ᴇxᴛʀᴀ ɪ

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❝I'm completely in love with you.❞


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Nervios, eso era todo lo que sentía Zoella Ross en aquel momento. Podía sentir sus manos sudar y temblar al igual que sus piernas, estaba a unos minutos de casarse y también sentía que estaba a unos minutos de devolver lo que comió la noche anterior. Soltó un suspiro y cerró los ojos en un intento por asimilar todo lo que estaba por ocurrir, puesto que no solo estaba a punto de casarse, sino también de convertirse en reina de un lugar maravilloso y único, definitivamente se encontraba abrumada porque no era eso lo que esperaba que sucediera en su vida, en su cabeza tenía la idea de que a su edad estaría trabajando en lo que le gusta o viajando, pero casada jamás, tampoco era como si se arrepintiera de lo que sucedía, estaba feliz.

Tomó varias bocanadas de aire mientras con su mano jugaba con la tela de su vestido, solo el sonido de unos golpes en la puerta la sacaron de la ensoñación en la que se encontraba debido a lo que iba a pasar.

— ¿Estas listas?

Zoe abrió los ojos y dirigió su mirada hacia la puerta donde Peter Pevensie se encontraba con una sonrisa en su rostro, ella se miró una última vez en aquel espejo y asintió con seguridad, caminó hacia él y tomó de su brazo para juntos emprender camino hacia donde se llevaría la ceremonia.

— Aun puedo pedir un caballo para que te saque de aquí. —murmuró luego de verla apretar una parte de la tela de su vestido, el ceño fruncido de Zoe se posó en Peter.

— Estoy nerviosa, no arrepentida.

— Solo era una sugerencia. —sonrió mientras la empujaba de manera juguetona— Todavía podemos huir juntos.

— ¿Por qué querría hacer eso?

— Porque soy más guapo que Ed. —ella soltó una pequeña risa antes de ser detenida a medio camino— Todo va a salir bien, estoy aquí para evitar que caigas.

— ¿Y si caigo?

— Te voy a levantar. —respondió y ella sonrió— Aún que también voy a reír por lo torpe que eres.

— ¡Que caballero!

Peter sonrió. — Eres parte de mi familia, mi otra hermana menor y voy a protegerte siempre que se me permita hacerlo, ahora será mejor que nos apuremos o Edmund se volverá loco.

Zoella volvió a reír y asintió, ambos caminaron a través del pasillo hasta llegar a la enrome puerta que los separaba del jardín, Peter volvió a posar la mirada en la figura de la menor para comprobar cómo se encontraba y no pudo evitar sonreír al verla dar varios brincos en el mismo lugar mientras hacía movimientos parecidos a los de un boxeador antes de pelear.

— Bien estoy lista, hagamos esto. —exclamó haciendo que una carcajada resuene en los pasillos.

Las puertas se abrieron dejando ver no solo la decoración que Lucy se encargó de hacer, sino también a la persona con la que iba a unir su vida. Para siempre sonaba atemorizante, pero mientras caminaba hacia Edmund, para siempre sonaba de todo menos atemorizante.

Sus manos se aferraron unos segundos al brazo de su rubio acompañante antes de suavizar su agarre y dejar que la mano de Peter la guiara hacia la de su hermano. Peter no pudo evitar sonreír por milésima vez al ver que la mirada de Edmund ni siquiera se posó en él, en todo momento sus ojos no se desviaron de su futura esposa.

Sin embargo, no podía culparlo, aún bajo la duda que su hermano tenía hacia ella, él siempre la estuvo vigilando, Edmund aseguraba que era por pura desconfianza, pero Peter sabía que era por algo más y se alegraba de que fuera ella quien se uniera a su familia, después de tantos años no podía imaginarse a nadie más compartiendo con su hermano menor.

Ni siquiera el mismo Aslan podía imaginar algo diferente a lo que sucedía frente a él, era difícil pensar que aquella sonrisa nerviosa que se posaba en el rostro de Edmund mientras deslizaba un anillo de plata en el dedo de la fémina no fuera para ella, lo mismo ocurría con Zoella, por más increíble que sonara ambos habían estado destinados a encontrarse.

En esta vida o en otra.



─ ✦ ─



La música resonaba por cada rincón del castillo, la felicidad que todos sentían ante los acontecimientos de aquel día era único. La ahora reina soltó una carcajada mientras bailaba al compás de la música junto a la menor de los Pevensie, sin percatarse que a lo lejos cierto azabache la miraba con una sonrisa en su rostro. La tozuda y divertida castaña lo enamoró completamente, sabía los riesgos que ese sentimiento le traería, pero no le importó en lo absoluto cuando en una de las tantas noches juntos la beso demostrando que la quería más que una simple amiga. Edmund no podía estar más feliz de haber unido su vida a la de ella.

Por otro lado, Zoella dejo de bailar y enfocó su mirada en él, le dio una sonrisa y una pequeña reverencia solo para molestarlo, sabia cuanto odiaba que lo tratara así, lo vio rodar los ojos, pero también lo vio sonreír, Zoe se disculpó con Lucy y se acercó a su esposo quien la recibió gustoso entre sus brazos.

— ¿Qué haces aquí? He bailado más con Peter que contigo.

— Tampoco es como si no te haya arrebatado de mi lado.

— ¿Celoso?

— ¿Debería? —cuestionó y Zoe solo se encogió de hombros.

— Siempre creí que Peter era muy guapo, su cabello rubio, sus ojos, ¿has visto su sonrisa? Te quita el aliento. —comentó de manera burlesca logrando que él alzara una ceja ante sus palabras.

— Suenas como si estuvieras enamorada.

— Es por qué no me has escuchado hablar de mi esposo. —explicó— La primera vez que lo vi fue el idiota más grande del mundo, quería golpear su rostro. —Edmund rodó los ojos aun así no pudo evitar sonreír al ver una sonrisa sincera formarse en el rostro de ella, sus ojos brillaban y sus mejillas obtenían un ligero color rosado mientras intentaba observar a otro lado en lugar de a él a la vez que recitaba cada una de las cosas que la habían llevado a aquel momento.

Porque la verdad era que no importaba las veces que Zoella dijera que Peter era atractivo, su atención siempre estuvo en el muchacho de cabellos oscuros y sonrisa encantadora, podría haber un centenar de personas atractivas y aun así ella seguiría eligiendo al mismo chico que intentaba tirarla de uno de los balcones del castillo.

Las manos de Edmund sujetaron el rostro de Zoella e hizo que lo mirará logrando que guardara silencio, el rostro de él se acercó lentamente al de ella hasta poder juntar sus labios, en uno de los tantos besos que ambos esperaban compartir al largo de su vida.

Unos pétalos comenzaron a caer sobre ambos terminando con el beso, la mirada de los dos se posó sobre sus cabezas ante el tacto delicado que hacían al caer sobre ellos, la mano de Edmund paso del rostro de Zoella hacia su mano para comenzar a bailar, ella río suavemente cuando la hizo girar para luego atraerla a su pecho, donde se quedó escuchando el latir de su corazón.

— Estoy completamente enamorada de ti, Edmund Pevensie.

— Lo sé. —susurró antes de dejar un beso en cabeza— Yo también estoy completamente enamorado de ti.




── ✦ ──

sweet night by v

Tempo ➳ Edmund PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora