Aún si mi cuerpo estaba plomado en el suelo sin más que dar.
Me puse de pie y camine nuevamente tomando mi espada y caminando hacia mi muerte.
Aceptando que es el único camino al que voy, donde empeze y donde volverá a terminar.
Las heridas arden y mi corazón se está desgarrando.
Mi cuerpo sangra y mis ojos lloran.
Recogí las espadas de mis hermanos muertos en batalla y las enterré en mi pecho.
Camine nuevamente con la sangre cayendo por mis manos.
Mi único enemigo es un espejo donde puedo ver mi reflejo.
Aquel espejismo igual pero irreal.
No importa quién de las dos muera primero, al final morirán ambas.
No habrá nada como una bella despedida .
Así que por favor comienza ahora
Toma el espejo, rompe con el mi corazón.
aprieta con tu pie los pedazos de mi corazón y rompe mi cuerpo.
Quema mi corazón.
¿Por qué estás dudando?
Este es el final que querías, entonces
Espero que me mates sin dudarlo
quémalo
De modo que incluso la ceniza quemada no permanezca.
Solíamos caminar hacia el mismo lugar
Pero aquí se convierte en nuestro último
Solíamos hablar de siempre
Pero ahora nos destruimos sin piedad.
Mi corazón se rompe, por favor prefiero quemarlo, prendere la casa en llamas y dejaré que el fuego explote el espejo, bailaré sobre los cristales con mis pies descalzos.
Cuando el humo haya inundado mis pulmones descansaré en el suelo y dejaré que el fuego consuma mi cuerpo.
Rompí el espejo el Miles de pedazos pero en cada uno de ellos podía ver mi rostro triste.
Tome los cristales y corte mi piel, viendo cómo mi rostro reflejado en el espejo gritaba que me detuviera.
Que dolía.
Que ardía.
Más sin embargo también podía ver cómo la sangre manchaba el espejo y el como mi cuerpo reflejado se ahogaba en sangre.
No importa que haga ni como lo haga.
Las lágrimas siguen saliendo de mis ojos sin motivo alguno.
Solo fluyen.
Como un pájaro que no sabe dónde ir pero que sigue aún así a los demás.
Son saladas, mis lágrimas son saladas.
Ni sé en qué momento paso, pero todos los espejos del bosque están pintados de rojo intenso.
Mis manos siguen sangrando.
Y las lágrimas caen.
No sé a quién le duele más, si a ella o a mi.
Infecta con su amor en lo más profundo de mi ser mientras con sus dedos explora mi boca.
