L a H i s t o r i a D e A m o r D e
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- Margaret Shellstrop bienvenida a mi vida. - Le extendió la mano a la...
— Han pasado ya seis semanas y no sé nada de ella. — Era la voz de un bajista quebrado contando acerca de lo qué pasó con Margaret.
— ¿Cuál fue el problema? — Preguntó Brian.
Tomo aire — Está enojada porque no he pedido su mano.
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— En tu defensa eres tímido — Volvió a decir Brian animando a su amigo dándole leves golpes en la espalda.
— Ojalá lo entendiera de aquella manera. — Dijo el bajista con tristeza en el habla.
— Lo que debes hacer es sorprenderla — dijo Roger recargado en la silla mientras escuchaba el relato de su amigo — Deacy eres el arma secreta de la banda, tu sorpresa debe ser igual de magnífica.
— Creo que me termino.
— ¡Como que alguien termino al gran John Deacon! — Exclamó Freddie haciendo que todos voltearan a ver su gran entrada al estudio — ¿Que sucedió cariño?
Bufo — Invito a su padre; claramente con la excusa que al hacerme la pregunta acerca del matrimonio diera una respuesta que fuera de su agrado pero dije que no había fechas e hizo dramas.
— ¿Quieres casarte con ella? — Preguntó Roger
— Y-yo ss-i, no se. — Tartamudeó al responder
— Eso fue demasiado tarde para decir si quiero casarme con el amor de mi vida — Dijo Freddie cruzado de brazos mientras se recargaba en la pared — ¿Que es lo que te detiene?
— Creo que tengo miedo — Confesó Deacon con timidez.
— ¿A Maggie o al matrimonio? — Preguntó Brian.
— No lo se — el bajista se encogió de hombros — Creo que a ambas.
— Maggie está loca por ti — Afirmó el rubio — Aunque suela ser un poco dramática ella te ama, creo que estaba lanzando indirectas que quiere casarse contigo amigo y eres el único que no se da cuenta.
— No tengo miedo de estar a su lado, tengo miedo que alguien más la mire como yo la mire aquella primera vez que nos encontramos, la bese con la ternura y pasión que yo la beso, la toque y sienta que no hay otro lugar en el cual quisieras estar porque sabes que no lo hay, no quiero que otro le diga lo cual tan enamorado está de toda su ser, desde su cabello rubio alborotado, que alguien más caiga rendido a su estupida sonrisa que tanto la caracteriza, ni se pierda en el adictivo color avellana que son sus ojos y los dulces que pueden ser pero no tanto como para cansarte de mirarlos, no deseo que alguien esté a su lado cada día que ella está dispuesta a contar una historia divertida o que se ruborice cada vez que alguien más que ocupa mi lugar le dice lo hermosa que está inclusive con el uniforme de camarera, no deseo que a otra persona le dedique el logro de sus libros o su belleza, quiero estar en sus pensamientos y que sea yo la razón por la cual sonría en las mañanas cada vez que despierta, quiero que ella sea la persona que me hable a las 3 de la mañana en un día de gira, quiero que sea mi mejor amiga y el amor de mi patética y estupida vida.
