Recuerdos

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RECUERDOS

ARTHIT

Estar en un lugar extraño, rodeado de gente extraña lo ponía nervioso, a sus 8 años, Arthit ya sabía lo que es el abandono, intento de violación y podía decir sin temor a equivocarse que su corazón dolía más que la herida en su mejilla. En su corta vida en aquel lugar existían tres personas que le hacían más amena su estancia; P'Tum, su primer amigo en el albergue, un amigo que no lo trataba como una niña; N'Lai un chico lindo, de hermosos y grandes ojos grises labios y mejillas rosas, si no supiera que Lai era un chico el lo habría confundido con una niña; y su favorito Kong, N'Kongphob.

Recordar a Lai y Kongphob siempre le partía el corazón. El día que lo transfirieron a otro albergue, fue el día que su corazón volvió a doler.

El sábado temprano los chicos mejor adaptados tendrían que ir a un orfanato en a la ciudad, Arthit busco a Kong toda la mañana para despedirse, como no tenía mas que darle, llevaba en sus manitas el pequeño robot azul que sus padres le habían regalado. Ese robot era todo lo que le quedaba, todo lo que podía llamar propio, y deseaba que Kong lo tuviera para recordarlo.

Sus ojos estaban tristes y aguados, el camión partiría pronto y aun no encontraba a su nong favorito. Casi se había rendido cuando llegó al árbol donde solían pasar las tardes, Kong no estaba solo, Lai estaba con él, y le besaba la mejilla.

Los recuerdos de su infancia aparecían repentinamente cada vez con más frecuencia. Creía que quizás sería por que Kong era su novio ahora. Suyo y de nadie más. ¿Escuchaste eso Lai?

Sacudió aquellas ideas de su cabeza. ¿Cómo es que podía sentirse celoso de un recuerdo?, hacía muchos años que no sabía nada de P'Tum y N'Lai, mucho tiempo desde que P'Tum tuvo que dejar el orfanato porque ya era bastante mayor, solo dos meses después Lai escapó y jamás volvió a saber de ellos.

Terminó de bañarse, hoy sería la última novatada, el día de captura la bandera.



KONGPHOB

El evento casi había terminado, pero no podía dejar de observar el trozo de hilo blanco que adornaba su muñeca izquierda. Mientras todos sus superiores estaban sentados en el suelo del campo entre cientos de velas atando pulseras a los novatos, Kong estaba detrás de las gradas consolando a un melancólico hazer.

-P'Arthit, ¿por qué lloras? ¿te he conmovido la ceremonia?

-¿de qué hablas?- estaba envuelto en los brazos de Kong, ocultando sus emociones, para todo el mundo Arthit era un villano, para su novio era solo un chico que necesitaba amor, y Kong tenía mucho amor para darle.

-¿vendrás a mi casa?- el joven recibió un golpe seco en el pecho

-¿estas loco? ¿por qué iría contigo?- terminó de limpiar sus lágrimas y enfrentó al descarado de su novio.

-mis padres quieren platicar contigo... - Kong hizo un lindo puchero -P'Arthit na khrap...



ARTHIT

Cuando Arthit aceptó ir a cenar a casa de Kongphob pensó que tendría un par de días para prepararse, pero en su lugar estaba parado nuevamente en el vestíbulo de esa gran casa.

Caminó como autómata detrás de Kong hasta la planta alta, observaba cada detalle de lo que para él era una mansión de cuento de hadas. Se mordía la lengua para no regañar a su novio por no permitirle cambiar su ropa primero. La casa estaba muy limpia y él se sentía fuera de lugar, estaba sudado y por estar tanto tiempo parado en el sol.

-¿quieres bañarte antes de cenar P'?- cerró los ojos y agitó la cabeza alejando sus pensamientos dramáticos de su cabeza. La casa de la familia Suthiluck le recordaba a las series románticas que solía ver Tutah.

-¿que?- volvió la vista a la ropa que le tendía el menor.

-¿que si quieres tomar un baño antes de la cena? o tal vez despues...- Kong le dedicó una sonrisa pícara, avanzó hacia el acorralando contra la pared. Arthit estaba muy nerviosa ya, y recien entendio que tal vez Kongphob lo había engañado para entrar en su habitación.

-ni se te ocurra- el mayor trago fuerte y respiro profundo recuperando su postura, Kong tenía la asombrosa habilidad de debilitar sus piernas en varios sentidos. Se alejó del joven recorriendo la habitación.

-¿qué? yo solo te pregunte si querías bañarte P'...- se mordió la lengua, no había pensado en ello hasta que Arthit lo mencionó. Sí, Kong tenía necesidades propias de la edad y la situación, pero no planeaba que eso sucediera esa noche. -P'Arthit yo no...

Sus palabras quedaron en la nada, su novio estaba parado frente al librero del otro lado de la habitación con la mirada clavada en cierto objeto.

-¿como conseguiste esto?- Arthit tomó aquel pequeño robot azul en sus manos, y sus ojos empezaron a humedecerse. -Kongphob...

-el día que te transfirieron, yo...- Arthit rompio en llanto abrazando aquel juguete, con una mezcla extraña de recuerdos, por una parte era todo lo que tenía de su familia, y por otra el doloroso recuerdo de Lai besando a Kong. -lo encontré en el suelo cuando saliste corriendo, intenté alcanzarte pero no te encontre más...

-P'Arthit, ¿estas bien?- intentó acercarse, su corazón estaba siendo herido con cada lagrima que caía de las mejillas de su novio.

-tu lo tuviste todo este tiempo... ¿por qué?- entre sollozos escucho al mayor reprocharle aquel acto

-tu... era tuyo y yo, yo quería conservar algo de ti para recordarte P'

-creí que solo te interesaría recordar a Lai- el robot seguía en sus brazos y las lágrimas seguían cayendo pero lentamente.

-¿Lai?- Kongphob tenía vagos recuerdos de los niños del albergue, sino eran P'Arthit poco recordaba de ellos.

-si, tu novio Lai, el que te beso en nuestro árbol- dirigió la mirada al suelo, no quería admitir que estaba celoso de un recuerdo.

-pero tú eras y sigues siendo mi novio P', ¿estas celoso de Lai?- Arthit trataba de huir de su abrazo, empezaba a molestarle escuchar ese nombre, quería salir de esa casa y esconderse en su cama.

-no te creo Kongphob, seguro que prefieres estar con Lai...

-P'Arthit, no se de que hablas

-Lai escapó para buscarte, el siempre dijo que tu y el...

-P'Arthit, después de ese día nunca volví a verlo, y solo pensaba en ti...- sujetó el rostro del mayor obligandolo a mirarlo -P'Arthit ¿como puedo hacer para que me creas? ¿quieres más estrellas?

Arthit suspiro, era infantil seguir molesto por un recuerdo, aunque no estaba convencido de que Kong no extrañara a Lai o de que nunca se vieran Lai y Kong.

-P'Arthit, ¿me devuelves mi robot?- Kong lo tenía firmemente abrazado, pero aún tenía ganas de portarse travieso con el mayor.

-eh? es mio

-no, tu lo olvidaste, yo lo recogi, es mio- Kong se inclinó sobre Arthit juguetonamente.

-es mío, mis papás me lo compraron cuando...- sus ojos amenazaban con inundarse de nuevo. Solo de dejo caer en la cama y le entregó el juguete a Kong.

-Arthit, yo... puedes conservarlo si es tan importante para ti- se recostó junto a él, devolviendo el juguete.

-Kongphob,- miró seriamente a su novio -de verdad...

-Arthit de verdad solo me importas tú,- kong se inclinó sobre su novio de manera seductora

-Kongphob, sigo siendo tu superior no lo olvides- el mayor jalo a Kong por el cuello de la camisa para besarle suavemente, quizás era tiempo de dejar el pasado atrás. Los recuerdos eran solo eso, recuerdos.

-P'Arthit... creo que necesito una ducha fría...

-¡Kongphob!


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