❝Both belong to this earth now.❞
Zoella sabía que la idea de Caspian de dejar con vida a Miraz era tonta, cuando hablaron él dejó en claro que no quería ser igual a él, pero ella pensaba que aquello no era lo más inteligente que podía pensar el príncipe. Por un momento llegó a pensar que en el segundo que lo tuviera sumiso frente a él no dudaría en clavar la espada en su pecho y cobrar venganza por su padre, pero ahora mismo se dio cuenta lo benévolo y estúpido que era Caspian al dejarlo vivir, pues a los pocos minutos de aquella decisión una flecha se clavó a un costado de Miraz provocando que todo se saliera de control.
El grito de Peter le provocó un escalofrió que no pasó desapercibido por los narnianos a su lado, una pequeña sonrisa se posó en el rostro de la reina antes de girarse hacia uno de los faunos.
— Creo que si necesitaré ese arco. —el fauno a su lado le extendió el arco que fue rechazado hace un rato. Las primeras piedras comenzaron a caer frente a ellos, un suspiro salió de entre los labios de Zoe al ver a las tropas enemigas moverse. Le dio una rápida mirada a Susan y golpeo el arma con su mano— Espero hayas sido buena profesora.
— Soy la mejor. —exclamó antes preparar su arco y dar la orden al resto de arqueros.
— Presumida. —susurró con una sonrisa mientras colocaba la flecha en su sitio y se preparaba para la siguiente orden de Susan, la cual no tardó en llegar.
La lluvia de flechas se extendió frente a sus ojos, algunas de ellas terminaban en el cuerpo de alguno de los soldados y otras en cualquier lugar menos en el que debían estar. Zoe sabía que la pelea era un método de ganar tiempo, pero habían dado demasiado tiempo y ahora necesitaban que Lucy y Dylan regresarán junto a Aslan antes de que siguieran perdiendo más vidas.
Volvió a tensar el arco dispuesta a soltar la flecha al aire cuando una de las piedras cayó a su lado provocando el derrumbe de la superficie en la que se encontraba, su cuerpo cayó hasta una de las piedras que cayeron de la estructura.
— ¡Zoe! —escuchó el grito de Edmund, la mencionada alzó su mano en señal de estar bien y suspiró, su brazo se había raspado y tenía otros golpes que no mostraban ser graves.
— Solo quería ir a comer y ahora estoy siendo atacada por piedras gigantes. —musitó con molestia, se levantó aun quejándose del dolor de su brazo y parte de su cuerpo por el impacto, observó hacia abajo, no era una gran altura por lo que simplemente lanzó el arco al suelo y luego su cuerpo cayendo sin ningún rasguño, acomodó su cabello y sonrió— ¿Qué? Mi sueño siempre fue ser animadora.
─ ✦ ─
Dylan había estado tan cerca de ser atravesado por algo puntiagudo una vez cuando salió junto a sus amigos a una cafetería. Zoella retó a Madison Reed, integrante de su grupo de amigos —aun cuando ella no era del agrado de la chica Ross—, a jugar a los dardos, Zoe era buena, pero Madison era un total peligro con ellos y en medio de su juego él fue al baño, al regresar el dardo se clavó a un lado de su rostro provocando la risa de todos los presentes al ver la expresión en su rostro.
Quizá fue aquella experiencia que no le hizo sorprenderse al ver una de las flechas incrustada en el tronco detrás de él. Miró a ambos lados antes de seguir por el camino al que se dirigió Lucy. Unos pocos hombres los persiguieron y este obligo a la menor a adelantarse mientras él aseguraba encargarse de ellos. Lo había logrado por supuesto, pero tenía miedo de que alguno haya perseguido a la chica Pevensie.
A unos metros de él vio la silueta de ella, pero el sentimiento de alivio se vio afectado cuando detrás de ambos un caballo junto a un soldado aparecía, no podía defender a Lucy si seguía cabalgando por lo que su idea era detenerse, pero a unos pasos más adelante un enorme león se detuvo.
— ¡Lucy! —gritó al verla caer del animal. Detuvo a su caballo bajándose rápidamente y corrió hacia la nombrada. Ambos miraron al enorme animal saltar hacia el soldado de Miraz— ¿Estas bien?
— Si... —susurró, se levantaron del suelo y caminaron en dirección al león, bueno, en realidad Lucy lo hizo, Dylan solo la siguió por miedo a que este hiciera algo aun que un sentimiento de seguridad lo invadió al verlo.
Dylan escuchó a Zoe hablar de Aslan y lo majestuoso que era, a pesar de que ella no lo había visto tantas veces, las historias de los hermanos sobre aquel león la dejaron ilusionada sobre dicho personaje y ahí estaba él maravillado viendo al león abrazar a Lucy.
— ¡Yo sabía que eras tú! ¡Siempre lo supe! —dijo emocionada— Los demás no me creyeron, bueno, Dylan sí.
— Después de lo que he visto sería tonto no hacerlo. —comentó y le pareció ver una sonrisa en el rostro de aquel animal.
— ¿Por qué eso les impidió acudir a mí? —ambos humanos se miraron.
— Perdóname. Tenía miedo de venir sola. —susurró Lucy— ¿Por qué no te mostraste? ¿Por qué no viniste a salvarnos como la otra vez?
— Las cosas nunca pasan dos veces del mismo modo, querida.
— Si hubiera venido antes, la gente que murió, ¿lo habría podido evitar?
— Nunca podemos saber lo que hubiera pasado. —explicó— Pero lo que va a pasar es otra cuestión.
— ¿Nos vas a ayudar? —preguntó.
— Claro, ustedes van a ayudar.
— ¿Cómo lo haría? —susurró Dylan, pero fue escuchado por ambos— Quiero decir... yo no pinto en nada aquí, no sé qué hago aquí en primer lugar.
— Este es tu lugar desde ahora, hijo de Adán. —exclamó— Ayudarás a liberar a Narnia, así como lo está haciendo tu amiga, ambos pertenecen a esta tierra.
— Quisiera ser más valiente. —susurró Lucy luego de mantenerse un segundo en silencio al pensar en cómo sus hermanos y cuñada peleaban por Narnia.
— Si fueras más valiente, serias una leona. —dijo antes de levantarse— Ahora, yo creo que tus amigos ya durmieron bastante, ¿no?
El león soltó un rugido y Lucy sonrió. Dylan quien se había mantenido callado procesando en las palabras que dijo el animal salió de su ensoñación al sentir el piso moverse debajo de sus pies.
— Oh por Dios, creo que voy a desmayarme.
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Tempo ➳ Edmund Pevensie
Fanfic❝Algún día, te veré de nuevo. ❞ Edmund Pevensie / the chronicles of narnia Fanfic Credits: queenjayceofnarnia ¦tumblr¦ Todos los derechos reservados © 2018