XXVIII
Future
Tras unos pocos días de cortesía y descanso, NamJoon por fin salió de la cama, dispuesto a ponerse manos a la obra de nuevo. Mas la simple acción de ponerse de pie, bajar de la torre, bañarse y vestirse pareció dejarlo agotado. YoonGi descubrió entonces que NamJoon llevaba semanas encerrado en aquella habitación de las catacumbas desde que él se había marchado de regreso al Norte, y aunque aquella información despertó una ira casi homicida, no era momento de montar un numerito.
Todo había sido muy bonito durante aquellos últimos días con los chicos. Besos, juegos y risas cada día, viviendo en la pequeña burbuja que habían creado entre los siete. Pero aquello no podía durar para siempre, no cuando había un peligro inminente, no cuando aún tenían temas importantes que atender.
NamJoon y él decidieron que era hora de ponerse manos a la obra y terminar de atar todos los cabos que habían ido dejando sueltos.
Habían concertado una reunión con las reinas a primera hora de la mañana, y aunque NamJoon parecía exhausto con sólo caminar hacia el despacho de su madre, ambos sabían que no podían seguir posponiendo lo inevitable.
NamJoon lucía diferente, con su largo cabello suelto, constantemente echándolo hacia atrás con los dedos como un gesto compulsivo que podría haber adoptado de JiMin inconscientemente. Estaba un poco pálido en comparación con el tono dorado de su piel al que estaba acostumbrado, y las ojeras se marcaban profundamente bajo sus ojos, indicando que aún no estaba completamente recuperado, pero ni NamJoon quería permanecer ni un minuto más en cama ni él estaba dispuesto a impedírselo.
NamJoon se dejó caer en una silla tan pronto como llegaron al despacho, agotado, mientras que YoonGi optó por permanecer de pie, a su lado, vigilante, en guardia.
La Reina HyunJoo y su esposa ya estaban allí, esperándolos, por lo que la reunión no se demoró, dando inicio de inmediato, como si todos supieran que no tenían más tiempo que perder, y que cuanto antes tuvieran aquello aclarado, antes podrían poner en práctica sus planes.
— Aquí está nuestro pacto — fue lo primero que dijo HyunJoo, poniendo frente a ellos dos manuscritos exactamente iguales, una copia para cada una de las partes que formaban el contrato — Reúne todas tus peticiones, pero si aún hay algo que quieras añadir, podremos negociarlo antes de firmar.
NamJoon fue quien se hizo primero con el pergamino, dispuesto a leerlo meticulosamente antes de que YoonGi firmara un acuerdo que le comprometiera a algo que no estaba previamente pactado.
— En comparación con nuestras exigencias, las vuestras son demasiado generosas, Príncipe YoonGi — comentó NamJoon, la mirada clavada en el contrato mientras leía a toda velocidad.
— ¿Ahora nos hemos vuelto formales? — preguntó YoonGi con las cejas alzadas, tomando asiento en el brazo de la silla en la que estaba sentado NamJoon, quien alzó la mirada para observarlo con una sonrisa apretada en los labios.
— Estamos en una reunión oficial — dijo dulcemente NamJoon, sin darse ni cuenta de lo adorable que era.
— Si quieres añadir algo, pídalo ya, Príncipe — le apremió la Reina HyunJoo, masajeándose las sienes, tratando de ignorar los coqueteos que YoonGi y NamJoon se traían entre manos.
— Quiero que todo lo que tenga que ver con el harén pase a ser completa decisión nuestra — dictaminó YoonGi, volviendo a centrarse en los asuntos importantes.
La Reina frunció los labios y se cruzó de brazos, reclinándose en su asiento con los ojos clavados en YoonGi con desaprobación.
— Te veo muy interesado en el dichoso harén — le atacó la Reina, tensa como la cuerda de una guitarra — Son tus competidores... ¿Qué piensas hacer cuando se conviertan en una molestia?
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My moon and stars | BTS OT7 |
Hayran KurguLo más importante para un norteño es el honor, y si para mantener su honor YoonGi debía abandonar las frías montañas del Norte y casarse con el Príncipe NamJoon, el Hijo de la Luna, el futuro Rey Omega del Reino del Sur, YoonGi lo haría sin dudar...