XVI
Feel
El palacio estaba en calma, todo el mundo dormía, pero YoonGi parecía ser el único incapaz de encontrar paz.
Después de dejar a NamJoon en su habitación, de revisarla a fondo para asegurarse de que no lo esperaba allí ninguna amenaza, de calmarlo lo suficiente como para poder dejarlo en manos de sus omegas, y de dejar a DongHee de guardia en la puerta, YoonGi se había retirado a su propia habitación, se había deshecho de la armadura, y tras sentirse agobiado y encerrado, salió a dar una vuelta por los jardines del palacio.
WooSeok no estaba por ningún lado, pero YoonGi no se veía con fuerzas de salir en su búsqueda en esos momentos. Estaba tan cansado que se le cerraban los ojos mientras caminaba, y tras unos momentos, se dio cuenta de que no tenía ni idea de donde se encontraba. Si no era capaz de moverse por el palacio por sí mismo ¿cómo diablos iba a encontrar a WooSeok en aquel maldito laberinto?
En vez de dejarse llevar por la vista, decidió guiarse por su olfato, siguiendo un aroma frutal y cítrico que le recordó a las naranjas que NamJoon había comprado en el mercado.
Aquella idea lo condujo directamente hacia un patio interior, donde descubrió que el olor provenía de los naranjos en flor que lo poblaban, frondosos e intensos.
YoonGi se dejó caer en uno de los bancos de piedra, tumbándose en él, derrotado y exhausto, cubriéndose los ojos con el brazo, encontrando aquel lugar tan buen escondite como cualquier otro.
— ¡Mira quién está aquí! ¡Si es mi yerno favorito!
Por poco YoonGi no saltó fuera de su propia piel del susto que aquel grito le produjo.
La noche era pura paz y silencio, la oscuridad casi plena salvo por el brillo nacarado de la luna, el olor de los naranjos tan intenso que no se había percatado de la presencia con la que compartía el espacio, pero cuando vio de quien se trataba, comprendió por qué no había reparado en ella.
La Reina HyoJung llevaba el aroma del azahar pegado a su piel, el olor que compartía con su esposa, la Reina HyunJoo, a través del mordisco en sus cuellos. Aquellos dos olores, el azahar y el incienso, tan complementarios que YoonGi no había sido capaz de percatarse de que ella se encontraba allí antes que él. O quizás había sido por el terrible cansancio que portaba sobre sus hombros. O por los perturbadores pensamientos que poblaban su mente.
YoonGi se dejó caer de nuevo sobre la superficie del banco, llevándose la mano al pecho tratando de calmar el salvaje latido de su corazón, sobresaltado por el susto que la Reina Consorte le había dado.
— Para considerarme su favorito, tiene una manera muy particular de demostrarlo... — admitió YoonGi con un susurro.
A la vez, trataba de no pensar en las implicaciones de ser el yerno favorito. Un par de días atrás lo habría considerado una broma. Ahora, se preguntaba si la Reina HyoJung consideraría a los otros alfas sus yernos también.
— Pareces cansado, YoonGi... ¿Te preocupa algo? — preguntó la Reina, acercándose a él en la oscuridad e inclinándose, haciéndole sentir a YoonGi la caricia de su melena sobre su barbilla.
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My moon and stars | BTS OT7 |
FanfictionLo más importante para un norteño es el honor, y si para mantener su honor YoonGi debía abandonar las frías montañas del Norte y casarse con el Príncipe NamJoon, el Hijo de la Luna, el futuro Rey Omega del Reino del Sur, YoonGi lo haría sin dudar...