Primera vez

1K 128 7
                                    


ALGUNOS AÑOS ANTES

Arthit estaba sentado en primera fila, no porque fuese su clase favorita ni por que el tema fuese de su agrado, solo no soportaba las bromas de sus compañeros. Con quince años casi recién cumplidos todos en su clase tenían las hormonas a flote, muchos de sus compañeros comentaban y presumían como había sido su primera vez, en aquel momento el recuerdo de su amor infantil estaba ya un poco borroso, y sus afectos se volcaban sobre la chica más bonita del colegia, y que además era su amiga.

En algunos momentos Arthit podía imaginar cómo sería hacer el amor con aquella chica, venga que de aquello iba la clase: RELACIONES SEXUALES Y ENFERMEDADES DE TRANSMICION SEXUAL; embarazo y métodos anticonceptivos seria el próximo tema.

Pero justo ahora, después de la explicación sobre relaciones heterosexuales, el tema se volvía complicado para Arthit, relaciones homosexuales. Él era un doncel, lo sabía desde pequeño, en el albergue le habían explicado que él podría quedar embarazado solo, por supuesto si tenía relaciones sexuales con otro hombre, había visto cientos de videos informativos sobre como eso sería posible y de ninguna manera se sentía cómodo con la idea de tener algo enterrado en su ano. Si, era un buen estudiante y no sentía vergüenza de llamar por su nombre todas las partes de su cuerpo, que está por demás decir, tenía un buen cuerpo para tener solo 15 años. Hacia ejercicio y se alimentaba bien, aunque tenía una ligera capa de grasa abdominal.

¿A quién engañaba? Había fantaseado un par de veces con la idea de ser el que llevase el rol pasivo en una relación, incluso probo con estimular esa parte sensible de su cuerpo, descubrió cosas muy interesantes, como que su cuerpo lubricaba de forma natural al sentirse excitado, que sus pezones se volvían extremadamente sensibles y que había una parte de su cuerpo entre el ano y sus testículos que le causaba un placer extremo con solo rosarlo.

ACTUALIDAD

Dos meses, eso llevaba de novio con Kongphob, dos dulces y tiernos meses, salpicados de breves momentos candentes en el armario. A pesar de ellos, mejor dicho, a consecuencia de eso, Arthit tenía frecuentemente sueños húmedos, afortunadamente todos esos momentos vergonzosos habían ocurrido cuando estaba solo en su dormitorio, sabia por experiencia que su joven novio tenia los mismos problemas, los fines de semana que había paso en casa de este, Arthit despertaba sintiendo un duro bulto frotarse entre sus nalgas, por vergüenza se hacia el dormido, y esperaba en silencio a que Kong despertara, se diera cuenta de lo ocurrido y corriera al baño. 

Justamente esa mañana Arthit había soñado (por milésima vez)  como sería la primera vez que tuviera sexo con Kongphob, su sueño no había sido para nada tranquilo, ya que en él, Kong se volvía salvaje con él, lastimándolo severamente.

Aquel sueño giro en su mente toda la mañana y toda la tarde, al grado de no contestar los mensajes ni las llamadas de su novio. 


KONGPHOB.

Esa noche se celebraría una fiesta en la azotea de la facultad de ingeniería, celebraban el final del semestre, los novatos agradecerían a los sénior por su ayuda y apoyo durante las novatadas, algunos llevaban regalos para sus superiores, algunos más por miedo que por agradecimiento. (M, ¿eres tú?). El joven estudiante había intentado contactar con su novio todo el día, quería saber si asistiría al evento, si podrían ir juntos, o si debería fingir que no se conocen; pero no obtuvo respuesta.

Al final tuvo que asistir por insistencia de sus compañeros de código; estando en la fiesta Kong se sentía extraño, su novio, Arthit estaba sentado en la barra bebiendo lo que parecía jugo de frutas, pero a razón del rostro sonrojado de algunos mayores ese jugo tendría un poco de licor, lo extraño para Kong, y más que extraño, incómodo y doloroso era ver al mayor con el teléfono en la mano pero sin responder sus mensaje. 

Por el bien de su corazón decidió, no acercarse al grupo de los hazer, se fue arrinconando lentamente escondiendo su tristeza entre las risas y comentarios de sus amigos. Sus amigos intentaban hacerlo beber un poco, para sacarle información de su novia, pues aun no olvidaban que Kong había publicado estrellas de mar para su novia, algunas chicas algo atrevidas se proclamaban a sí mismas como la novia de Kong, aunque en son de broma, aquellos comentarios llegaron a oídos de los mayores. Por supuesto a Arthit eso no le había gustado nada, no solo porque le suponían que era una chica (si, ya sabemos a Arthit no le gusta que lo llamen mujer), sino porque un par de esas chicas estaban demasiado cerca de su novio.

Armado con el valor que proporciona el alcohol se acercó al grupo de nong con la firme intención de reclamar lo que es suyo.

-¡0062 KONGPHOB!- aquel llamado hizo que más de uno guardara silencio, estaba de frente a su novio y con el espacio que habían abierto los novatos al escucharlo se acercó a paso firme hasta el empujando a las chicas y plantando un beso salvaje y dominante en los labios del joven.








SoleilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora