Capítulo 9

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-No me lo puedo creer - vocifera Luis - este es mi deseo y lo mejor te lo llevas tú, no es justo.

-Haber estado más atento, ¿qué quieres que te diga? - le contesto de mala manera porque ya me esta cansando.

-¿Pero entonces para que servía el colgante? - pregunta Félix para intentar calmar las aguas.

-Sirve para pedir un deseo, puede ser un objeto o un poder, o algo, pero solo uno - le respondo.

-Genial - dice Félix con una gran sonrisa.

-De genial no tiene nada, eso debería pasarme a mí, no a ti - refunfuña Luis.

-¿Estarías contento si te digo que ni Félix ni yo tocaremos una caja hasta que tú consigas un poder?

-Sí, estaría algo contento.

-Pues bien, ni Félix ni yo tocaremos una caja hasta que tú tengas un poder, y ahora, ¿podéis decirme lo que ha pasado mientras estaba fuera?

-Claro, no hay problema - dice Félix - creemos que estamos en la pelí de Sinsajo.

-¿La uno o la dos? - pregunto.

-A tanto no sabemos, pero si creemos saber donde estamos, estamos en el distrito 12, bueno en el bosque que lo rodea.

-¿Ya han muerto?

-Por desgracia sí - dice Félix agachando la cabeza.

-Entonces estamos en la dos - suelto un suspiro, esta no es mi parte preferida de la saga.

-Si tú lo dices, yo no me acuerdo mucho.

-Ni yo, directamente no me gusta la saga - es cierto a mi hermano no le gusta la saga, igual que mama.

-¿Habéis encontrado algo?

-No, nada de nada.

-Porque todo lo bueno lo encuentras tú.

-Luis no empieces - le riñe Félix.

-No pasa nada, es lo bueno de tener un súper oído - digo sonriendo, a lo cual Luis se enfada y yo ruedo los ojos - ¿Habéis ido a la ciudad?

-No, queríamos esperar a encontrarte - responde Félix mirando de mala manera a Luis.

-Bien, pues ya estoy aquí, podemos ir.

Nos encaminamos a la ciudad, el viaje fue tranquilo, ninguno hablo, y solo se oía ruidos provocados por animales o el viento. La verdad era muy relajante en mi opinión, creo que esto también a relajado a Luis, al menos no se le ve tan enfadado.

Llegamos a la ciudad y es como lo recordaba de la pelí, todo destruido y las calles llenas de los cuerpos, o mejor dicho de los huesos de las personas que vivían ahí, es tan triste y desolador, no es lo mismo verlo en la tele que verlo frente a ti.

-Esto es horrible - dice Luis con clara tristeza.

-Sí, sí que lo es - le digo.

-Terminemos cuanto antes, porque dudo poder resistir mucho tiempo aquí - Félix tiene razón, este paisaje te estremece el corazón.

Fuimos entre las ruinas, todo estaba destrozado, nada había en pie.

-He encontrado algo - grita Félix, y Luis y yo vamos para allá, al llegar vemos una caja - como dijo Alix, toda tuya Luis.

Luis sonríe y toca la caja, esta emite una luz que nos ciega, sabes estoy a favor de las cajas y los premios, pero estoy harta de las luces, ¿qué quieren dejarnos ciegos?

Felicidad ahora tienes el poder de atravesar la materia.

¡Menudo deseo! *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora