Capítulo 12

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No sé lo que pasa, todo es negro, me siento como si cayera a un pozo sin fondo.

Alix reacciona, ¿Qué la pasa?

¿Ese es Luis?

No lo , eres su hermano, deberías saberlo.

¡Félix! ¡Esta vivo! Espera, es verdad si tiene tres vidas, menos mal.

Poco a poco pude enfocar la vista, parpadeo varias veces y veo a Luis y a Félix, miro a mi alrededor y todo es bosque, no alcanzo a ver ni el edificio, o mejor dicho las ruinas del edificio.

-Alix, ¿te encuentras bien?, ¿qué te pasó? - me pregunta Félix muy preocupado.

-Eso mismo, nos tenías muy preocupado hermanita - me dice Luis.

-Primero, estoy bien, segundo, no me llames hermanita porque soy mayor que tú, y tercero, bueno, eso es más complicado - digo.

-Explica ahora - me exige Félix, yo resoplo y ruedo los ojos.

-Como ya dije, todo ocurrió hace más o menos un año, tía Glisinda preparo una comida y nos invitó, ¿te acuerdas Luis?

-Sinceramente no, pero porque me aburro en esas comidas.

-En fin - vuelvo a suspirar - después de la comida, pedí permiso para ir al parque que había al lado, le pregunté a Luis si quería venir, y me dijiste que no, allí me lo pasé muy bien, conocí a una niña de ocho años muy simpática que no le importaba la diferencia de edad - cerré los ojos, me duele aún ese recuerdo - cuando me fui y cruce la carretera, me despide con la mano y le dije adiós, ella cruzó sin mirar justo cuando vino un coche - a estas alturas ya no puedo contener las lágrimas, Félix, Luis, hasta Cristina me miraban tristes, Luis y Félix saben que yo procuro no llorar, solo lloro de risa y es muy raro que lloré por tristeza - la atropelló, y yo...

-Tranquila - Félix me esta abrazando, a mí no me gusta que la gente me toque, pero en este momento lo necesitaba.

-Yo no hice nada, me bloqueé, mis padres al ver que no llegaba me fueron a buscar y me encontraron como vosotros antes.

-¿Qué paso con la niña? - pregunta Cristina.

-Mis padres me dijeron que se la llevaron al hospital, yo no supe más de ella.

-¿Y qué pasa con las pastillas? - me pregunta Félix.

-Mis padres estaban preocupados por ese episodio, me llevaron al médico, me hicieron unas pruebas y resulto que tenía un, no me acuerdo, algo que hacia que me bloqueara en situaciones de mucho estrés o miedo.

-¿Y cómo es que yo no lo sabía? - pregunto Luis.

-Más bien di que no te preocupaste - le conteste - porque estuviste ahí cuando la comida y el médico.

-Haber, si recuerdo que el año pasado en estas fechas fuiste al médico, pero no sabía nada de tus pastillas - se defendió.

-Eso no es lo importante - intervino Félix - lo importante es que éstas bien, y no ha pasado nada grave.

-¿Nada grave? - esto debe ser una broma - ¿te tengo que recordar que se te vino un edificio encima?

-No, porque no se me vino encima, la explosión destruyo la salida, pero encontré otra antes que el edificio se derrumbará entero.

-¿Entonces no has perdido ninguna vida?

-No, sigo teniendo las tres - me dice con una sonrisa, y ahora pone una cara seria, después yo soy la bipolar - ¿Si sabias que tenemos tres vidas porque te bloquaste?

¡Menudo deseo! *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora