Que pasa si una depuración en el país se sale de control, haciendo que dure días....
Un chico se muda a Estados Unidos para estudiar sin saber lo que ocurrirá dos días después de que se mudó.
-tienes dos opciones,matas o te matan-
-jikook
-acción
-a...
El supermercado estaba sumido en una oscuridad sepulcral, sin luces que iluminasen los pasillos, con cuerpos caídos y escombros esparcidos por doquier. El silencio era pesado, roto solo por el eco lejano de sus pasos y el roce de las cosas rotas. No era un lugar bonito, pero en medio de todo, solo importaba una cosa: sobrevivir y encontrar comida.
Namjoon había pedido ir con Jimin a buscar ropa y algo para beber.
—Parece que no hay nadie... —suspiró Namjoon, con la mirada inquieta recorriendo el lugar.
Jimin lo miró, con una mezcla de ternura y melancolía en sus ojos.
—Mi hermano me dijo una vez que los suspiros son el aire que nos sobra por alguien que nos falta —susurró, con voz suave.
Namjoon asintió, conmovido.
—Tu hermano tenía razón... —dijo, apretando la botella de agua que sostenía.
Jimin tomó un sorbo, bajando la mirada.
—Supongo que has perdido a mucha gente a la que amabas, ¿no? —preguntó, con voz casi quebrada.
Namjoon negó con la cabeza y luego agitó su cabello.
—No... y si fuera así, creo que no soportaría tanto como tú —respondió, esbozando una pequeña sonrisa triste.
Jimin lo miró intrigado.
—¿Cómo sabes eso?
Namjoon sonrió con un dejo de complicidad.
—Kook me cuenta todo sobre ti... Nunca lo había visto tan feliz.
Jimin sintió que un calor dulce le invadía el pecho y respondió con una sonrisa tímida.
—¿En serio?
—Sí —asintió Namjoon—. Ese chico está enamorado de ti, sin duda alguna. Ha estado solo desde muy pequeño, sufrió maltrato, acoso, golpes... Tanto que se cerró a todos, incluso a sí mismo... hasta que te conoció.
La confesión flotó en el aire, dejando a Jimin cabizbajo.
—Yo también lo amo... pero soy algo... especial —murmuró, con miedo en la voz—. Bueno, creo que los hombres no pueden hacerlo —bajó la mirada, mordiéndose el labio—. Y tengo miedo de que Kookie lo descubra y me deje.
En ese momento, Jungkook apareció a su lado y lo abrazó con suavidad.
—¿Dejar a quién? —preguntó, apretando su mano con ternura.
Jimin quiso responder, pero antes de que pudiera decir algo, Namjoon se adelantó.
—Las cosas están listas, hay que irnos antes de que venga alguien —dijo firme, alejándose para dejar a la pareja a solas.
Jungkook miró a Jimin, tomando su mano.
—¿De qué estaban hablando? —preguntó con cuidado.
Jimin vaciló, intentando encontrar las palabras.
—Am... bueno... —titubeó.
—¿Hay algo que quieras decirme? —insistió Jungkook, apretando su mano para darle confianza.
—Sí... v-verás, yo p-puedo qued...
—¡Viene más gente! No creo que quieran que eso pase aquí... así que vámonos —interrumpió una voz, la de Hobi, acercándose apresurado.
Jungkook se giró hacia Jimin, con ojos llenos de preocupación.
—Perdón, Jiminie... Me puedes contar lo que sea cuando todo esto se calme —le susurró con sinceridad.
Jimin asintió, devolviendo una sonrisa esperanzada.
—Sí, está bien.
Todos subieron a la camioneta y esta arrancó con un rugido firme. Taehyung sabía que debía ser extremadamente cuidadoso al salir de la ciudad; un solo paso en falso y podrían terminar su recorrido para siempre.
—Este es el plan —dijo Jungkook con voz firme—. Yoongi y Namjoon nos cubrirán la espalda si algo sale mal. Hoseok y Taehyung, manténganse atentos al camino. Jimin y yo estaremos juntos. Y mataremos a cualquiera que se interponga en nuestro camino.
Llegaron al borde de la ciudad. El silencio era inquietante, como si el aire contuviera un secreto oscuro.
—No podemos pasar con la camioneta —dijo Jungkook mientras se colocaba la máscara—. Al otro lado nos espera otro carro. Tomen todo el equipo, armas y suministros que puedan.
Hoseok señaló con ironía unos árboles cercanos.
—Hay cámaras en esos dos árboles... cómo cuidan su seguridad —dijo con una sonrisa cargada de sarcasmo.
Yoongi, con su arma lista, agregó:
—Les damos diez minutos para llegar al otro vehículo...
—¿No hay más tiempo? —preguntó Jimin con ansiedad.
—Las balas no van a alcanzarlos —respondió Yoongi—. Corran.
Jimin, Jungkook, Taehyung y Hoseok saltaron de la camioneta y comenzaron a correr con toda la fuerza que les quedaba. En el aire ya se escuchaban las voces y el ruido de armas de la gente armada que se acercaba.
Yoongi apuntó con su arma y murmuró casi para sí mismo:
—Presiento que no le podré decir a Tae que lo amo...
Namjoon soltó una sonrisa decidida.
—Amigo, llegó la hora de salvar a nuestros compañeros —dijo con firmeza—. Por fin seremos los héroes que de niños soñábamos ser.
—Entonces, hay que empezar —respondió Yoongi, cargando su arma con determinación.
Mientras tanto, los demás ya habían llegado al carro donde Hoseok tomó el volante. Arrancó a toda velocidad, dejando atrás el caos.
—¿No van a volver? —jadeó Jimin, sin aliento.
—No —respondió Jungkook, con la voz seca y seria.
—Pero ellos...
—Nos salvaron —intervino Taehyung, apretando la mandíbula para contener las lágrimas.
Jimin bajó la mirada, sus ojos reflejaban la tristeza y el miedo.
—¿A ellos no les importa? —preguntó en un susurro.
—Llorar no va a cambiar nada —dijo Taehyung, su voz apenas firme.
Ambos hombres mantuvieron la mandíbula tensa, resistiendo el impulso de dejar caer las lágrimas. El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, pero su luz no tenía la calidez de antes. No era el brillo que solía llenar sus días.
¿Podría todo alguna vez estar bien otra vez?
"Piensa antes de actuar, porque puedes perder lo que más quieres."
Les gustaría tener bendiciones presentes en este fic??
Las amo!! Nos vemos pronto❤❤❤
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