My moon and stars | BTS OT7 |

7. Pride

VII

Pride

El corazón de NamJoon amenazaba con abandonar su cuerpo, latiendo tan fuerte que retumbaba en las paredes de su pecho de forma dolorosa, aumentando su presión sanguínea y provocando un sordo dolor en sus sienes.

Su madre siempre había sido una figura de autoridad y respeto para él. No era que no fuese maternal, o que no hubiera dado suficiente cariño a NamJoon durante su niñez, al contrario, NamJoon se había considerado un niño alegre y feliz, querido y apreciado por sus padres, pero mientras su padre era toda juegos y diversión, la parte despreocupada de las dos, HyunJoo siempre había sido estricta y bastante severa con él.

NamJoon quería a su madre, la amaba con locura, pero a menudo tenía ese miedo de hablar, de comunicarse con ella de la misma forma en que lo hacía con su padre, porque donde Hyolyn era comprensiva y amistosa, HyunJoo podía llegar a ser intransigente y tozuda si NamJoon se excedía al exteriorizar sus opiniones y su propio pensamiento crítico.

Hyolyn lo acompañó todo el camino hasta la biblioteca sosteniendo su mano, balanceándolas entre los dos, tarareando una canción, porque desde niño eso siempre había conseguido calmarlo, pero no en ese momento en el que NamJoon estaba sufriendo por tener que enfrentarse a su madre.

Hyolyn se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla a NamJoon antes de abrir las puertas del despacho de su madre, entrando tras él y cerrándolas a su paso, dejándolos a los tres a solas para lo que sería su pequeña reunión familiar.

HyunJoo estaba sentada tras su escritorio, rodeada de documentos y pergaminos extendidos sobre la mesa, con su largo cabello platino recogido en un gran moño, feo, pero cómodo que mantenía todo su pelo fuera de su rostro. Se la veía cansada y algo estresada a juzgar por las bolsas bajo sus ojos sin maquillar y la tensión entre sus hombros.

La Reina levantó la mirada en cuanto advirtió las presencias de su hijo y su esposa, siguiéndolos con la mirada mientras se acercaban a ella en silencio, cuidadosos, con miedo de molestarla. Hyolyn de inmediato se acercó a darle un breve beso en los labios desde atrás, posando sus fuertes manos en los hombros de su esposa, masajeándolos suavemente, haciendo que HyunJoo se relajara visiblemente, agradeciendo los intentos de su alfa por reconfortarla.

NamJoon apartó la mirada y juntó sus manos a su espalda, dándoles un momento de privacidad a sus padres, pero ellas no parecían necesitarla.

— Acércate, NamJoon — le pidió HyunJoo tan pronto NamJoon bajó la vista — Quiero hablar contigo.

NamJoon obedeció, dando tres pasos más, situándose justo en frente de su madre, al otro lado del escritorio.

— Madre, si es sobre SeokJin...

— Sí, lo sé — lo interrumpió HyunJoo, haciendo un gesto desdeñoso con su mano, irritada de sólo escuchar el nombre del alfa — Acepté que tú te hicieras cargo de eso, y siempre y cuando lo mantengas controlado y que no vuelva a repetirse, no quiero darle más importancia.

NamJoon dejó escapar el aire que no se había dado cuenta que había mantenido dentro de su cuerpo. Desde que supo que su madre quería hablar con él, había estado acumulando la tensión, pensando que insistiría sobre el castigo que merecía SeokJin por exceder sus límites. No podía evitar sentirse aliviado porque su madre dejara en paz el tema.

— Sin embargo, la falta de discreción de los alfas de tu harén con la llegada del Príncipe me ha dejado muy preocupada... — continuó la Reina, recostándose en el respaldo de su asiento, acariciándose el labio inferior con una de sus largas y afiladas uñas, pensativa — Los norteños son unos retrógrados... Creen en la superioridad del alfa, como sucede en casi todos los Reinos de Han. Pero por mi experiencia en las veces que he ido de visita, he podido comprobar que ellos están especialmente aferrados a estas ideas. Lo último que nos interesa ahora es que se entere de la existencia de tu harén.