La maestra de Biología, Alondra, es muy estricta. Un aura de miedo la rodea, todos evitan su miramiento. Tratan de no reírse de su nariz larga y esa verruga que tiene en el cuello.
Todos sus alumnos juran que es una de las educadoras más feas que han visto y la odian puesto que deja muchas tareas.
Miguel observa las paredes del aula que son blancas sin ninguna mancha y los asientos tienen tachaduras con diversos mensajes divertidos. En su butaca dice "Puto el que lo lea" y la televisión parece una enorme mancha sobre la pared. Y en el techo hay un extraño objeto que parece ser una toalla higiénica. Miguel y otros estudiantes se preguntan cómo llegó ahí.
La profesora Alondra va de un lado a otro, hablando sobre los métodos anticonceptivos.
Carlos y Ulises evitan soltar una carcajada cada vez que la maestra dice pene, sus mejillas están hinchadas conteniendo el aliento. Miguel odia admitirlo, pero también quiere reírse y la profesora los nota.
—Jóvenes, ¿qué les da tanta gracia?
"¡Juro que trato de tomarme las cosas enserio! Dios, perdona mi inmadurez, pero entiende, tengo quince".
Un portazo interrumpe la clase.
— ¡Perdón! —se disculpa Julio mientras jadea, y detrás de él se encuentra Derek.
— Señores Campos, lamento decirles que llegan diez minutos tarde, conocen las reglas perfectamente.
"¡Vaya! Los dos chicos más guapos del colegio y deseados por las chicas han llegado tarde a clases". Piensa Miguel.
Carlos se pone de pie con preocupación. Ha notado que su Julio tiene el labio roto y con algo de sangre. El rubio desvía la mirada y le dice en un susurro que le dirá más tarde lo ocurrido.
Miguel se pregunta si se peleó con alguien en el camino y por esa razón llego tarde con Derek.
— ¡Llegamos tarde por tu culpa, Julio Cesar! —reclama Derek mientras tira su mochila con furia, su cara se pone roja.
— ¿Yo? —Julio también deja caer su mochila. Trata de demostrar que él puede enojarse mucho más—. Tú tienes la culpa Derek.
— ¡Claro! Yo fui quien se detuvo a coquetearles a dos niñas de secundaria para invitarlas a una gran fiesta... en tu cama.
— ¡Te hubieras ido sin mí!
— ¡Suficiente! —recalca la maestra.
La tensión obliga a Miguel a ponerse a dibujar, no le importa ver a sus dos compañeros de clase discutiendo. Los otros estudiantes disfrutan el espectáculo.
Los dos primos se gritan, ninguno escucha a la profesora que trata de controlarlos. Julio no soporta más y le da un puñetazo a Derek.
Gritos por todo el salón, Derek responde con otro golpe. Antes de que la profesora anuncie palabra alguna, recibe un golpazo por parte de uno de los muchachos. Queda inconsciente, casi con la lengua afuera.
— ¡Oh por Dios! ¡La han matado! —apunta Carlos despavorido. Héctor la examina para después levantar el pulgar, señal que la profesora aun está viva.
Pero ni Julio ni Derek le dan importancia, continúan peleando entre ellos.
"Pelea, pelea". Lo único que se escucha en el salón.
Rosalinda le ruega a Derek que se detenga. Giselle y Carlita evitan que se acerque para no sufrir un golpe como la pobre profesora.
Una contienda muy fantástica ante los ojos de todos. Ulises grita con emoción mientras sostiene un billete de cincuenta pesos, ha apostado con Carlos para ver quién sale victorioso. Hasta que ambos amigos se dan cuenta que Derek y Julio se dirigen hacia Miguel que aun se halla concentrado dibujando.
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Corazón de Ángel
Teen FictionSer adoptado no es un crimen, tampoco ser otaku, ni tartamudear, ni mucho menos tener cicatrices. Aún así, es ignorado por medio mundo, pero es algo muy normal para Miguel Ángel. Sin embargo, dejará de ser invisible cuando se convierte en víctima d...