QUIERO ALGO DE TI

Capítulo 19

⭐⭐Capítulo dedicado a tod@s los lectores y en especial a mi amiga. GRACIAS.♥️♥️
villarrubia

_________Capítulo 19_________

Em-ba-ra-za-da. Pronuncio despacio intentando salir de mi asombro.
La miro como sonríe feliz a la vez que toda mi familia la abraza compartiendo su dicha.
Como un robot recién levantado me acerco hasta a ella para felicitarla, aprovechando para decirle muy despacio en su oreja: «Somos papás»

Me incorporo con una sonrisa pícara, sintiéndome victorioso al ver la cara desencajada de ella.
Continuamos con el brindis, mi madre para no ser vemos sale de la nada sonándose los mocos diciendo lo contenta que está por Alysa.
Y lo decepcionada que se siente con sus hijos por no darle un nieto.
Si supiera mi madre que ese bebé también lleva su sangre, fijo que la veo con una peineta bailando unas sevillanas.
Pero no puedo pronunciar palabra, debo guardar silencio haciéndoles creer a todos que se ha quedado preñá por inseminación artificial. Padre desconocido.

Me caguen en diez, no y no.
Salgo hacia el jardín muy enfadado. Debería sentirme feliz por Alysa.
Al menos ella ha podido lograr lo que más desea mientras yo trato de poner en orden mi vida.
No y no.
Hasta la sangre me hierve  al recordar que ese bebé es mío también.
Maldigo la hora en la que le hice prometer que sería nuestro secreto jurando no desvelar nada.
¿En qué demonios estaba pensando?

A mí encuentro viene mi hermana Sara con una copa y una botella de vino, me la ofrece comentando la buena noticia, ella está feliz, yo estoy que hecho fuego como los dragones.
Me bebo el licor de un trago estrellando el vaso contra el suelo.
Sí, estoy loco.
Se me ha ido el juicio, soy un cobarde y encima no puedo comentar lo que realmente me sucede.
Mi enfado lo achaco a una discursión mantenida con Carly, así se lo hago saber a mi hermana.
Sara me da su consejo como hermana, no le gusta para nada verme así.
Nos sentamos en un balancín hablando de nuestra infancia, de nuestros problemas terminando por bebernos la botella de vino y riendo a carcajadas.

Al terminar de cenar, llevo Alysa a mi apartamento.
Había esperado todo el santo día para hablar con ella.
Y aquí estamos de nuevo en nuestro ring improvisado, mirándonos como dos leones salvajes.

— ¿Cuándo pensabas decírmelo Alysa? — Empiezo hablando yo el primero evocando más mi furia.

— Ya te has enterado, que más quieres saber. — Hay una pequeña lucha de titanes y esta noche uno de los dos no va salir bien parado.

— Tengo derecho a ser el primero en haberme enterado de que estás embarazada.

— Sí claro, como no. ¿Con qué derecho te crees para venir a exigir me que deba de infórmate de mi vida? Ya hablé contigo desde su principio contándote mis planes.

— Soy el padre de ese niño, debo recordártelo.

— Te esquivocas Evan. Tú no eres el padre. Solo me prestaste tu semilla con la condición de que cada cual seguiría con su vida. Hay tienes a la profesora, haz tu vida junto a ella, porque yo voy a seguir con mi embarazo.

— No puedes hacerme algo así Alysa. ¿Qué nos ha pasado? — De pronto noto una inmensa tristeza al percatarme de no haber sabido hacer las cosas bien.

— Evan, yo siempre te voy agradecer todo lo que haces por mí. Pero esta decisión llevo pensándola mucho tiempo. Mírame y dime qué ves.

— Te veo a ti Alysa. — Una masa de nostalgia se forma en mi garganta.

— No Evan. Ya no soy aquella adolescente de quince años que conociste. Atrás quedaron esos momentos que vivimos juntos, fueron muy especiales y los mejores de mi etapa. Pero al igual que me enamoré por primera vez de un hombre, tú fuiste el primero en encárgate de romper mi corazón, llevándote todas mis ilusiones, hasta mi corazón partido estuvo llorando por ti. No supe nada de ti durante años. Te escribía cartas para saber de ti pero no eran contestadas, no podía preguntar a tu familia para no levantar sospechas. Estuve años esperándote Evan. Pero me cansé de esperar, de llorar, de vivir amargamente por alguien que no valoró mi amor.