¿Quien eres tu?

Bastardo

Capítulo 26.

Todos posaron la mirada a la voz intrusa. Delante de sus narices estaban un montón de soldados apuntándolos y Pacifistas de última generación dirigidas por Melody. Zoro abrazo más fuerte Robin protegiéndola que temblaba por el frio. Todos estaban nerviosos excepto Luffy que sonreía con seguridad y superioridad. Tragaron en seco, nerviosos a la situación.

-No os marchareis de aquí y menos tú.- señalo a Robin. ¿Por qué no la podían dejar en paz?

-No os lo permitiré.-amenazo Zoro apunto de batallas pero el capitán se lo impidió.

-Ja. Si no podemos tenerte nos quedaremos con tu bastardo.- Zoro casi ataca. ¿Cómo se atrevía insultar a su hijo? Robin se lo impidió.-No entiendo como Daniel se enamoró de ti, pero miremos el lado positivo.-sonrió con superioridad. Todos lo entendieron. Si no podían con Zoro irían por su hijo.

-¿Dónde está Daniel?- pregunto Robin intentando retener sus temblores pero le era imposible. No le quedaba mucho tiempo para que el veneno terminara con ella.

-No entiendo por qué pregunta por él, pero te diré que no tengo ni idea.- saco un tarro de su bolsillo de color azul.- Creo que deberías preocuparte más por esto.

-¡El antídoto!-gritaron Nami y Chopper.

-Así es.- dejo caer entre sus dedos el pequeño frasco, Luffy estiro su brazo para cogerlo pero fue demasiado tarde. El tarro se estalló en miles de pedacitos dejando a todos boquiabiertos. – ¡Uy! Que torpe soy.- rio con malicia.

Robin libero una lagrima, no por ella, sino porque si no conseguía su cura, su hijo o hija moriría con ella. Le importaba poco su vida, le importaba más la vida de su hijo. Cuando le dieron la noticia de que no iba a conceder una criatura con su sangre, su mundo se le vino encima porque era lo que más deseaba, pero cuando Chopper le confirmo de que estaba embarazada lloro de felicidad, por tener dentro una vida que dependía de ella, y de miedo porque ahora era la mujer más buscada del mundo y necesitaba a Zoro. Era todo tan contradictorio, pero estaba feliz.

-Serás, maldita.- gruño Zoro.

-Zoro.- se asustó Robin. Los ojos del peliverde volvían a tener el color rojo de hace unos minutos.-Zoro, tranquilízate, por favor.- el peliverde con cuidado la dejo en el suelo siendo socorrida por Sanji, que la sujeto. –Zoro.

De un movimiento desvaino a Wado y en abrir y cerrar de ojo los soldados estaban en el suelo con varios cortes condenándolos a la muerte. Melody quedo impresionada y asustada, no le había visto, que velocidad. El sonrió al ver la cara de la chica. Tenía agradecer a Nana por mejorar su velocidad.

-Atacad.- ordeno a los pacifistas, pero un enorme puño detuvo a dos de ellos.

-Ni se te ocurra atacar a mis nakamas.- dijo Luffy quien fue el que ataco a los pacifistas. –Zoro.-el asintió. Estaba todo bajo control.-Chopper.- asintió.-Sanji.- el repitió lo mismo.-Marcharos. Nosotros nos encargamos de esta escoria.

-No podréis con nosotros.- chasqueo los dedos. Los miembros del CP9 aparecieron dispuestos.

-Brook.- nombro el capitán.- Encárgate del hombre jirafa….Franky. Tú de la traidora.-el asintió. Sabía los sentimientos de Franky y por pulso se ganó luchar contra ella.-Nami y Usopp encargaros de los demás.- asintieron resonando sus armas y los huesos. Estoy olía a pelea épica.

-Atacad.- grito las mechas azules. Todos se lanzaron a su objetivo sin temor y valentía demostrando que eran la futura banda del rey de los piratas.

Chopper cogió en brazo a la morena mientras Zoro y Sanji despejaba el camino con cuidado de que no atacaran a la chica, pero era el objetivo principal del enemigo. Ella, si no podía controlar a Zoro, el Arma Ancestral, capturarían a la morena para que diera luz a su hijo o hija y utilizar los poderes de Daniel para convertirlo en una Arma Biológica, como la leyenda. Al parecer no había sido inútil tanta planificación.