Capítulo 14

198 21 43
                                    

Narrado por Rubius

Decir que en este preciso momento se sentía una incomodidad superior a cualquier otra que haya experimentado en mi vida, era decir poco.

Luego de que Mangel se interpusiera entre Jennifer y yo de una forma un poco... extravagante, mientras la chica charlaba conmigo, la pool-party había terminado para mí. Y por azares del destino, a Mangel y a mí nos tocó compartir los asientos traseros del coche de Cheeto junto a Jennifer, mientras regresábamos al centro de Madrid.

Me encogí sobre mi asiento intentando ignorar la batalla de miradas que había entre Jen y Mangel. No ayudaba el hecho que yo estuviera ocupando el asiento de en medio. Por una parte, Jen le dedicaba miradas llenas de duda y reclamo, mientras que Mangel parecía un perro gruñón e irritado a punto de morder a quien le reclamaba con la mirada.

Su cambio de actitud con la chica había sido muy evidente. Hasta para mi me parecía grotesco. Y reconozco que yo mismo le dije a Mangel que pusiera un alto a Jen antes de que ocurriera algo más. Pero no le pedí que fuera un borde con ella, cuando no tenía ni puta idea de lo que realmente pasaba.

Definitivamente tengo que enseñarle a Mangel a lidiar con las situaciones difíciles.

<<Calla, tú tampoco eres de mucha ayuda para tratar con situaciones difíciles>>

Touché.

Con un total de cinco intentos, perdí la paciencia queriendo romper el hielo, sacando un poco de conversación para que el ambiente se aligerará entre ellos. Solo se dignaban a contestar con monosílabos, para luego torcerse los ojos.
Y mientras yo lidiaba con este par, en el frente del coche, Cheeto charlaba animado con Mario.

Decidí ignorar por completo a mis compañeros de asiento, y me incluí en la conversación de mis otros dos amigos.

—¿De qué habláis? —Me incorporé llevando mi cuerpo lo más cerca a los asientos delanteros, apoyando mi cabeza en el costado del cabezal del asiento de Mario.

—¡Oh! Creí te habías quedado dormido —Mencionó Cheeto sorprendido de mi repentina participación. —Pues de que mañana es el cumpleaños del hermano de Eddie, así que iremos todos a su casa —Su voz mantenía un tono de completa fascinación al igual que Mario, quién jugaba con el reproductor de música.

—¡Wow, vaya! no tenía idea de que mañana iría a una fiesta —Dije jocoso. —Por qué estoy invitado ¿no?

—¡¡Claro!! Todos los que estuvimos en la barbacoa —Afirmó Mario.

—De hecho todos lo saben, solo que como tú te desapareciste cuando lo terminamos de organizar, pues no te enteraste —Dijo Cheeto parando en un semáforo. Giró su cabeza en nuestra dirección trasera, viendo directamente a Jen. —Jennifer se encargará del pedido de la comida, por eso viene conmigo —Volví la mirada hacia la mencionada, quien me sonreía tiernamente.

<<Ohh, ya entiendo porque está aquí. No es una mala jugada de la vida>>

No fui el único sorprendido. Mangel estaba alerta escuchando toda la explicación que dio Jennifer sobre sus planes para mañana. Descubrimos que ella es una amiga muy cercana del hermano de Eddie, y por ello estaba a cargo de esto. Y mientras ella se explayaba emocionada chachareando sobre que el lugar donde haría la orden de toda la comida era increíblemente delicioso, Mangel y yo tuvimos una discusión psíquica.

Era claro que Mangel estaría fastidiado respecto a la presencia de Jen en lo que durará el resto de la tarde, sin embargo, yo no quería hacer sentir incómoda a la susodicha, así que le propuse una pequeña tregua a mi mejor amigo.

Ángel de papel - RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora