3. The Drummer.

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Margaret no dijo nada no sabía que decir, estaba helada.

— Así que tú eres el famoso Roger Taylor — Mencionó Vanya lo que le sacó una sonrisa a Maggie.

— En efecto, — Respondió el baterista recargado sobre la mesa — Creo que no hace falta presentarme ya que mi reputación me precede. — Dijo sin dejar de mirar a la castaña — ¿Cual es tu nombre preciosura?

—¡Ja! Eso no creo que sea algo lo cual debas saber señor Taylor. — El rubio no dejaba de mirarla y Maggie no dejaba de sonreír ante lo que estaba presenciando — Soy Vanya y yo — tomó el último trago de su cerveza y a su vez levantándose de la silla — debo irme.

Al oír eso la camarera borró de inmediato esa sonrisa ya que el baterista se sentó en el lugar de Vanya y ahora estaba frente a la rubia.

— Te dije que nos volveríamos a ver linda.

— No creí que fuera tan pronto. — Respondió Maggie con voz suave apenas se le escuchó y sintió como sus mejillas comenzaba a arder.
Estaba nerviosa, pero ¿Quien no se pondría nerviosa con un baterista como Roger Taylor?

Roger sabía una cosa, esa chica sería solo de una noche pero lo que Margaret no sabía es que era chica de una noche, tal vez el baterista se apiadaría de ella y la vería más veces por lo linda e inocente que es.

Siguieron conversando de muchas cosas, Margaret se enteró que su compañía fumaba y era un gran amante de los autos, además antes de ser baterista estudio odontología y posteriormente biología dos carreras completamente distintas a lo que es hoy en día. — Pero ¿Por que estudiar eso cuando tú pasión es otra? — Preguntó la joven juntando sus manos.

Roger sonrió y le dio otra fumada a su cigarrillo — Hay linda, no siempre se puede vivir de tu pasión.

— Pero eres bueno en lo qué haces

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— Pero eres bueno en lo qué haces.

— Lo tomare con un cumplido — Margaret sonrió ante lo que dijo el rubio — Pero como yo se que soy bueno muchas personas puede decir que son buenas, el mundo no puede aceptar a tantos talentos, en ocasiones debes saber clasificar tus prioridades las cuales son hacer lo que amabas o alimentarte. Escogí las dos primeras carreras porque mi prioridad era no morir de hambre y aunque a veces sigo sintiéndome con hambre — La rubia río y siguió escuchando al baterista con bastante atención — he podido mantenerme con las ganancias que hemos generado Gracias a Freddie. — Ambos jóvenes sonrieron — En resumen si algo es tuyo la vida te lo hará saber.

— Es algo así como si amas algo déjalo ir si regresa es tuyo y sino nunca lo fue.

— Exacto, si Brian y el inepto e imbecil de Tim no hubiera buscado baterista yo hubiera seguido estudiando otra cosa. Pero basta hemos hablado demasiado de mi, cuéntame algo tuyo.

Margaret estaba nerviosa casi nadie le pedía hablar de ella, colocó su cabello detras de su oreja izquierda y comenzó a contarle — Mi padre nos abandonó cuando era pequeña, ¿sabes?, sin embargo no dejo de mandar su parte hasta que fui mayor de edad. Lamentablemente mi madre murió hace dos años y desde ese terrible acotencimiento he estado trabajando ahí, bueno hace tres años que trabajo en ese cafetería y aunque no gano mucho me ayuda a mantenerme con vida.

It's a Hard Life || • John Deacon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora