Secreto

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NOTA: mini cap de vacaciones!

Soleil, ¿quién le pone a su hijo de nombre Sol?

ACTUALIDAD
A decir verdad a él le gustaba ese nombre, le hacía pensar que Kongphob pensaba en el. Porque, Arthit definitivamente pensaba en el, en su dolor de cabeza personal.

Arthit no comió esa tarde, solo revolvió la comida en su plato, el chico frente a él comía muy despacio y lo observaba cada 5 o 10 segundos.

-¿Kongphob? ¿Por qué me miras tanto?- su mirada lo volvía loco, no tuviera tan herido el corazón, se habría lanzado en picada directo a los brazos del menor.

HACE DOCE AÑOS
Hace doce años Arthit se preguntaba por qué sus padres lo habían abandonado, hace doce años Arthit quería huir del mundo y esconder lo que era, hace doce años Arthit... El odiaba su nombre...

-P'Arthit... ¿Te gusta el sol? - los días de verano los pasaban tendidos bajo el sol. El calor mermaba todas sus energías, a Arthit no le gustaba el calor, pero recordaba sus vacaciones en la playa con sus padres, quería volver a la playa y correr en la orilla, bañarse en el mar...

-Nong, voy a salir de aquí, y me voy a vivir a la playa. - el mayor miraba las nubes imaginando se una vida normal.

-Arthit no te vallas sin mi, yo te voy a acompañar. - el corazón de Arthit brinco dentro de su pecho, por primera vez, sintió calor en su interior.

-tu tienes una familia que te quiere y te protege, no debes alejarte de ellos. - por un instante se imagino una vida junto a Kong.

-Arthit, si quieres huir, puedes venir a mi casa... -
-Kongphob! ¿no te enseñaron a respetar? Debes llamarme P'...- trataba de esconder el sonrojo en sus mejillas, escuchar su nombre sin honoríficos se sentía tan bonito.

ACTUALIDAD
-¿P' estas bien? - Kongphob le traía de regreso a la realidad. - ¿me escuchaste?

-estaba pensando en como castigarte... - sonrió con superioridad

-¿castigar me por qué? Te gusta castigar e y no se por qué razón

-voy a castigarte si le dices a alguien lo que sabes de mí. -golpeó la mesa en modo de amenaza.

-¿castigo por decir que me casaré contigo? - Kongphob sonreía de la forma más linda y seductora que conocía, y fue eso presisamente lo que más lo hizo enfadar.

-¿quién dijo que me voy a casar contigo? - recordaba perfectamente que Tuta tenía una cita con su dolor de cabeza.

-tu dijiste que, cuando fuese un gran ingeniero te casarías conmigo-Kongphob se abrazo a su botarga - ¿vas a abandonarnos de nuevo?

Arthit no se quedo para seguir escuchando, no solo Kong recordaba semejante promesa, también tenía el descaro de insinuar que el lo abandonó. El tema del abandono tenía un matiz mucho más profundo que una promesa infantil, el mayor se tiro en la cama a llorar, el no abandonaría nunca a su familia, y menos a un hijo, el no repetiría la historia.

Kongphob se dio cuenta demasiado tarde de lo que había dicho. Primer intento de acercamiento fallido.

Lamentablemente no tenía su número de teléfono, ni sabía donde vivía, la única forma de volver a hablar con él sería frente a frente en la facultad. Pero primero tendría que quitarse esa botarga.

DIEZ AÑOS ATRÁS
Después de la charla familiar acerca de Arthit, Tum y Lai, los amigos del pequeño Kong, la familia Suthiluck seguirle el juego por algún tiempo.

-mamá, ¿P'Arthit puede venir a vivir con nosotros? El no tiene familia, ¿puedo prestarle mi familia? - en la corta vida de Kong el amor de su familia era lo único que importaba, aún no lograba entender como podía una familia abandonar a su hijo. Por eso el quería darle una familia a su solecito.
-¿Quieres compartir tu familia con tu amigo? - Kongphob se vio envuelto en los brazos de su madre y comenzó a llorar.
-¿por qué lloras mi pequeño?
-¿tu nunca me vas a abandonar? ¿No me vas a cambiar por N'Kit?

ACTUALIDAD
Ese era el día perfecto para que el elebador fallará. Primero había cometido un grave error al mencionar el abandono, P'Tuta había insistido en hacer efectiva la cita, cita que era parte responsabilidad de Arthit, pero no pudo negarse, después subir cuatro pisos con su imaginario bebé sol y una mochila pesada.

Casi sentía pena por las personas embarazadas que tienen que subir escaleras a diario. Pero era un precio justo por su secreto.

SoleilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora