Capítulo 7 - Pensamientos constantes

468 72 3
                                    


Pete le dió las gracias a la enfermera antes de seguir sus pasos hacia la estación de la enfermería, esperando ver inconscientemente a alguien allí. La adrenalina se había disipado en ese momento, y el dolor sordo constante que resonaba de su codo lesionado estaba anestesiado por sus expectativas a medida que aumentaba su ritmo. Sin embargo, todavía se aseguró de ser amable con su brazo vendado porque no le gustaba el dolor, ni físico, ni emocional. 

Habían menos personas alrededor del área de espera en este momento, así que habría sido fácil detectar a Ae. Desafortunadamente, Pete no lo vió. 

"Disculpe", le preguntó Pete a la enfermera detrás del escritorio, "¿recuerda al hombre con el que vine aquí? ¿Por casualidad vió a donde se fue?

La enfermera mostró un signo de reconocimiento y asintió con la cabeza.

"El joven se fue no mucho después de que recibió el tratamiento". 

Una repentina punzada atravesó el pecho de Pete, quién rápidamente retrocedió unos pasos. Quería reírse de sí mismo. Por supuesto, Ae se fue a casa, quien en su sano juicio se habría quedado esperando a alguien que ni siquiera conocía. El hecho de que Ae incluso se ofreciera a llevarlo al hospital fue más que cualquier otra cosa que cualquier persona hubiera hecho. 

Sin embargo, Pete no podía mentirse a sí mismo y decir que no esperaba más. ¿Más qué? Incluso él no lo sabía. 

"Aquí está el papeleo", la enfermera le pasó un paquete a Pete y le entregó un bolígrafo, "y si pudiera firmar aquí.. y aquí, por favor". 

"¿Cuánto le debo? ¿Para el tratamiento?"

La enfermera negó con la cabeza, con una sonrisa maternal.

"Ese joven se ocupó de ello. Sólo necesitamos que firme y diga que está siendo dado de alta". 

Pete se quedó allí mirando a la mujer por un rato, con la mente apurada por los pensamientos. ¿Ae pagó por él? La sensación de vacío en su pecho se llenó de calidez y Pete realmente no sabía qué decir. 

"Era muy insistente", continuó la enfermera, "no estábamos seguros de cuál sería su tratamiento, pero dijo que era lo mínimo que podía hacer por casi matarlo. Creo que tenía otra emergencia y tuvo que irse, pero parecía estar muy reacio a irse así". 

Con cada palabra que escuchó Pete, sintió que sus mejillas se calentaban, y esperaba que los que lo rodeaban no pudieran verlo sonrojarse ante las acciones de Ae. Era casi cómico lo rápido que su estado de ánimo se había recuperado, con tan sólo unas pocas palabras simples. En lo que respecta a Pete, la enfermera podría estar inventándolo todo, pero era suficiente para él. Ae parecía el tipo caballeresco. 

"Gracias". Pete firmó los documentos y se los devolvió a la enfermera. 

Su cuerpo flotaba después de eso. Pensar en Ae pagando por él y querer quedarse atrás, incluso cuando lo necesitaban en otro lugar, era suficiente para mantener a Pete cálido durante todo el camino a casa. Ya habían taxis estacionados fuera del hospital, por lo que fue un viaje fácil y rápido para Pete. 

Muchas cosas habían sucedido, sus emociones estaban en tantos lugares diferentes en un lapso de dos horas, que Pete ni siquiera estaba seguro de si estaba despierto o si todo esto era un sueño. 

En un momento, estuvo en su punto más bajo, sus propios pensamientos oscuros se adelantaron a su mente, con los ojos nublados, que casi tuvo un accidente. Afortunadamente, ese accidente resultó ser inesperadamente bueno, al encontrarse con un hombre directamente de un cuento de hadas, un príncipe en la vida real, encantador. 

Pete casi se sentía mareado, impidiendo que se riera, era un hombre muy grande e incluso en la seguridad de su hogar, no permitiría tal infantilidad. Con eso dicho, él rodó alrededor de su cama, su almohada encerrada en un abrazo de oso entre sus brazos, mientras seguía pensando en Ae. 

Un pensamiento triste pasó por su mente, el hecho de que probablemente nunca volvería a ver a Ae. La posibilidad de toparse con Ae otra vez estaba más allá de lo que Pete podría fantasear, así que no lo hizo. Estaba contento con el pequeño recuerdo de su breve encuentro. 

Incluso el dolor superficial de su codo fue un bonito recordatorio de que Ae era real. Pete apartó todos sus malos pensamientos, quedándose dormido con una suave sonrisa en su rostro. 

Office Romance by Chance (Traducción)Where stories live. Discover now