11.-Educa a los niños

277 20 5
                                    

Miguel anda en su bicicleta, tiene todo lo necesario para hacer el proyecto de física con Rosalinda. Se prepara mentalmente para sufrir una vez más por culpa de Los traviesolos. También acaba de terminar el resto de su tarea, se desveló en hacerla para no llevar sus cosas a la mansión o los niños no lo dejaran trabajar.

Al llegar a aquella mansión tan asombrosa, suspira y pide a todos los Dioses que le ayuden a sobrevivir y le den fuerzas.

☆゚・*:.˛ ˚ღღ゚:゚:*•:。.: ★ ˛ღღ゚・*:。.・*.

Los Traviesolos buscan algo "importante" en el sótano, haber si con eso sacan a Miguel de la casa.

— ¡Lo encontré! —señala Juanito una caja de fuegos artificiales.

— Júrame que nadie explotara otra vez —dice Mariana a Pedro.

— Tranquila, son fuegos artificiales ¿Qué saldrá mal? —contesta Pedro tranquilo.

Los tres pequeños salen al patio a preparar su plan de ataque. Admiten que Miguel rompió un record. Los aguanto por dos semanas enteras.

Si tratan de correr a Miguel es porque no confían en él. Temen a cualquier desconocido. Están muy seguros que toda persona viene con malas intenciones.

Los desconocidos son malos.

Jamás conocieron alguien fuera de la familia que sea de buen corazón.

Ellos protegen su hogar y han hecho un gran trabajo. Sus bromas pesadas son intencionadas de asustar a la gente malévola.

☆゚・*:.˛ ˚ღღ゚:゚:*•:。.: ★ ˛ღღ゚・*:。.・*.

Aunque Miguel no se juntaba con nadie en la secundaria, y apenas cruzaba palabras con algunos de sus compañeros, no trabajaba mal en equipo. Él hacia siempre su parte y jamás hubo quejas, pero tampoco hubo alguna esperanza de que surgiera una amistad. Después de entregar o presentar el proyecto Miguel era olvidado otra vez.

Sin embargo, esta es la primera vez que tiene problemas al trabajar en equipo, porque Rosalinda no ha dejado de quejarse y a él se le dificulta entender el proyecto.

Si fuera por Rosalinda, lo haría todo por su cuenta. Pero eso es imposible, porque tienen que explicar entre los dos en qué consiste el experimento. Si uno no participa, ambos serán reprobados.

— ¡Me harte! Hoy es mi día de descanso y en vez de divertirme, debo de ver tu cara todo el fin de semana. Mejor le llamo a Derek para que venga por mí y me lleve algún lado. Es difícil trabajar contigo —dice Rosalinda cerrando agresivamente el libro de Física.

—Deja de llo-lloriquear. Me du-duele la cabeza con sólo oírte —recalca Miguel impertinente.

—Este trabajo ya estaría terminado si fueras más inteligente. Aparte de desfigurado, eres tonto...

Ella calla al sentir una especie de Déjà vu.

No usó exactamente las mismas palabras que alguna vez le dijeron cuando era niña, sin embargo, su pecho se sintió oprimido, porque aquella oración carga el mismo peso de crueldad.

—Lo sé —comenta Miguel sin hacerle mucho caso—. ¿Y donde están los niños?

— No sé, tal vez estén en el patio. O planeando lo que te harán.

— Pues la tra-travesura anterior me hizo daño —Miguel se levanta y señala sus jeans agujerados, dejando a la vista sus rodillas ya maltratadas.

— No te pasó nada grave, exageras.

Corazón de ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora