Han pasado cuatro años desde que entré a la APH. La evolución de mi escuadrón ha sido magnífica y abrumadora. Cada uno de los integrantes ha intensificado su poder a una escala enorme. El maestro Kusho, Z y entrenadores de la APH están encantados con el rendimiento de todos y cada uno de nosotros. Incluso los niños pequeños nos ven como su ejemplo a seguir. He alcanzado mi plenitud y la felicidad que hace un tiempo jamás creí alcanzar. Tengo verdaderos amigos, una condición física espectacular y me he convertido en uno de los mejores guerreros de la categoría aspirante. Entré a la APH con dudas, desesperación y dolor. Pero todo se ha convertido en alegría y seguridad para mí. Era muy difícil entender cuando me decían que todo lo que me estaba pasando era para convertirme en un gran hombre con un mejor futuro, pero ahora lo entiendo.
Extraño infinitamente a mis padres y a Gragas, me gustaría que estuvieran aquí conmigo, celebrando mis éxitos. Pero sé que mis padres me ven desde el cielo y se sienten orgullosos de la persona que soy hoy en día. También estoy seguro de que Gragas no me olvidaría jamás.
La relación con mis amigos se ha fortalecido muchísimo, convirtiéndonos en el mejor grupo de nuestra categoría (superando al escuadrón de Bruce), siendo un grupo imbatible en combate, con técnicas precisas y eficaces, que nos ayudan a derribar cualquier barrera que se nos ponga en frente. Hemos entrenado y luchado con escuadrones de categorías superiores, dándoles mucha batalla y, ganando un par de encuentros. Todos estamos ansiosos e impacientes para nuestra primera misión en el exterior, que será dentro de un año. Nos sentimos preparados física y mentalmente. Pero por el momento, solo queda seguir entrenando y aprendiendo de nuestros maestros.
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—Muy bien chicos, vengan acá. — Dice Z llamando a todo mi escuadrón. — Les tengo una noticia muy buena, que sé que les gustará.
—¿Aumentarán las raciones de comida? — Pregunta Tadeo.
—No, no es eso. — Responde Z con un tono malhumorado.
—¿Van a rapar por fin a Kennen? — Pregunta Akali riéndose mucho.
—¡¿Qué?! — Dice Kennen muy asustado, viendo hacia todos lados.
—No, no te raparemos, Kennen, tranquilo. — Dice Z, intentando ocultar su risa.
—¡Dinos ya la noticiaa! — Grita Syndra de manera impaciente.
—Por fin, ha llegado su momento de salir de la aldea. — Nos dice Z con mucho misterio.
—¡¿DE VERDAAAAD?! — Respondemos todos muy emocionados y abrazándonos entre nosotros.
—Pero no será a su primera misión, para eso todavía falta un año.
—¡Buuuuuuuh! — Gritamos todos.
—¿Entonces para qué diablos iremos? — Dice Akali, parece ser la más afectada por la broma.
—Formarán tres parejas, cada pareja tendrá una tarea específica que debe cumplir.
—¿Nosotros haremos las parejas? — Pregunta Syndra.
—No, las haré yo. Zed con Shen; Akali con Kennen y Tadeo con Syndra.
—¿Otra vez Zed y Shen juntos? Eso es injusto, ellos son los mejores del escuadrón, tienen que ir separados en esta tarea. — Dice Tadeo quejándose de las parejas.
—Bueno, por petición de Tadeo, él irá con Shen, Akali permanecerá con Kennen y Zed irá con Syndra. — Termina diciendo Z. Tadeo parece que le gusta el cambio, Akali y Kennen se dan la mano, disfrutan trabajar juntos. Y mi compañera será Syndra.
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La oscuridad de un alma desgarrada.
Ficción GeneralZed es un niño que vive en una aldea pacífica llamada Kin. Todo es muy tranquilo, hasta que una noche un escuadrón desconocido devasta sin piedad a toda la aldea. Zed logra escapar gracias al sacrificio de su padre. Al ver el ataque, la aldea vecina...