Office Romance by Chance (Traducción)

Capítulo 26 - Sentimientos desbordados [Flashback]

Notas del Autor:

Lo siento por la espera... y no tengo ninguna  buena excusa pero...
1. Soy una mierda en smut...
2. Seguí postergando al escribir el smut...
3. Escribí Pero... no esperes demasiado¿?
4. Me entristece que el programa haya terminado... (;'༎ຶД༎ຶ')
(Más notas en alguno de los capítulos siguientes)

Notas de la Traductora:

- Si no has leído ningún Capítulo incrustrado antes, puedes seguir normalmente.
- Si ya has leído éste Capítulo al pie del Cap. 22, puedes saltártelo continuando con el siguiente.

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- FLASHBACK - 

Hace unas semanas atrás....

Pete estaba en el infierno y en el cielo, todo al mismo tiempo, si eso era posible. Para su total incredulidad, había pasado más y más tiempo con Ae y no podía ser mejor que eso. 

Claro, todavía tenían sus reuniones de almuerzo casi todos los días y sus mensajes de texto habían aumentado significativamente, pero las reuniones adicionales después del trabajo o fuera del trabajo estaban jugando con la salud mental de Pete. 

Los mensajes de texto le daban tranquilidad. Pete podía tanto escribir como enviar stickers por LINE, ya que el no estar en persona con Ae en realidad le ayudaba a Pete a aumentar su coraje y permanecer abierto a todas las posibilidades. Además, la forma en que Ae le enviaba los mensajes de texto, muy focalizados a los hechos y llegando al punto de cada cuestión, era, al menos para Pete, una faceta diferente de Ae y que de hecho Pete disfrutaba mucho de conocer.

Los encuentros para almorzar también eran algo que le hacían sentir seguro. Se daban en un lugar de trabajo, profesional, con sus atuendos de trabajo e incluso con la etiqueta que llevaba el nombre de "Ae" agregada a la fachada. Algunas veces se reunían en un área mucho más pública, donde otros trabajadores podían verlos antes de dirigirse a la privacidad de la oficina de Pete, pero la mayoría de las veces, Ae simplemente iba a su oficina con la bandeja de comida, como un relojito, a la hora indicada.

De todos modos, ambas formas de interactuar daban a Pete seguridad porque le permitían mantener sus sentimientos bajo control. Los mensajes de texto tenían una extraña niebla de anonimato, incluso aún aunque ellos se conocieran en persona, y el entorno laboral también le permitía a Pete mantenerse enraizado en el crudo hecho de que, al final del día, él era el jefe de Ae. 

Pete sentía estar rompiendo una norma sagrada por albergar sentimientos hacia Ae. No sólo Ae era heterosexual, para peor de males, era su subordinado, su empleado, y este hecho hacía sentir a Pete muy mal consigo mismo por mantener estos sentimientos incipientes por quien es en realidad, sólo su amigo. Éso era Ae. Un amigo. Pete se sentiría un gran idiota si llegaba a arruinar esta increíble amistad que estaban cultivando mutuamente. 

No obstante, esta ilusoria "seguridad" se fue a pique cuando Ae y Pete comenzaron a reunirse fuera del horario y lugar de trabajo. Fue entonces cuando Pete se dió cuenta de que estaba jodido. Lo supo al descubrir que le era imposible no enamorarse de este chico, con lo gentil y cuidadoso con que Ae lo trataba. Sin importar lo que estuvieran haciendo, los ojos de Pete subconscientemente buscarían a Ae y se quedarían disfrutando de la vista frente a él.

¡Demonios! Pete se sentía tan ridículo que casi le compró a Ae una tienda completa, tan sólo porque Ae dijo que ésa era su lugar favorito. No le preguntes a Pete qué fue lo que le hizo llegar a esa irrisoria propuesta, simplemente pasó que cuando vió lo felíz que se veía Ae cuando entraron a aquella pequeña tienda de recuerdos deportivos, Pete simplemente no pudo pensar con claridad. Hizo un gran esfuerzo para mantener la boca cerrada mientras observaba a Ae probarse esas nuevas espinilleras, sin que este joven futbolista caiga en cuenta en ningún momento de las cosas que estaban empezando a fraguarse en el corazón de Pete.

A Ae le encantan los deportes, especialmente el fútbol, y en una cierta noche, Ae dió un gol directo al arco del corazón de Pete, más de lo que Pete podría tolerar o considerar saludable. Él había invitado a Pete a que lo viera jugar aquella noche, y Pete regresó a casa luego de aquello, muy excitado, a la vez que molesto y enojado consigo mismo. 

Ae esa noche se veía... tan despreocupado y juvenil jugando, corriendo por el campo, y penas llegó a casa, Pete se sintió muy mal por usar esa imagen para desagotar lo que aquellos pensamientos oscuros le habían demandado.

Pero ésto no fue el final. 

Ae lograba hacer que una simple ropa casual fuera tan elegante que resulte "dañino" para los sentidos de Pete, y sí... Ae se vestía casual cuando se encontraban fuera del trabajo. Pete odiaba los momentos en que Ae podía derivar fácilmente sus salidas después de horas, al apartamento de él y de Pond, lo que hacía que Ae se pusiera más ropa informal, lo que hacía que a Pete le resulte imposible apartar la vista de este hombre, por más que lo intentara. 

Pete casi tuvo un infarto cuando vió a Ae sin camisa. Había venido aquella vez a recoger a Ae para ver juntos una película y, de alguna manera, terminó esperando a Ae en su casa, conversando cómodamente con Pond. Sin embargo, todo ese confort fue arrojado por la ventana en el instante en que Ae salió de su habitación con sólo unos vaqueros negros que se ajustaban perfectamente, y nada más.

Ae había estado buscando la camisa que Pond había usado, y como nunca parecía regresar, ambos hombres discutían regresando a la habitación de Pond para buscar la ropa que faltaba, pero Pete realmente no prestó atención a gran parte de esa conversación, porque estaba tratando con gran esfuerzo de respirar normalmente.

Fue después de aquello, que Pete comprendió y se admitió a sí mismo que ya había ido demasiado lejos. Había tratado de ser respetuoso con Ae, pero sus emociones lo estaban arruinando todo para él. Un simple enamoramiento estaba bien, pero lo que sentía por Ae era mucho más que eso. Pete nunca ensuciaría a Ae de esa manera, Ae no merecía ser visto así, especialmente por otro tipo. Pete tenía que detener todo aquello. 

Después de una rápida reprimenda consigo mismo, Pete decidió que la mejor manera de poner fin a todos sus sentimientos, era minimizando sus interacciones con Ae. No importaba cuánto lo amara y buscara con la mirada a Ae, Pete ten{ia que poner una barrera respetable entre ellos, por el bien de ambos.

Afortunadamente, el trabajo se reanudó e imposibilitó que se reunieran de nuevo los fines de semana. Ae lo aceptó y fue comprensivo, inclusive hasta le ofreció su apoyo y le inspiraba ánimos, a través de aquellos pequeños mensajes de texto y stickers, que hacían reír a Pete durante sus largas reuniones. 

No obstante, la mente  de Pete se había nublado tanto por Ae que hasta casi olvidó sus otros problemas, entre ellos.... Trump. Por esa razón, cuando Tin lo llamó una noche, diciéndole que mantuviera abierto su horario de almuerzo al día siguiente, Pete se tomó un tiempo para reconocer cabalmente lo desilusionado que antes se había sentido por aquella fallida y peligrosa relación con Trump. 

De hecho, Pete se había sorprendido tanto de cómo estaban operando en él sus propios  "nuevos" sentimientos, que casi se había olvidado de responder al texto de Ae. Le dolía mucho no poder almorzar con el hombre, pero Pete realmente necesitaba ser un adulto y poner fin a sus problemas, antes de poder permitirse comenzar a resolver sus nuevas emociones. 

- FIN FLASHBACK -