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Me crucé de brazos y recosté mi espalda en el material suave del sofá. Cuando lo intentaba, lograba verme muy intimidante, y eso estaba intentando ser ahora, aunque mi madre pocas veces cedía ante ello.

Esta vez lo hizo. Me vió apenas entró a la casa y suspiró mientras dejaba las llaves en la mesita de al lado y los zapatos en la entrada. Soltó su cabello y se sentó cuidadosamente en el sofá, a unos metros de mi.

-Hola, hija- Habló pausadamente. Miré las uñas de mi mano y las limpié un poco. Estaba haciendo pausas dramáticas porque amo causar intriga y más si estoy enojada.

-El salón no ha abierto en seis días- Hablé al fin, mirando hacia la entrada de la casa. No quería hacer contacto visual, solo en momentos claves para causar presión. ¿Donde aprendí estos trucos? No tengo idea pero me han servido mucho. -Tampoco te he visto en esos seis días.

Ella se acomodó en el sofá -Bueno... he estado ocupándome de unas cosas.

-Ya se que andas haciendo. El tiene esposa, mamá.

-Su esposa solo está esperando a que muera para quedarse con su dinero.

-El karma tenía que que llegarle de alguna forma.

-No seas tan cruel, Linna, está arrepentido- Rodé los ojos y cambié la pierna que tenía cruzada sobre mi rodilla. -Solo déjame hacer las cosas a mi modo, ya casi va a llegar su día.

-Como sea. Tengo novio -La miré- y te perdiste la oportunidad de conocerlo.

-¿Como? Ya estoy acá, no me iré por varios días.

-No tenemos tiempo, estamos en exámenes- Suspiré.

Ella se quedó en silencio unos minutos y luego se sentó más cerca de mi.

-¿Es Changbin? -Asentí y escuché como aplaudía- Minho y Jisung deben estar muy contentos, siempre me hablaban de lo mucho que se gustaban. -La miré con el ceño fruncido.

-Bueno, si están felices pero yo lo estoy más porque ellos al fin están juntos- La miré y pude observar cómo su rostro cambió de felicidad a extrema sorpresa.

-¿En serio?- Asentí- No voy a negarte que si supuse que se traían algo esos dos, pero solo los veía como unos hermanitos muy cariñosos, más de lo que deberían, de hecho, pero ¿Novios? -Tapó su boca y luego rió- Oh por Dios, tengo que hablar con ellos. -Se levantó del sofá y salió corriendo hacia su habitación.

Suspiré y me levanté yo también. Era sábado, pero no podía aprovecharlo ya que tenía que estudiar un montón para los exámenes que se venían antes de las vacaciones de verano. Afortunadamente, Changbin iba a un curso más alto que el mío y ya había dado los temas que tenía que estudiar así que me ofreció su ayuda para ello.

-¿A donde vas?- Preguntó mi madre cuando me vió salir de mi habitación con una mochila y mis llaves de la casa.

-Iré a casa de Changbin a estudiar.

-¿Por qué no viene el acá?- Me preguntó mientras escribía algo en su teléfono. De seguro hablaba con mis amigos.

-Porque ayer vino, y antes de ayer, y toda la semana- Le contesté y ella pasó lentamente la mirada de su teléfono a mi.

-No me digas que estuvieron aprovechando la casa sola.

-Eso fue justo lo que hicimos- La verdad es que si aprovechamos mucho. Changbin se quedó tres días seguidos pero luego tuvo que volver a su casa para que sus padres no le dijeran nada, aunque solo iba a dormir y regresaba al día siguiente.

-Dios, Linna ¿Te estás cuidando, verdad?

-Obvio, ma, criaste a una hija responsable que sabe vivir seis días sin la supervisión de su madre.

Egocentric  -; ChangbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora