33. Friends will be friends.

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El automóvil de Roger dio marcha dejando a un ex empleada frente a su antiguo lugar de trabajo tomó gran fuerza de voluntad para entrar al lugar donde observó a su alrededor una mesa para tomar asiento.
Encontró una; casi al fondo de lugar, en donde el señor Goldman había hablado con ella hacia algún largo tiempo. Se colocó unas gafas de sol para evitar ser reconocida por sus antiguas compañeras de trabajo.

— Hola Bienvenida a Urban Coffee, — Dijo de la manera más atenta y cordial quien la atendió — ¿desea que le deje la carta o aceptará que se le traiga la especialidad de la casa?

— Me encantaría ser atendida por Vanya Gorbold, puedes dejar la carta. — Volteó a ver a la camarera con una gran sonrisa bajándose las gafas para que vieran sus ojos, quien la atendió resultó ser una de las jóvenes que entrenó; era Angelique Suárez.

— Margaret, Hola — Comentó Angie de una manera tímida.

— Hola Angelique, — se quitó finalmente las gafas — es un gusto volver a saber de ti, me alegra saber que aprendiste muy bien. Haces un excelente trabajo — junto ambas manos y las colocó sobre la mesa — ahora podrías dejar la carta y llamar a Vanya por favor. Recuerda al cliente lo que pida, ahora soy el cliente. — Angie dejó la carta sobre la mesa y aunque sabía que había sido algo cruel con ella no podía seguir siendo linda y amable como lo fue una vez; en ocasiones se necesita ser una perra para olvidarse de sentimentalismos.

—¿Maggie? — Dijo Vanya al ver a la rubia revisando el menú.

— Hola Vanya.

—¿Que haces? No hay necesidad de revisar el menú — Sonrió la castaña — Sigue siendo el mismo desde que te fuiste.

— Es lo que veo. — Mostró una sonrisa ladina y miró fijamente a la castaña.

— Angie dijo que requerías mi presencia, solo que no se exactamente cómo que, si como amiga o camarera, aunque debo recordarte que me parece ilógico la primera opción siendo que ya no lo somos, ¿recuerdas?

Sonrió — ¿Quieres sentarte? — Indicó con su mano la rubia hacia la castaña.

— Creo que eso es algo meramente imposible — Dijo girándose para evitar que Goldman la viera. — Quien mejor que tú sabes que eso no lo puedo hacer.

— El problema siempre fue conmigo, me odiaba el viejo — Alzo una ceja — El día que me despidió dijo que lo hacía para aumentar mi potencial. ¿Puedes creerlo? Así que toma asiento — Con una mano sosteniendo la cabeza indicó a Vanya que tomara asiento.

— Está bien, si me despide tal vez sea mejor. — La castaña tomó asiento — ¿Ordenarás algo?

— Te ordenó como tu mejor amiga que vengas conmigo a la playa.

Jugueteando con las manos y con la vista baja preguntó — Exactamente, ¿a que has venido? — Elevó su vista para ver la reacción de la escritora — La última vez que nos vimos dijiste que ya no éramos amigas, hablaste de lo mucho que te lastime; en resumen me mandaste a la mierda. ¿Que es lo que quieres de mi?

— Podrías dejar de hacerte la victima.

— Margaret tu eres quien en diversas ocasiones se hace la victima.

— ¡Porque lo soy! — Exclamó la rubia haciendo que alguno clientes voltearan a verla.

— Querida te han dado el Oscar por tus dramas.

— Sabes bien que no son dramas.

—No soy responsable de todo lo malo que te ocurre el que perdieras tu trabajo no fue mi culpa.

It's a Hard Life || • John Deacon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora