Han pasado seis años desde nuestra primera misión. Tras muchas misiones, cumplimos nuestra meta: llegar a ser el escuadrón más fuerte de toda la APH, teniendo a los ninjas más determinantes. El maestro Kusho sigue al mando de todo, pero Z y nosotros, sobre todo, hemos cogido mucho protagonismo y ahora somos sus principales asistentes.
Todo ha mejorado en Heikō, tanto el comercio y relaciones con otras aldeas, como también se ha aumentado el nivel de nuestros guerreros y hemos logrado expandir el terreno de la aldea. Somos una aldea respetada por todos.
He crecido y ahora soy un hombre de veinticuatro años, lleno de responsabilidades y obligaciones. Mis temores han pasado a ser parte del pasado. Siendo el cuarto hombre al mando de Heikō (por detrás del maestro Kusho, Zauz y Shen respectivamente), no puedo permitir que mis miedos me dominen. Soy seguro de mí mismo y seguro de lo que puedo llegar a hacer. Mi relación con Syndra ha madurado mucho y estoy muy orgulloso de lo que tenemos; con Shen somos prácticamente inseparables, apoyándonos en todo lo que haga falta; el escuadrón está a plenitud dando su máximo esfuerzo en cada misión.
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Me encuentro con todo mi escuadrón almorzando en el comedor de la APH y haciendo bromas. Ha sido un día muy tranquilo y rutinario. Kusho y Zauz no tardarán en acompañarnos, nos pusimos de acuerdo para almorzar todos juntos y poder conversar acerca del convenio que estamos a punto de cerrar con la aldea Nokav, para poder recibir hortalizas y ganado, mientras nosotros les brindamos protección. Más que este intercambio de bienes, nos interesa la fidelidad de esta aldea, ya que es una aldea reciente y no son capaces de poder crear su propio ejército; necesitan hacer alianzas para poder sobrevivir.
—¡Atención! — Entra Kusho a la habitación bruscamente, Z le sigue. La expresión en sus rostros no denota tranquilidad.
—¿Qué sucede, maestro? — Pregunta Shen mientras todos nos ponemos de pie.
—Tenemos serios problemas. — Nos dice Kusho. — El castillo de Ashe, La hija del hielo en Fréljord, fue destruido hace cuatro días.
—¡¿Qué?! — Dicen Kennen y Tadeo al mismo tiempo. Todos estamos en shock por la noticia.
—¿Cómo puede ser eso posible, maestro? La fortaleza de Fréljord es de las mejores defensas de todo Valoran. — Dice Syndra.
—Al parecer una bruja ha penetrado las defensas del castillo, provocando un caos terrible y dejando a muchas personas heridas. — Nos responde Kusho.
—¿Cómo se enteraron de esto? — Les pregunto.
—Uno de los mensajeros de Fréljord fue enviado por parte de la princesa Ashe, para darnos el mensaje y pedir ayuda. El mensajero nos contó que logró escapar con mucha dificultad del castillo, quedando muy herido; lastimosamente, murió a los pocos minutos de hablar con nosotros, su corazón venía prácticamente congelado. — Nos dice Z.
—Fréljord está muy lejos, maestro. ¿Cómo podemos ayudarles? — Pregunta Akali seriamente.
—Z, informa a Bruce y a su escuadrón que serán los encargados de cuidar Heikō durante unos días. Convoca al escuadrón de batalla Inyal y también al escuadrón de defensa Rocc, serán los que nos acompañen en esta misión. Necesitaremos de mucha gente para poder salvar el castillo y a los afectados. — Ordena Kusho.
Luego de esta terrible noticia y de organizar nuestro plan de ataque, tomamos rumbo a Fréljord, el reino de hielo, ubicado en el norte de Valoran.
Fréljord es una civilización muy antigua que ha estado siempre presente en la historia de Valoran. Ha sido por siglos una de las civilizaciones más fuertes que haya existido. Y ahora, como si nada, nos dicen que el castillo de la princesa Ashe ha sido destruido. Lo que sea que haya derribado el reino, es algo muy peligroso.
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La oscuridad de un alma desgarrada.
Tiểu Thuyết ChungZed es un niño que vive en una aldea pacífica llamada Kin. Todo es muy tranquilo, hasta que una noche un escuadrón desconocido devasta sin piedad a toda la aldea. Zed logra escapar gracias al sacrificio de su padre. Al ver el ataque, la aldea vecina...