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La música sonaba a todo volumen en la bocina que estaba en mi cama mientras trataba de perfeccionar el dibujo de Jisung que acababa de hacer. Obvio no se parecía a el, pero el nuevo rostro que había creado a base del de mi amigo me había gustado así que traté de marcar sus rasgos lo más que pude y con un lápiz más suave le hice sombras para que se viera más realista. No soy perfecta dibujando, tomando fotografías o bailando, pero son pasiones que he aprendido yo sola mediante he ido creciendo y aunque no creo dedicarme a alguna de ellas en el futuro, siento que si no las practico cierta parte del tiempo no me encontraría del todo feliz.

Canté a todo pulmón los últimos segundos de la canción y cuando esta acabó pude escuchar que mi celular sonaba anunciando una llamada. Me levanté de la silla que estaba en mi escritorio en el momento justo en que dejó de sonar y tomé mi teléfono donde las notificaciones decían que tenía tres llamadas perdidas de jisung en la pantalla.

— ¿Para que soy buena? — creo que debería tomar como rutina contestar así las llamadas de mi amigo las cuales, peculiarmente, siempre son cuando el necesita algo de mi.

— Para ser el li del lijimin y ser las almas de las fiestas.

— No voy a ir a una fiesta ahora, es sábado y tengo que terminar de hacer las tareas del lunes — mentí ya que en realidad no tenía tareas pero sé que cualquier otra excusa no sería suficiente para Han jisung, alias, el chico al cual debes hacer todo lo que dice o si no te ataca con ternura y terminas cediendo de alguna manera.

— Yo te ayudo a hacerlas mañana, es domingo y tienes bastante tiempo. Vamos, es en la casa de woojin y tiene una piscina increíble.

— ¿Quien es woojin?

— aveces se me olvida que eres súper mala recordando a las personas —

— Gracias por recordarme quien es woojin.

— Es el chico apuesto que dice tener un hijo llamado jeongin que es tres años menor que él — Jisung aveces habla como si las cosas que dijera fueran las más normales del mundo.

Fruncí el ceño intentado recordar pero mi dibujo del supuesto jisung al que todavía le faltaban muchas sombras me pedía a gritos que terminara me distrajo de tal acción.

— Lo siento, no sé quién es, adiós — Hablé muy rápido pero obviamente no iba a colgar, conozco lo suficiente a mi amigo para saber que si cuelgo llegaría en tan solo minutos a mí casa y me gritaria por haberle colgado.

—Vamos linna, no te lo estoy pidiendo como el amigo toxico que siempre quiere que hagan lo que quiere, te lo estoy pidiendo como tú mejor amigo que no puede estar bien si no te tiene a su lado.

— Casi me lo creo — Reí al escucharlo bufar del otro lado. — ¿Y Minho va a ir?

— Obviamente, no seríamos lijimin sin el. Acá va en el auto, saluda min — alejé el teléfono de mi oreja al escuchar un fuerte grito proviniendo de mi loco amigo. — Primero iremos a comer unas hamburguesas mientras te arreglas, mira que considerados somos.

— Gracjas por su más fiel amistad, no sé qué haría sin ustedes. — Respondí con sarcasmo antes de colgar y entrar en el debate mental cada vez que tengo que buscar ropa para salir.

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No entiendo porque las personas necesitan de nosotros para que su fiesta sea divertida, tal vez porque cada quien tiene una personalidad un poco peculiar y siempre estamos divirtiéndo a las personas.

No es divertido que te traten como a un payaso, sé que no es su plan principal pero esa es la intención que se ve y aveces llega a afectar. Lo he hablado con mis amigos pero a ellos les pasa lo contrario así que trato de no exagerar tanto y simplemente voy a disfrutar de las fiestas a mí manera.

Egocentric  -; ChangbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora