CAP4

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Después de que pasaramos toda la turba de paparazzi y periodistas, entramos a la limusina y de inmediato esta arrancó.

No sé qué pensar en estos momento, digo, el Príncipe y sus guardaespaldas me secuestraron enfrente de toda la  Universidad y por si fuera poco todo Corea pronto lo sabrá gracias a las fotos que me tomaron la turba de paparazzi que estaba apreciando todo el acto. Si los peques lo supieran probablemente Jungwoo se preocuparía y Yeri pensaría en su sueño de esta mañana.

Esperen... Los peques! ¡¿Quién los cuidará mientras salgo de esto?!

-Déjenme irme de aquí porfavor. - Digo para todos los guardaespaldas que están en la limusina. - Tengo que recoger a mis hermanitos, son todavía pequeños, me necesitan porfavor. - Ruego al guardaespaldas que esta al frente mío.

-Su alteza no se altere todo ya está controlado. - Me dice el guardaespaldas que esta a mi lado derecho. - Mandamos a buscar a sus hermanos cuando salíamos de la Universidad y probablemente ellos ya se encuentren esperándolo en el Palacio, no se preocupe alteza, ellos están a salvo.

Iba a preguntar cómo sabían la ubicación de mis hermanos pero ví como el conductor daba la orden de que todos tomaran posición ya que faltaba poco para llegar. Despues de eso absolutamente todos se acomodaron de tal manera de que cuando salgamos de la limusina dos quedarán frente mío, uno a cada lado de mi y dos a mi atrás.

Solo pasaron unos minutos después para que se volvieran a escuchar los gritos y flashes de los paparazzi. Dirigí mi mirada hacia la ventana para ver como estaba el panorama y lo único que diré es... Que de esta si que no me salvo.

¡Afuera hay el doble de paparazzi y reporteros que en la Universidad!
Voy a morir si salgo de la limusina. En la Universidad con suerte salí completo, viendo como están de eufóricos todos dudo que los guardaespaldas puedan soportar tanto.

-Alteza, - Me llama uno de los guardaespaldas. - no se separe de mí, ¿entendido? - Yo asiento. - Usted vió como estan todos allí afuera. No vamos a dejar que le pase nada, no se preocupe. - Me dice para que después hacer una señal con las manos indicando al chofer que se detenga. -Escupen todos, - Dice con voz autoritaria y fuerte. - nuestro deber es proteger a su Alteza Minho de todos ahí afuera entendido. - Todos mueven la cabeza en modo de afirmación. - A la cuenta de tres salimos, prepárense.

No estoy listo para salir de aquí. No creo poder hacerlo.

-Tres.- Dice el guardaespaldas.

Dirijo mi mirada de nuevo hacia la ventana para ver como esta todo. Cada vez está peor.

-Dos... - Vuelve a hablar el guardaespaldas pero esta vez veo como toma la manija de la puerta y el seguro se desactiva.

Miro al rededor buscando de donde me puedo agarrar para no salir y mi mirada se encuentra con la del guardaespaldas.

-Alteza no se preocupe, nosotros lo protegeremos. Usted es el futuro del Palacio y la salvación. - Todos asienten. - Jamás dejaríamos que nada le pase. - Yo lo miro confundido.

¿Como puedo ser yo el futuro y salvación del Palacio? Pienso pero todo tipo de pensamiento se detuvo ya que el guardaespaldas dijo lo que tanto me temía.

-Uno.

Y después de eso todo paso tan rápido.
Bajamos de la limusina y todos los paparazzi y reporteros se abalanzaron sobre nosotros.
No podía ni siquiera caminas sin ser empujado o golpeado, accidentalmente, por los guardaespaldas. Ellos se llevaron lo peor.

Hubo un paparazzi que logró pasar a  los guardaespaldas. El maldito, literalmente, se lanzó sobre mi para tomarme fotos y en el proceso me golpeo con su cámara en la cabeza. No tardaron en sacarlo, a la fuerza, y verificar si me encontraba bien.
Por suerte vinieron más guardaespaldas para respaldarnos y lograr salir de ahí.

Cuando pasamos toda la turba y entramos al Palacio, las cosas no fueron mejores.

Ni bien entramos las sirvientas vinieron hacia mi y me arrastraron, porque eso es lo que hicieron, hacia la puerta de la casa Real y ni siquiera me dejaron agradecer a los guardaespaldas.

Cuando entramos a la Casa Real una de las sirvientas les dijo a todas las demás que prepararan una tina con agua caliente y que consiguieran ropa nueva y todas de inmediato se fueron a hacer todo la antes dicho.

-Su Alteza Minho, - Me llama la antes mencionada sirvienta. - me presento soy Jihyo. - Hace una reverencia. - Soy la sirvienta mayor y a partir de ahora estoy acargo de sus servicios y cuidado.

La miro y no se que decir. Número uno, ella debe de pasar de los 50 años, pero se veía muy dulce y linda que le daban un aura juvenil. Número dos, no se porque ella a mandado a todas las sirvientas a hacer todo lo antes mencionado, no estoy tan mal. Y número tres, y la más rara, no se pero siento que ya la he visto antes; no sé donde pero la he visto, estoy seguro de eso.

-¿Puedo preguntale algo? - Le pregunto.

-Claro su alteza, ¿Cual es su pregunta?

-¿Que hago acá?. - Me acerco a ella. - No entiendo porque me trajeron, no me han dado una explicación desde que todo esto pasó. - Suspiro frustrado. - Lo único que he estado escuchando es que soy la salvación y futuro del Palacio. - La miro a los ojos - ¿Usted me podría decir que hago realmente acá?

Después de decir todo eso, tengo la esperanza de que Jihyo me diga lo que esta pasando. Pero ella parece pensar lo que va a decirme.

-Alteza, lo siento pero no es mi deber decirle la razón del porque esta aquí. - Dice dándome una suave sonrisa.

-Entonces, ¿De quien es el deber? ¿A quien le tengo que hablar?. - Pregunto cansado y frustrado.

Nadie parece querer decirme la razón, la verdadera razón, del porque me encuentro en Palacio y sobre todo del porque me consideran su  "salvación" Y toda esa cosa. ¿Que puedo hacer yo?.

-Señora Jihyo... ¿Con quien debo hablar para que me explique que esta pasando? - Pregunto denuevo.

Antes de que Jihyo me respondiera, se escucho como alguien detrás mío carraspeo ligeramente su garganta para llamar la atención.

Me volteo para ver quien es y mi respiración y corazón se detuvieron. Tiene que ser una broma. Él es a la última persona a la que quiero ver.

-Yo soy la persona con la que tienes que hablar. - Me mira fríamente.

Por si no saben quien está al frente mío, es la misma persona que armó todo este circo y el causante de que mi vida este de cabeza. La misma persona que mandó a que me sacaran, a la fuerza, de la Universidad comvirtiendolo en un secuestro y si no fuera poco todo Corea se enterará, si es ya lo hizo, de esto gracias a toda la tuba de paparazzi que estaba apreciando todo el show.

Sip, el Príncipe Bang Chan se encontraba al frente mío.

Y así como estoy de sorprendido, también lo estoy de molesto como el infierno. Pero estoy seguro de que la sorpresa que tenía se esfumó con solo ver su cara, ahora la sorpresa era reemplazada con furia... Y no era nada bonito cuando me ponía así.

-¡TU MALDITO BASTARDO! ¡COMO TE ATREVES! - Grito para luego lanzar me hacia el y agarrar el cuello de su camisa.

-¡Alteza controlese! ¡Ayuda!. - Escucho a Jihyo gritar desesperada.

Es lo último que escucho antes de ver la cara del Príncipe borrosa y luego todo fue negro. Solo podía escuchar la voz de Jihyo lejana y a alguien más para luego ya no oir nada.
Ya no se de verdad lo que esta pasando.

Solo sé que cuando despierte las cosas no estarán nada bonitas y que no sería la última vez que vería al Príncipe.

Solo espero que esto sea un mal sueño.

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Hola! Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.

Lo siento si hay alguna falta ortográfica y si la hay porfavor discúlpenme.

¡Gracias por leer "El príncipe y Minho"! ❤❤❤❤

Nos leemos luego! 😘

El principe y Minho (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora