Capítulo V

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Capítulo 5- Triple partida.

Sanji entro furioso en la cocina y detrás Nami para aclararle las cosas antes de que fuera tarde. Vio a Sanji de espalda, no quería que Nami viera como les salían las lágrimas de sus ojos y bajaban por sus mejillas.

-Espera Sanji, por favor.- creería la verdad. Una buena pregunta.

-Déjame, Nami. Ya he visto lo suficiente para saber que estaba en lo cierto. Estas enamorada de Zoro. Y me alegro por vosotros, espero que seáis felices los dos.- Empezó andar hacia la dispensa, pero se paró en seco cuando oyó a Nami empezar a llorar.

- No, no te enteras de que-intento explicarse, pero fue interrumpida por Sanji.

- Lo único que me duele es que no he podido conseguir que te enamores de mí. Yo que siempre te he protegido, que he sido atento contigo, que daría mi vida por ti. Y ni siquiera puedes decirme que estás enamorada de Zoro. Yo creía que por lo menos éramos nakamas. Seguro que lo sabe hasta Luffy. Por favor, Nami, vete de la cocina, no quiero que me veas así.- Sanji empezó a llorar como nunca.

- Idiota, idiota. No lo entiendes. No entiendes nada. Eres un idiota.- estaba furiosa.

Nami empezó a llorar, mientras se tapaba con las manos la cara. Sanji se giró rápidamente y fue hacia Nami. Cuando llego le toco con el pulgar la mejilla de su navegante para que tranquilizase. Quitó las manos de su cara y se quedó fija mirando a los ojos. Se hundió en ese flequillo que le parecía sexy y de sus ojos que le parecía los más hermosos del todo el universo.

- Lo siento mucho Nami, por lo que te dije esta mañana. Me arrepiento de haberte dañado antes. Pero espero que seas feliz con el Marimo.- se apartó de ella y dirigiéndose a la dispensa.

Salió corriendo hacia Sanji, coloco sus brazos alrededor de la cintura de Sanji y la atrajo a ella, apoyando la mejilla izquierda en su espalda. Él se quedó sorprendido y se quedó quieto y con la cabeza mirando hacia abajo.

- ¿Cómo puedes que no te hayas dado cuenta de nada? Sabes cuánto te he echado de menos. No sabes las veces que he pensado en ti durante estos dos últimos años.

-A qué viene esto, Nami.- se quitó las manos de su cintura. Cuando se pudo quietarse se dio la media vuelta y la sujeto de los hombros. Sanji miro los ojos de Nami y de hundió en esos ojos. Tenía la misma sensación que Nami.

- De que estoy segura, al fin.

-¿De qué?...- música de situación, por favor.

Nami interrumpió Sanji con un dulce beso en los labios. Se quedó con unos ojos como platos, pero a los segundos los cerros y le correspondió el beso, haciendo que ese fuese romántico e intenso. No querían separarse nunca de esos labios que tanto tiempo llevaban deseando saborear, pero se tuvieron que separarse por falta de oxígeno.

- Sanji estoy enamorada de ti, pero tenía mis dudas ya que parecía que no era una chica especial para ti, ya que tratas a todas las mujeres igual que a mí. Y bueno lo de esta mañana. Zoro me descubrió que estaba enamorada de ti y bueno, me ayuda a tener más claro mis ideas.

-Soy un completo idiota Nami. Yo también te amo, desde el primer día que te vi. Pero tenía miedo que te enamorases de otro o peor que te hiciese daño. Pero Nami tu eres mi vida y eres la única persona que me alegras todos los días. Eres inimitable. Lo pase mal cuando nos sepamos. Y quiero pedirte perdón por lo de

Nami le puso un dedo en sus labio y se volvieron a besar, pero esta vez con más ternura y más romántico.

Mientras en la enfermería salía Robín con un nuevo vendaje para que no se le infectase la herida ya que casi la tenía cerrada y no la iba a dejar marca. Robín salió a buscar a Nami pero, no la encontró por ninguna parte, así que decidió ir a la cubierta para que le diese el aire.

¿Quien eres tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora