Capítulo 4: Heikō

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—Zed, ¿estás bien? — Me dice una persona que no conozco mientras apenas despierto. Es una mujer corpulenta, tono blanco de piel, ojos color verde y cabello rubio. Veo muy borroso todo y escucho un molesto chirrido. Intento levantarme, pero estoy amarrado de muñecas y piernas a una cama; tengo una sábana blanca sobre mí y tengo una aguja en mi brazo derecho, me están dando, lo que parece ser, vitaminas.

—Swep, avisa rápido a la doctora Soraka que al fin despertó. — Le dice la mujer a uno de sus ayudantes. El chico es joven, tiene cabello verde y también tiene un color blanco de piel. Estoy en un tipo de enfermería, no entiendo muy bien lo que hago aquí. La mujer se vuelve a dirigir a mí. — No tengas miedo, no te haremos daño, solo queremos ayudarte. Mi nombre es Kia, he estado verificando todo tu proceso de recuperación. Estás en la enfermería de Heikō. Has estado dormido varios días, Zed.

—¿Varios días?... — Le digo. Al parecer, lo que pasó en Kin, no fue en mi imaginación...

—Entendemos si te encuentras confundido, pero créeme, haremos todo lo posible para ayudarte a que estés mejor. En estos momentos viene la doctora, ella te podrá explicar de una manera más apropiada las cosas.

El desconcierto de lo que está pasando no me permite responderle con palabras. Simplemente la veo y asiento con la cabeza. Hace mucho calor, estoy sudando mucho por todo mi cuerpo. A juzgar por la iluminación del día, parece que está atardeciendo, el color naranja del cielo se filtra a por la cortina de la entrada.

Entra a la cabaña una mujer con un tono de piel morado, tiene el cabello amarrado, es muy elegante; bien maquillada, buen cuerpo y con extraño cuerno color hueso en su frente. Viste una bata blanca y con un estetoscopio alrededor de su cuello. Me mira y se queda unos segundos en la entrada, como si fuera un milagro que estuviera despierto.

—Hola, Zed, me da mucho gusto verte despierto. Mi nombre es Soraka y soy la doctora de Heikō, Antes de responder todas tus dudas, necesito que confíes plenamente en nosotros. Necesitaremos toda tu sinceridad para realmente poder ayudarte. — Al notar que yo no voy a responder, sigue hablando. — Después de la desgracia que sucedió en Kin, muchas cosas han cambiado. A pesar de que sucedió hace unos cuantos días, el rumor se ha corrido muy rápido y todas las aldeas a nuestro alrededor han aumentado sus defensas. Se escuchan los rumores de que un nuevo escuadrón de las sombras ha aparecido; sin embargo, después de Kin, no ha vuelto a suceder nada. Sabemos que tú eres un niño muy inteligente, Zed; y por eso contamos con tu ayuda para resolver este misterio. Lastimosamente, no podemos darte la vida que tenías, pero te puedo asegurar, que es la vida que necesitas luego de una tragedia como la que has vivido.

La doctora es muy amable, sin embargo, no quiero escucharla más...

—¿A dónde están mis padres?... — Le interrumpo, mientras mis ojos se ponen llorosos.

—Zed, entendemos que lo que estás viviendo en este momento es un dolor desmesurado, nos cuesta entender que una persona tan pequeña tenga que cargar con este gran pesar; pero no te preocupes, nosotros trabajaremos día y noche para que encuentres estabilidad y para que te adaptes lo más pronto posible a nosotros. Nos encargamos de que tus padres tuvieran una despedida a su altura, como leyendas, como todo lo que se merecen; estoy segura de que ellos no dejarán de cuidarte en ningún momento, aunque no los puedas ver. Déjanos ayudarte y podrás hacerles honor, ser todo lo que ellos sabían que llegarás a ser. — Me dice de una forma muy segura y convincente. — En el momento que creamos oportuno, serás trasladado a tu...

—¿Nadie sobrevivió?... — Le vuelvo a interrumpir.

—Aparte de ti, solo una persona más; y sé que se alegrará mucho cuando te vea, según tengo entendido, ustedes tienen una gran amistad. Aunque, como te decía, necesitas quedarte más tiempo con nosotros, acabas de despertar y necesitas tranquilizarte, sabemos que cambiar de una aldea a otra y más en estas circunstancias, es muy complicado y nos tomaremos el tiempo que sea necesario. Cuando sea conveniente, podrás ser re-ubicado dentro de la aldea. No desesperes, te esperan grandes cosas aquí en Heikō, y Heikō, está ansiosa por descubrir todo tu potencial. Ahora descansa, regresaré el día de mañana para que podamos conversar sobre lo que sucedió y para que puedas conocer más acerca de nosotros. Buenas noches, Zed — Termina diciéndome, pero yo no le respondo. Cuando se da la vuelta, se dirige a Kia. — Si tiene dificultades para dormir, usa una burbuja dormilona, necesitamos que duerma.

La oscuridad de un alma desgarrada.Where stories live. Discover now