¿Quien eres tu?

Capítulo IV

Capítulo 4

Robin corría por donde pudiera escapar, lo más rápido posible. Corría muy rápido. Ella le dejaba atrás con una gran ventaja, por lo menos 3 metros. Zoro seguía sin entender por qué Chopper y Franky corrían detrás de ella. Empezaba a creer que solo era un juego, pero Zoro se fijó en el rostro de Robín. Le parecía que era hermosa y dedicada, pero al fijarse más, veía que estaba aterrada y que empezaba a cansarse. Zoro ya comprendió que no era un juego, ni nada por el estilo. Así que decidió intervenir. Robín seguía corriendo, miro hacia atrás para ver cuanta ventaja tenia, en ese momento Zoro aprovecho de que estaba distraída y con gran rapidez y sigilo se puso delante de Robín. Ella no se dio cuenta de que se iba a chocar con Zoro. Choco con el pecho de Zoro, pero antes de que hiciese contacto con el suelo, Zoro la cogió de la muñeca y tiro hacia él, para atraerla y abrazarla. La abrazo con dulzura y fuerza para que no se la volviera escapar.

-Chopper, Franky ¿A qué viene tanta persecución? ¿Estás bien?- pregunto mientras miraba fijamente los ojos azules de Robín.

Chopper le iba a responder a Zoro y explicarle lo que había pasado, pero fue interrumpido por Robín que empezó a moverse bruscamente.

-¡Suéltame! Déjame en paz. Te he dicho que me sueltes.- intentado escapar de los brazos de Zoro.

-¿Pero qué te pasa Robín? Es que no me reconocer- el intento que no se escapara de pero le costaba ya que no quería hacerla daño y ella estaba más violenta.

- No sé quién eres y no sé por qué me llamas Robín. Suéltame. Digo que me sueltes. Idiota.

Zoro y los demás estaban confundidos por lo que estaba pasando en esos instantes. Y más por lo que acababa de decir Robín. No era normal esa actitud en Robín, era como si no reconociera a ninguno.

- No, no te voy a soltar, ni ahora ni nunca, hasta que no sepamos lo que te pasa.- con una voz tranquilizante. Que hizo que Robín se tranquilizase.

- Por favor suéltame, por fa-Robín se desmayó, pero Zoro la cogió en brazos y puedo sujetarla.

- Robín ¿Qué te pasa?- Zoro empezó a preocuparse.

Zoro se quedó mirando el rostro de Robín. Le parecía que era una mujer delicada y hermosa. Se quedaría todo el día hay observándola, pero apareció Chopper con una jeringuilla.

- No te preocupes, Zoro. Solo le he puesto un tranquilizante. Se despertara dentro de una hora aproximadamente. Ahora me gustaría observarla y hacerle unas pruebas en la enfermería. Por favor, me podéis llevar a Robín a la enfermería.- ordeno Chopper.

- Trae Zoro, ya me llevo yo a la enfermería.- se ofreció Franky pero parecía más una orden.

Zoro al oír eso, recordó lo que le acababa de decir Nami sobre Franky y se negó. No quería separarse de Robín. Era su turno de cuidar de ella.

- Trae ya la llevo yo, a ver si la vas a despertar y la vamos a liar aún más. A demás seguro que con tus enormes manos la iba hacer daño.- en su rostro salía una sonrisa de que había ganado el.

Franky le daba una rabia enorme y ganas de darle un puñetazo al Marimo, porque sabía que había ganado esta batalla el, pero no había ganado la guerra. Y por qué no quería lastimar a Robín. Zoro se la llevo a la enfermería y detrás de el venia Chopper. La dejo con mucho cuidado en la cama y la arropo. Chopper empezó hacer las pruebas, mientras el espadachín estaba al lado mientras la agarraba de la mano. Estuvo todo el rato con ella, ya que le dijo que no la soltaría.

Paso media hora y por fin Zoro y Chopper salieron de la enfermería y dejando a Robín en la enfermería, para que pudiera descansar. Cuando salieron encontraron a todos en la puerta de la enfermería, muy nervioso por lo que le había contado Franky sobre Robín. Ya que había sido el que fue avisar a los demás de que Robín estaba bien.