Chan se preguntaba por que él, porque de todos el tenía que estar sufriendo este destino. ¿Hizo algo malo en su vida pasada? Porque no había explicación obvia para que quisieran matarlo. Aunque eso era lo de menos en esos momentos porque toda su preocupación se la llevaba un lindo chico de tierna mirada que llevaba buscando por más de una hora. Cuando escucho como sus guardias luchaban y gritaban de dolor no lo pensó dos veces y dejó lo que estaba haciendo y escapó por un pasaje secreto que tenía la oficina de su padre, ese pasaje lo llevaría directamente hacia la calle, pero decidió quedarse en la entrada del pasaje esperando a que esos intrusos salieran de la oficina para ir a buscar a Minho. Afortunadamente se fueron rápido al ver que no se encontraba ahí, pero lo dejaron a oscuras. Fué un poco difícil encontrar una linterna pero la encontró, y dio inicio a su búsqueda. Pero nada. No había rastro ni de Minho ni de los intrusos, pero no se rindió.
Se había tomado un descanso dentro de uno de los cuartos cuando escucho un grito.
-¡Ayuda!
La piel de Chan se puso como de gallina con ese grito y sintió como un escalofrío recorría su cuerpo entero y un fuerte dolor en su pecho se presentaba. Le costó un poco recuperarse para volver a su búsqueda, pero lo hizo, ahora, con más cuidado que antes por el resiente grito. Expandió su búsqueda al piso principal, donde empezaría primero con la biblioteca donde Minho pasó sus últimos días con Felix. Oh demonios, se había olvidado de Felix; bueno ahora tenía que buscar a dos personas y eso requería el doble si no es el triple de cuidado.
Fué a la biblioteca y se sorprendió al ver a un grupo de norcoreanos sentados en una de las mesas, ellos no se habían dado cuenta de su presencia asi que se oculto detrás de una de una de las repisas para poder escuchar mejor lo que hablaban.
-¿Creen que el líder los haya atrapado?
-No lo se, talvez si o talvez no.
-Lo sabremos cuando se escuche un disparo, recuerda que si eso pa-
El hombre no pudo terminar su oración ya que el sonido de un disparo se escucho, haciendo que el corazón de Chan se detuviera.
-Bueno, esa es nuestra señal... ¿No príncipe?
Chan vió como el grupo de norcoreanos se levantaban de sus asientos y toman sus armas para empezar a caminar hacia el, le tomó un segundo a su cerebro asimilar todo para luego empezar a correr. Pero no avanzó mucho ya que sintió un fuerte golpe en su pierna derecha que hizo que cayera de boca al suelo.
-Tomenlo y vayamos rápido al Salón Real, el líder ya tiene al prometido.
La sola mención de Minho hizo que Chan se levantara del suelo y luchara contra esos hombres que intentaban amarrar sus muñecas. Pero un golpe en su nuca causó que se detuviera y cayera de nuevo.
-Ya hagan su trabajo rápido que me quiero ir.
Después de eso Chan no supo que pasó después, tenía sueño y le dolía la cabeza. Solo esperaba que Minho estuviera bien.
La siguiente vez que abrió los ojos no podía moverse, literal, no podía mover sus extremidades,estaba atado a una silla. Miro a los lados y se dió cuenta de que dos del grupo de norcoreanos de la biblioteca lo estaban vigilando, mientras que otros dos estaban sosteniendo a alguien muy familiar en el otro extremo del Salón, pero no podía ver quien era, tenía la cara roja y con sangre aparte que tiene los ojos vendados y la boca amordazada. Intento ver mejor al chico y fue en ese momento que sintió como su alma se le escapaba. Chan solo conocía a una persona con pecas en el rostro. A simple vista no son tan visibles, pero bajo esa luz eran notorias.
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El principe y Minho (En Corrección)
Teen FictionMinho pensó que su día sería el mejor. Su mamá le había dicho que tenía que cuidar a sus hermanitos y eso para él era lo mejor, ya que a él le encanta estar con ellos. Pero su día que se supone que sería el mejor término por ser lo contrario. Escá...