QUIERO ALGO DE TI

Capítulo 1

Capítulo dedicado a:
PremiosGemasPerdidas

Aquí estoy sentado en el taburete de un bar de copas bebiendo un whisky detrás de otro como un imbécil queriéndome emborrachar para olvidar de algún modo la humillación que he recibido por parte de la mujer de la cual estoy enamorado hasta las costillas.

La conocí hace exactamente tres años y medio a través de su marido en una de las grandes fiestas que acudo por motivos de mi trabajo.
Nada más verla, me quedé hechizado por su belleza, su larga melena rojiza y su piel blanca como la nieve me cautivó al instante. Su mirada verde aceituna me atrapó rápidamente sintiendo una especie de conexión con ella.
Disimulé ante su marido porque no quería molestarlo tratando de esconder lo que me decía mi corazón.
Durante toda la fiesta hablé con Thaisa, ella era licenciada en derecho. Una mujer inteligente y hermosa.
Contra más tiempo pasaba con ella, más cautivado me tenía, tanto, que no pude contener las ganas de intercambiar nuestros números telefónicos.

Me desperté al día siguiente con un mensaje suyo.
Puedo decir que fue el mensaje que más feliz me hizo en mucho tiempo.
Sabía perfectamente el riesgo que supone mantener una aventura con una mujer casada.
Siempre con miedo de que alguien nos pudiera reconocer y su marido se llegara a enterar.
A pesar de tener que esconderme, aparentar normalidad cuando coincidíamos en algún evento, incluso luchaba por reservarme las ganas de tomarla y besarla.
Siempre he sido paciente enamorándome cada vez más de ella hasta que hoy, el mismo día que cumplo 34 años, me ha sorprendido con la noticia de que debemos de dar por finalizada nuestra aventura.

¿Cómo podía terminar de esa forma tan cruel conmigo?

Sencillamente porque ya se ha cansado de mí, sus promesas de querer divorciarse de su marido el cual le saca once años, para casarse conmigo eran inciertas.
Sólo era un pasatiempo para ella, un aventura donde ella jamás dejaría a su marido por estar conmigo para siempre.
Me había enamorado de ella como un tonto, incluso había dejado de interesarme por otras mujeres, simplemente porque quería demostrarle mi amor sincero y honesto.
Ninguna otra mujer ha logrado flecharme como Thaisa.

Y aquí sigo, pensando en ella sintiendo como mi vista comienza a ponerse algo borrosa.
Entonces escucho una voz que me resulta muy familiar, la ignoro.
No me apetece hablar con Alysa.
Un momento.
¿Qué hace ella aquí?
Me volteo para mirarla, al parecer lleva puesto un vestido de fiesta.

- Escucha Evan Zabat, llevo diez minutos observando como tomas como un loco sin venir a cuento. Levántate y vente conmigo. Tú fiesta de cumpleaños te espera.

- Alysa, déjame quiero estar solo. - Sí, soy un hombre el cual le han roto el corazón y no quiero dar pena. Prefiero estar solo sin que nadie me vea desahogando mis penas un vaso de whisky.

- Evan Zabat, te digo que hoy cumples años y la gente quiere verte de soplar las velas. O mueves tu hermoso trasero de ahí o me veré obligada a dejarte cojo.

- Alysa, estoy algo borracho. No sé cómo voy a llegar a la fiesta.

- Muy sencillo, súbete atrás en la plataforma que tengo instalada, agarrándote a la silla y te empujo.

- ¿Crees que debo fiarme de tí?

- Esa misma pregunta me la hago yo todos los días.

- De acuerdo. Me sentaré encima tuya y me llevarás.

- Tú lo flipas. Vas a ir andando. Y tienes tres segundos para moverte.

Aguanto la risa ante la advertencia de Alysa.
Ella es mi secretaria, asistente personal, la que me da dolor de cabeza, mi tapadera, la que miente a mis padres por mí...
En fin, es una mujer multiusos.
Y la adoro.
Por supuesto nunca se lo he dicho, es tal el desagrado y la tirria que nos tenemos, he llegado a pensar como sería un día sin ella.