L a H i s t o r i a D e A m o r D e
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- Margaret Shellstrop bienvenida a mi vida. - Le extendió la mano a la...
— Shellstrop — Dijo el jefe de la rubia al percatarse que llegó tarde nuevamente al trabajo.
— Oh perdón, pido mil disculpas señor Goldman se me hizo tarde se que no lo justifica pero de verdad había demasiado tráfico. — Decía la verdad, se había levantado tarde y no alcanzó el autobús que la dejaba justo a tiempo en la entrada de café.
— Una más y estarás despedida Shellstrop — Dijo el viejo señor Goldman dándose media vuelta.
Abrió los ojos al oír aquello, le aterraba quedarse sin empleo, era de las pocas cosas buenas que había logrado en la vida. — No por favor pido mil disculpas tengo 21 años y no he hecho nada de provecho durante todo ese tiempo, este trabajo es lo único que me mantiene viva.
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— Calla y trabaja.
— Enseguida señor — Dijo la joven Shellstrop, se colocó el mandil alrededor de su cintura, amarró su cabello y comenzó a tomar las órdenes de los caballeros, era un Miércoles por la mañana, mitad de semana y el café estaba a reventar. Muchos trabajadores pasaban por su café para la oficina, los traileros hacían paradas para tomar el desayuno. Algunos en sus descansos de universidad desayunaban junto con su grupo de amigos, eran los años 70' nada podía salir mal; a menos que te llamaras Margaret Shellstrop y fueras camarera de un café.
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Siguió atendiendo mesas y poco a poco la gente fue desapareciendo, la hora de desayuno había concluido y eso le daba esperanzas para tomar un poco de aire y relajarse. Dentro de unos días recibiría su paga lo que le garantizaba otro mes en su mismo techo y con su misma rutina de vida. "Los años pasan cariño" venían los pensamientos de su madre y ahora comprendía a que se refería. "Jane Austen ya había publicado un libro y yo sigo trabajando en la misma cafetería hace tres miserables años."
— Maggie — Susurró su amiga Vanya, lo que provocó que la sacara de sus pensamientos — ¿Que harás el sábado por la noche?
— ¿Perdón? — Bueno tal vez no del todo.
— Hay Maggs — Rodeó los ojos la castaña — ¿Que harás este fin de semana?
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