•love yourself•

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Ambas sabían que debían alejarse una de la otra.

A la Castañita la enfermedad le estaba matando, sus venas dolían y su cuerpo era más débil que el año pasado.

La leucemia sabía que hacerle daño a la castaña estaba mal, la lastimaba, le hacía ver las cosas de la manera más difícil posible.

Pero ninguna podía vivir sin la otra.

Ambas se necesitaban.

Aún que se hacían daño no podían dejar de mirarse, de tocarse.

Necesitaban la protección de la otra.

La necesidad de sobrevivir era más poderosa que cualquier quimioterapia que quería ahogarlas.

Era como mirarse en un espejo.

Una era el cuerpo de la otra, su mente sin recuerdos y razón, sus venas sin sangre, su cuerpo sin corazón, la única que persona que es capaz de soporta su mirada y puede ver lo que hay ella.

Era la única que está con ella cuando todo termino, la única que está con ella cuando tiene problemas, la única que ve lo que no quiere mostrar, la que puede a su furia calmar.

La única que sus secretos nunca revelará.

Era aquella que cuidaba sus cactáceas cuando ella no estaba.

La única persona que estaba cuando la Castañita estaba ahogándose en llanto.

La única que mostraba sus cicatrices con orgullo, a la que no le daba pena mostrar su cuerpo.

La que la protegía.

Nadie hacía por ella lo que ella hacía.

Ella curaba su heridas, limpiaba sus lágrimas, y aunque solo podía verla cuando ella dormía, era capaz de acostarse a su lado mientras jugaba con su poco cabello.

Le hacía tomar sus quimioterapias por las noches, ya que quería que cuando ella la tocará; no quería hacerle más dañó, sufrió tanto de pequeña que no podia hacerle más daño.

Por las noches la veía mirar sus venas mientras lloraba.

Desde la noche que ella llegó grabó en sus muñeca un corazón en sus venas.

Un corazón que para ellas significaba un gran "perdón, estaré aquí".

Un corazón que cada que la Castañita lo veía le hacía reír y pensar que quizás ella no era tan mala.

La amaba.

Y aunque la trataran como escoria, ella trataba de ser la mejor escoria.

Si la ahogaban en químicos ella intentaba soportar el fuego que la quemaba.

Sin embargo sus ojos se llenaron de lágrimas cuando vio a su pequeña no tomar sus quimioterapias, solo para que ella pudiera descansar un poco del fuego que ardía en ella.

Pausaba sus medicamentos cuando veía que ardía más.

Le hacía descansar.

Si ella estaría por siempre en su vida, quería que no fuera un tipo de cáncer más.

Ella quería que vivieran como un ser humano.

Uno más entre tantos.

Ambas besaban sus manos y pedían a Dios que las protegiera.

Dos personas así juntas en un cuerpo, daban a una persona amable y dulce como el azúcar, pero a sí mismo tenían veneno, pero eso no importaba, mientras que ellas dos estuvieran juntas se amarían.

Conseguir la estabilidad en su salud es algo que se consigue cuando enfermedad y persona...

Aprenden a amarse a sí mismas, aún si sus cuerpos están marcados, aún si sus medicamentos duelen.

El amor es la clave de todo.

Amarse a sí mismos.

Una cactácea o plantita por cada vez que se amaran y se respetaran

• Leucemia •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora