Al día siguiente, Eva se levantó.
Durante el tiempo que había estado allí, pensaba que había hecho cosas duras. Había estado prisionera, había sido apartada de su familia y mentida a la cara. Había entrenado duro, resuelto misiones y encontrado su paz interior. Había logrado convertirse en shek y salvar a Aedion de entre las llamas. Había mirado a los ojos a Elodie sin temblar (este acto le parecía especialmente valioso).
No obstante, levantarse aquella mañana y recordar lo que había ocurrido la noche anterior fue muchísimo peor que todo. Nada más abrió los ojos, parpadeó un par de veces para orientarse, con la inocencia propia del sueño. Unos segundos después, al acordarse de lo sucedido por la noche, se sintió tan mal que su visión parpadeó. Le dolía el pecho, en la zona de los pulmones y el corazón, como si, de repente, hubiera caído sobre ella un gran saco lleno de rocas.
Tuvo la necesidad de cerrar los ojos y volver a dormir plácidamente, para no enfrentar la realidad, al menos de momento. Eso es lo que hubiera hecho un cierto tipo de persona: se despertaría horas más tarde, con el mismo peso en el alma y tendría que salir de su tienda y afrontar el mundo demasiado rápido.
Sin embargo, Eva no era de este tipo de personas. Su modo de ser, al igual que el de otra mucha gente, era luchador. Sentía la necesidad de hacer que esa angustia cesara, pero con el sueño solo lograría retrasarla. Por eso cogió todo el mal que tenía en el corazón y lo guardó en una caja imaginaria en su mente. Esto, por lo menos, sirvió para que pudiera continuar con su vida.
Se vistió con ropa de entrenamiento y salió de su tienda. No quería dirigirse a la zona donde practicaban, ni al lago ni a las otras tiendas; no quería ver a nadie. Se internó en el bosque, hasta que ya no supo dónde se encontraba, con paso decidido. Sacó unos cuchillos que llevaba en el cinturón y respiró hondo. Abrió la "caja" y dejó salir toda su amargura.
-Lo siento, flora- murmuró al aire.
La rabia se adueñó de ella.
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Sheldar se despertó tranquilamente. Parecía que hubiera estado sumido en suave y profundo sueño, aunque no podía recordar por qué. De hecho, tampoco estaba seguro de acordarse de dónde se encontraba. Sus ojos le revelaron los interiores de una tienda, con unas camas de helechos, en una de las cuales estaba tumbado él.
No había nadie más en el lugar, aunque, claramente, no era porque le hubieran dejado esa tienda a él solo. Había unas prendas de ropa por aquí y allá, y unas botas. Le dolía la cabeza, a medida que su mente se iba llenando de pensamientos, como cuando se hace una grieta en un dique y el agua se va escapando, poco a poco.
¿Algo sobre una reunión con él? No. No había estado solo. Otros gobernantes... Debían haberles capturado. Recordaba a una chica de pelo marrón y mirada escalofriante. Sí, ahora estaba todo más claro. Los prisioneros debían de estar fuera, con sus captores, y, por alguna razón, estos no habían considerado oportuno llevar a Sheldar con ellos.
En cierto modo, le molestó. Durante toda su vida (particularmente, desde que había heredado el trono de Vanissar), la gente le había infravalorado por ser el menor de "la Alianza de los Cinco", como se llamaba al conjunto de los gobernantes de Nandelt. Había personas que habían intentado arrebatarle la corona, e incluso asesinarle, creyéndole débil.
Sheldar solo podía confiar en sí mismo desde hacía tiempo. Y mirar al pasado dolía demasiado.
Con la cabeza un poco más despejada, se levantó y abrió la puerta de la tienda. Salió a un bosque, y se sintió completamente desorientado. Había tenido que estudiar mucha Geografía para convertirse en rey, pero, salvo que fuera de noche o estuviera en una posición alta, no podría identificar su posición. Sin embargo, si tenía una oportunidad de escapar, debía aprovecharla. Volvería con ayuda para salvar a los demás.
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Memorias de Idhún: Hexágono
FanficErik y Eva han crecido en la Tierra, de espaldas a su verdadero mundo. Sus padres no les han revelado nada y ellos no sospechan, hasta que en la adolescencia, se empiezan a mostrar en ellos poderes y experiencias que exigirán la vuelta a Idhún...