atrás de su oreja con algo de nerviosismo. Hawks podía saber cómo le fue solo por su expresión, aunque no le dijera una palabra, pero durante el tiempo que se llevan conociendo pudo leer las expresiones y las acciones de la chica.

-¿Así de mala fue?- pregunto sin quitar su sonrisa burlona, haciendo que la albina se enojar un poco, ya que él había adivinado.

La chica suspiro.

-Llega tarde y ni siquiera me mandó un mensaje para avisarme, no tenía nada de modales. ¿Sabes lo asqueroso es de ver a alguien hablando con la boca llena de comida? Sus bromas eran pésimas y se reía muy fuerte por cada cosa que sucedía. Era desesperante- dijo lo último en susurro con un notable odio, que el alado pudo escuchar perfectamente.

El alado solo veía como la albina caminaba de un lado a otro mientras se quejaba sobre el chico de ayer, se alegró, por una extraña razón le gustaba que la chica se pusiera así, era algo... entretenido.

-Hawks- Hayami se quedó enfrente de él con las manos en su cadera-. ¿Por qué tienes esa sonrisa?

-Es divertido cuando te quejas- la chica se enojó y antes de que dijera algo, Hawks siguió hablando mientras se levantaba de su siento-. Dime, ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una buena cita?

-La verdad no sé, de por si no salgo mucho- la chica se quedó pensando-. Creo que la única cita decente que tuve fue la primera.

-¿Te acuerdas de tu primera cita?- pregunto algo curioso.

-Sí, fue una bonita noche, la verdad me divertí mucho- dijo con una sonrisa nostálgica. Algo que le dio un mal sabor de boca al héroe.

-Déjame adivinar, ¿te llevo en una limusina?

-Sí, ¿Por qué? - pregunto confundida.

-Eso es algo muy tonto y de niños- se recargo en su silla mientras ponía sus brazos atrás de su cabeza.

-Estaba en la prepa cuando eso paso- dijo algo enojada, no le gustaba que dijera algo así sobre la primera vez que salió con alguien.

-Aun así, es algo tonto.

-Tú no podrías hacerlo mejor.

-¿Es que acaso quieres que tengamos una cita? Yo haría algo mejor- una gran sonrisa apareció en sus labios, le gustaba que la chica lo retara, no era la primera vez y era divertido cuando el ganaba, aunque no siempre gana él.

-Nunca y lo dudo.

Hawks veía a Hayami como sus brazos ahora estaban cruzados, en eso se le había ocurrido algo y se acercó a la albina con una sonrisa más grande y confiado, algo que inquieto a la albina, tenía una idea de donde iba a acabar esto. Pero tenía que admitir que le divertida algunas cosas que le ha propuesto el alado, algo que nunca admitiría.

-Bien, hagamos esto, en una semana veremos quien atrapa a más criminales, si yo gano tendremos una cita.

-¿Y yo que gano?- pregunto con una sonrisa juguetona, le gustaba esa clase de apuestas.

-Pide lo que quieras, pero aun si pierdes estarías ganando una cita inolvidable conmigo, ese es un gran premio, el mejor que puedes tener.

-Eres un engreído- después puso un dedo en su barbilla mientras pensaba en su premio, pasaron unos segundos cuando se le vino algo a la mente-. Si yo gano tendrás que hacer todo el papeleo por una semana.

-Está bien, no habrá problema, porque ganare- extendió su mano- El ultimo día será el viernes a la tres de la tarde, tienes hasta ese día para tratar de ganarme.

-Hecho- tomo la mano del chico con decisión.

-Pero, te daré un poco más de ventaja- Hayami lo vio confundido- Te podrá ayudar uno que otra de la agencia, ya que sería muy injusto si solo somos los dos.

-Te vas a arrepentir.

∆

-¿Estas segura sobre esto?- le pregunto la castaña que estaba sentada en el sofá con una botella entre sus manos- La verdad no creo que puedas ganar.

-¿Estas dudando de mí?- le dolía que su amiga no creería que ella podía ganarle al héroe, pero tenía que admitir que tenía razón, él es alguien muy hábil y rápido, pero haría su mayor esfuerzo para demostrarle a Hawks que puede llegar a superarlo y quitarle esa sonrisa de superioridad de su cara.

Su amiga la vio con una ceja levantada, no apoyaba a ninguno de los dos, pero ya sabía bien quien de los dos perdería, aunque una duda la carcomía por dentro.

-No te preocupes, aparte me dio una ventaja- saco del refrigerador un recipiente- La verdad si solo fuera yo, no ganaría. Solo tengo que organizar bien todo.

-Si tú lo dices- se acomodó y prendió la televisión.