Capítulo 1

9.6K 515 158
                                    

Cómo todos los días, me desperté a las 7 de la mañana, me di una ducha rápida y cuando salí me vestí con unos jeans negros, una blusa azul de manga corta y mis amadas converse de color negro; dejé mi cabello suelto y salí de mi habitación para dirigirme a la cocina para comer algo, ya que la noche anterior me había acostado sin comer nada, pero antes de llegar a la cocina escuche una voz femenina que llamaba a mi padre, iba a decirle que mi padre no estaba en casa pero antes de poder decir nada, llegó Pepper, la asistente de mi padre y la mujer a la que considero mi madre, decidí entonces que era mejor esperar un poco antes de revelarme ante ellas, así que me escondí tras una pared un poco alejada de la cocina, que era mi destino.

— Tú debes ser Pepper Potts— Dijo la voz de aquella mujer, quien era obvio que se sentía superior a Pepper, cosa que hizo que me molestara muchísimo.

— Así es— Le respondió amablemente a aquella mujer — Aquí está su ropa, ya está lavada y planchada; afuera hay un auto esperando para llevarla a dónde quiera— Agrego Pepper, aún sin perder su tono de amabilidad.

Estaba a punto de seguir mi camino a la cocina cuando escuché una vez más la voz de aquella mujer que empezaba a fastidiarme.

—Después de todos estos años, Tony aún te envía a recoger su tintorería— Dijo aquella mujer, y por el tono de voz que uso podía imaginar que tenía una sonrisa en su rostro.

—Yo hago todo lo que el Sr. Stark requiere incluyendo, a veces, sacar la basura— Le dijo Pepper, y esboce una gran sonrisa al asomar un poco mi cabeza desde donde estaba y ver como a aquella rubia se le borraba la sonrisa de su rostro.

Decidí entonces salir de mi pequeño escondite y mostrarme.

—Tú debes ser la hija de Tony— Me dijo mientras me miraba de pies a cabeza.

Camine al lado de Pepper y voltee a ver a aquella chica que Pepper había insultado educadamente para luego finalmente hablar.

—Así es, soy su hija, solo venia a saludar a Pepper— Dije para darle un beso en la mejilla a Pepper como hacia todas las mañanas y empecé a caminar a las escaleras que me llevarían al taller de mi padre, pero antes de desaparecer del campo de visión de ambas dije unas últimas palabras — Muchas gracias por sacar la basura Pepper— Dije para empezar a bajar las escaleras.

Mientras bajaba las escaleras pude empezar a escuchar la música que papá había puesto a todo volumen, cuando estuve en la puerta y JARVIS me dejó entrar al taller vi a mi papá trabajando en uno de sus autos.

—Buenos días papá— Le dije mientras me acercaba y le daba un pequeño beso en su mejilla.

—Buenos días pequeña— Dijo él sin despegar la vista de lo que estaba haciendo — Llegas en un excelente momento porque necesito que me ayudes— Me dijo.

—Espera un momento, ¿El gran Tony Stark me está pidiendo ayuda? — Le dije con un tono entre sorpresa y burla.

—Niña, no tengo todo el día, ¿Me vas a ayudar o no? — Me contesto con un tono de fastidio.

—Siempre he disfrutado ayudarte papá, no tienes que enojarte— Le dije.

Estaba ayudando a papá con su auto, cuando de repente llego Pepper y el volumen de la música bajo a menos de la mitad. Después de que Pepper y mi padre discutieran, nos fuimos a cambiar para poder ir al aeropuerto.

—Oye Happy, una carrera— Desafió mi padre al tío Happy mientras salíamos de casa.

El tío Happy asintió y se subió a su auto, fue cuando papá me dijo que me subiera rápido a nuestro auto para poder empezar la carrera. Cuando llegamos al aeropuerto papá y yo nos bajamos del auto y unos cuantos segundos detrás de nosotros estaba el tío Happy.

—Pensamos que te habíamos perdido ahí atrás Happy— Le dijo papá

—De hecho, lo hicieron, tuve que tomar un atajo— Dijo el tío Happy. Papá y yo solo nos miramos y sonreímos por el comentario de Happy.

Mientras más nos acercábamos al avión al que teníamos que subir, más molesto se veía el tío Rhodey.

—Tres horas, tres horas me han tenido esperándolos aquí parado— Dijo el tío Rhodey molesto.

—Lo siento, le estaba dando una entrevista a Vanity Fair— Le contesto papá.

—Hola Kate— Me dijo el tío Rhodey finalmente percatándose de mi presencia en el lugar.

—Hola tío Rhodey— Le dije con una sonrisa.

— ¿No podías hacer que tu padre viniera hace tres horas? — Me pregunto molesto.

—No, tampoco me hacía muy feliz seguir órdenes, después de todo, creímos que cómo era nuestro avión iban a esperarnos— Le dije en un tono muy tranquilo.

Noté cuando Rhodey se volteó para ver a mi padre y luego hablarle.

—Lindo carácter, ¿De quién crees que lo haya sacado? — Le dijo Rhodey a papá con un claro tono de sarcasmo.

—Definitivamente lo saco de su lado materno— Le dijo papá para finalmente entrar al avión.

—Si claro, es todo un misterio— Dijo Rhodey siguiendo a papá.

Cuando entramos al avión me puse mis audífonos y me puse a leer uno de los tantos libros que me gustaban mientras Rhodey y papá iban contándose algunas historias mientras las azafatas bailaban sensualmente para ellos con la música que había puesto mi padre unos minutos antes.

[...]

Llegamos a Afganistán sanos y salvos, los militares nos recibieron muy bien y aunque la mayoría de los ahí presentes no quería que yo estuviera ahí, incluido mi padre, no tuvieron de otra que soportar mi presencia porque yo había ayudado a papá a construir aquel misil que íbamos a presentar.

—Con ustedes, el Jericó— Dijo papá y yo presione el botón para que aquel misil saliera disparado, la base del Jericó lanzo unos cuantos misiles a las montañas que estaban muy alejadas de donde estábamos nosotros.

Papá se mantuvo firme en su lugar sin voltear a mirar lo que había creado, desde donde nos encontrábamos se pudo observar como las montañas caían estrepitosamente provocando una ola de viento con algo de tierra que logro que papá se moviera unos cuantos centímetros y algunos gorras de los militares salieran volando.

La hija de Tony Stark (I) [Wattys 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora