Capítulo 47

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- Vaya forma de pasar nuestra luna de miel - dijo Luhan, que se encontraba recostado en la cama junto a Sehun.

La mañana había llegado rápido, los chicos estaban realizando sus actividades, a excepción de ellos que se habían quedado en casa para vigilar de Tao y Kris los cuales seguían dormidos.

- En cuanto esos dos despierten te prometo que no iremos de luna de miel a donde tú quieras - le aseguro Sehun y después besaba con ternura su frente.

Quizá estar encerrados de esa forma no era lo mejor para dos personas que recién acaban de casarse pero ellos no eran normales de todos modos y primero que nada estaba el bienestar de su familia, porque sus amigos eran parte de ella.

- Iré a preparar algo para comer, tú ve a ver cómo están esos dos.

Luhan con toda la fuerza de voluntad que poseía se levantó de la cama y seguido por su ahora esposo salieron de la habitación separando sus caminos para ir a la cocina y el otro a la habitación que compartían sus amigos.

Los demás chicos estaban en sus rutinas como todos los días, al menos es los que había paz y tranquilidad, Algunos en la escuela y el resto en la cafetería.

La noche anterior habían decidido que se turnarian para cuidar de Tao y Kris, ese día les había tocado a ellos, Sehun entró a la habitación y observo a su amigo el panda dormir tranquilamente, no pudo evitar sonreír con algo de nostalgia y pena, su amigo siempre llevaba la peor parte, parecía ser que la desgracia lo seguía de alguna forma, suspiro antes de dirigirse hacia donde Kris dormía, desde hace algunas horas que la fiebre le había comenzado y no parecía querer disminuir, quitó el paño de su frente y lo remojo en el agua que estaba en la mesa de noche, le quitó el exceso y volvió a colocarlo sobre su frente.

Estaba preocupado, si el amargado de Kris no despertaba su amigo podía no hacer lo tampoco, aunque muy en el fondo también estaba preocupado por el chico alto pero eso no lo iba a admitir.

- Ya está la comida - dijo Luhan entrando a la habitación y se acercaba también a ver el estado de su amigo.

Sehun asintió pero no sé movió de su lugar, quería ser de más ayuda pero todo parecía indicar que nada de lo que hicieran funcionaria, todo estaba en manos de Kris y su fuerza de voluntad.

- Van a despertar, confía en el - le consoló su ciervo mientras lo abrazaba con cariño - Kris es muy terco y no se dejará vencer.

- Eso espero, los necesitamos de vuelta, a los dos.

.

Kris sudaba a mares mientras corría con todas sus fuerzas, su respiración agitada y sentía a su corazón latir demasiado rápido, el golpe de adrenalina en esos momentos era lo único que le permitía seguir aunque ya no pudiera.

Ni de pedo dejaba que esa bestia enorme lo alcanzará.

Desde que escucho esos terribles gruñidos comprendió que debía escapar sin importar nada, comenzó a correr aún cuando la tierra temblaba bajo sus pies, se cayó unas cuantas veces y las heridas en sus rodillas y manos lo confirmaban.

Un puto y jodido Dragón de color rojo cenizo, dientes afilados y enormes, ojos violetas y unas garras que eran capaces de destrozarlo en segundos era lo que lo perseguía.

Pero una cosa era segura, no iba a morir ahí, no podía, necesitaba ver a su panda de nuevo, verlo a salvo y sonriente como siempre.

El simple hecho de recordar a su amado lo hizo perder la concentración por unos segundos y fue lo peor, tropezó con una piedra haciéndolo caer con fuerza contra el suelo y dando algunas vueltas por la velocidad con la que corría quedando a unos cuantos metros de la bestia que cada vez está a más y más cerca.

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