Capítulo 27

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Bueno, bueno. Aquí vamos toda la sagrada familia dirección Tokyo.
Saludo a la tripulación, hablo con ellos unos instantes mientras una azafata acomoda a Alysa, Aarón y Rosi.
Una vez que está todo en su orden y cada uno estamos sentados en lo sillones correctamente el avión comienza a circular por la pista hasta despegar.
Miro Alysa, la cual está con los ojos cerrados fuertemente clavando sus uñas en el reposabrazos del sillón. Rosi intenta callar Aarón el cual se encuentra llorando.
Cuando ya podemos quitarnos el cinturón de seguridad, cojo en brazos a mi pequeño caminando de un lado a otro para tranquilizarlo.
Cuando ya he conseguido callarlo comienzo a jugar con él hasta que Rosi me dice que hay darle de comer.
Dejo que Rosi junto a la azafata se marchen con Aarón para aprovechar mi oportunidad e ir hasta donde sigue sentada Alysa arañando el sillón.

— Mi lady, ¿te da miedo volar? — Le lanzo la pregunta ofreciéndole un vaso de agua.

— Miedo no. Me da pánico. Hace años que no volaba en avión y no veas que miedo estoy pasando. — Ah no. Esto no puede estar ocurriendo. Ahora va resultar que las pastillas que traía para dormir a Rosi se las voy a tener que dar a ella. Si es que para que me molesto en hacer planes.

— Ven, dame tu mano y bésame verás como te vas aliviar.

— Tú eres tonto ¿Verdad?

— Alysa, trata de desviar tu mente para otro lado, si sigues pensando que te da miedo volar más pánico te va a entrar y hasta mañana no llegamos a Tokyo.

— Joder, y yo pensaba que estaba aquí al lado. Pero vamos que no puedo dejar de pensar que estamos a no sé cuántos metros de altura y si nos pasa algo. Tiemblo.

— Ven, déjame que te coja en brazos y te lleve hasta la habitación, allí podrás jugar con Aarón y Rosi y verás cómo dejarás de pensar en que nos vamos a estrellar.

Llevo Alysa hasta una habitación al fondo donde se encuentra Rosi terminado de cambiar al pequeñín.  Dejo Alysa encima de la cama, y tras hablar con ellas me marcho para un sillón para trabajar un rato.

— Señor Zabat, vamos a servir la cena. Las señoras ya están avisadas.— Me anuncia la azafata.

— De acuerdo, ahora mismo voy a por Alysa y usted puede traer mientras la cena.

Camino de nuevo hacia la habitación pero antes me paro en la puerta haciendo oreja. No soy cotilla, solo me interesa saber de que están hablando el par de Marias.

— Alysa, Evan se porta muy bien contigo y con Aarón, es un hombre tan bueno y hacen buena pareja. Yo creo que lo que se pelean se desean. — Rosi se echa a reír.

— Rosi deja de burlarte ¿sí? Yo no puedo llegar a más con Evan. Él... él es un hombre y yo no soy una mujer adecuada para él. Me da rabia, siento envidia cuando lo veo con otras mujeres que le dan lo que yo nunca  podré darle. Me duele no poder expresarle cuando lo deseo, y cuántas veces he soñado con...en fin ese es mi secreto.

— Lo amas ¿Verdad? — Se hace un silencio.
Alysa responde por favor, dime qué sientes lo mismo que yo. Por favor no te agobies y me cierres las puertas de tu corazón, te necesito y te amo.

Toco la puerta avisando de que la cena está servida. Sin decir nada, cojo en volandas Alysa para llevarla hasta la mesa.
Cuando me encuentro con su mirada pienso que es mejor perder el orgullo por ella, la cual amo intensamente antes que perderla para siempre por orgullo.
La siento en la mesa desviando mis ojos hacia Rosi la cual nos mira sonriendo asistiendo con la cabeza. Queriéndome decir: «Que sí Evan, que te se ve el plumero»
Comenzamos a cenar gastando bromas con Rosi hasta que de pronto me percato de cómo Alysa me observa en silencio.

QUIERO ALGO DE TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora