Primera vez (2)

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-P'Arthit...- el nombre salió de sus labios en un susurro de sorpresa. Si ya antes se habían quedado en silencio los novatos con aquel acto hasta la música se detuvo, todos los presentes en esa azotea los miraban sorprendidos, todos menso M y los amigos de Arthit.

-¿eso quiere decir que ustedes dos están saliendo?- Bright que sorprendentemente no estaba borracho (aun) bromeo con su amigo.

-¿tienes algún problema con eso?- Arthit tomo a Kongphob por la cintura acercándolo más a él. Parecía que el alcohol había abandonado ya su sistema, pero sus mejillas seguían teñidas de un brillante rosa.

Todos aplaudieron al unísono. La música regreso y quienes estaban cerca de la pareja los felicitaron.

-¿por eso lo hacías enojar?

-¿para el eran las estrellas?

Los comentarios empezaron a llegar lentamente pero a ninguno respondieron, es más se alejaron lentamente de la multitud que después de algunos minutos ya no prestaban atención.

-P'Arthit tengo un regalo para ti... -sacó de la bolsa que llevaba un pequeño robot de color rojo, hecho con piezas de mecano, el robot tenia ruedas en la parte de los pies, lo que indicaba que podía transformarse en un auto. Los ojos del mayor se iluminaron un instante. –creí que te gustaría más que un ramo de flores.

-yo quería rosas- hizo un pequeño puchero, que tuvo que cambiar inmediatamente cuando Kong se levantó con la intensión de irse

-¿A dónde vas?- lo detuvo jalando su brazo.

-conseguiré flores P'- Arthit sonrió y abrazo a su novio con timidez.

-mejor vayamos a mi dormitorio Kongphob. - Arrastró a su anonadado novio por la azotea hasta la salida, él también tenía un regalo para Kong, pero no podía dárselo ahí.

No era la primera vez que Kong visitaba el dormitorio del mayor, pero aun así quedó sorprendido al ver la decoración. El lugar está decorado con globos rojos y algunas velas, así como un enorme ramo de rosas en medio de la cama.

-¿es un regalo para mí?- giro para encarar al mayor, pero se encontró con la sonrisa malvada de un hazer, lo que lo hizo temblar.

-¿qué dices?- Arthit fue caminando lentamente empujando al menor hacia la cama.

-¿pero...?- si Kong no entendía nada de lo que pasaba lo reflejaba en su mirada curiosa.

-si mal no recuerdo, fuiste tú quien dijo que llevaría en su vientre un bebé mío...- el mayor lo atrapo entre sus brazos cuando este intento huir al tocar el borde de la cama.

-P' yo no puedo... yo...- su curiosidad cambio rápidamente por una mirada de lujuria cuando el mayor se apodero de su boca –yo no puedo quedar embarazado P'...

-lo sé- metió sus manos dentro de la camisa de Kong, navegando a ciegas sobre la piel cálida y tersa. –pero podemos intentarlo.

Una lluvia de besos salvajes y caricias hambrientas fueron desplegadas entre ellos, al igual que sus camisas que pronto fueron lanzadas por el aire. Kongphob se dejó caer en la cama a lado de las rosas su torso desnudo brillaba con pequeñas gotas de sudor, el aire acondicionado estaba prendido pero el calor que desprendían sus cuerpos era mayor. Jadeo con fuerza, cuando Arthit desabrocho sus pantalones y los jalo para quitárselos, ni tardo ni perezoso Kong le ayudo con aquella molesta prenda, se lamio los labios y se sentó en la cama, la imagen frente a él era lo más sexi que jamás había visto, su novio estaba frente a él, con el torso desnudo quietándose los pantalones, se acercó lentamente lamiendo el pecho de este.

Cuando se hubo desecho de toda su ropa, Arthit empujo a Kong nuevamente sobre la cama y se recostó sobre el frotando sus miembros erectos con un poco de fuerza provocando gemidos erráticos en ambos.

Kongphob, más que excitado, esperaba que su juego fuese eso, un juego atrevido como aquellos encuentros de armario que solían tener. Abrió los ojos sorprendido cuando sintió que sus piernas eran separadas y el mayor se acomodaba entre ellas.

-P'Arthit...- gimió el nombre del mayor suplicando que su erección fuese atendida, llevo una mano al miembro contrario solo para ganarse un mordisco en los labios.

-Kong ¿sabes cómo se hacen los bebés? –Arthit estaba jugando con el menor para ocultar sus nervios, moría de ganas por culminar el acta sexual con el protagonista de sus fantasías, pero aun no estaba listo para ser el que llevase el rol pasivo toda su vida, por una vez, y aunque fuese solo por una vez quería ser el dominante.

El más joven empujo sus caderas frotando sus cuerpos ligeramente, las palabras habían muerto en su garganta, estaba excitado y necesitado. Si bien su cuerpo no lubricaba naturalmente al no ser un doncel, estaba listo mentalmente para recibir a su novio dentro. Empujo al mayor los suficiente para dejarlo de rodillas sobre la cama, teniendo espacio suficiente para incorporarse delante de él y tomar en su boca aquel cuerpo caliente y duro como roca, no era la primera vez que le hacia una felación al mayor, pero en esta ocasión la habitación esta iluminada y le permitía ver claramente lo que estaba degustando. El pene de su novio no era muy grande pero su bastante largo, y tenía una forma cónica, que, como había leído facilitaría el sexo anal, el agradecía eso, el caramelo caliente y palpitante que devoraba con gusto tocaba el fondo de su garganta de vez en cuando, provocando fuertes gemido del mayor, eso lo hacía feliz.

Arthit enredo sus dedos en el cabello de Kong, guiando su cabeza en un ritmo frenético mientras se acercaba a la gloria, jalo de este con un poco más d fuerza de la que quería usar y le obligo a levantarse, necesitaba besar a su novio, morder su piel y poseerlo. El calor se acumulaba rápidamente en su vientre y su cuerpo lubricaba aun sin quererlo.

-Kongphob- murmuro bajito mientras besaba salvajemente la piel de su pecho -¿puedo tomarte primero?- urgido y todo, pero aún tenía algo de cordura en él. Kong no dijo nada, bajo la cabeza dejando un rastro de besos húmedos sobre la piel del otro, lamio y mordió los pezones de este antes de acostarse de nuevo en medio de la cama, y separando las piernas, Kong creía que esa imagen era demasiado, pero le estaba dando permiso a Arthit para hacer con él lo que quisiera.

Se reclino sobre el joven nuevamente, golpeado suavemente su pene erecto entre las nalgas de Kong, se estiro tanto como pudo para tomar el gel lubricante y los condones que ya tenía preparados. Abrió la botella de gel y tomo un poco del espeso liquido en sus dedos, sonrió con malicia, estaba pasando, sus fantasías se volvían realidad. Volvió a besar al más joven mientras llevaba sus dedos empapados directo y sin escalas al apretado ano de este. 

Kongphob le mordió ligeramente cuando el primer dedos entro en su cuerpo, aquel digito se movía suave y lentamente, de adentro a hacia afuera, de igual manera lo hacia la lengua de su novio dentro de su boca, el joven estaba un poco mareado de calor, su propia erección empezaba a gotear liquido pre seminal. Arthit beso su cuello y torturo sus pezones con suaves mordidas cuando un segundo dedo se aventuró dentro de Kong.

-P'... ammm- gemidos suaves fueron llenando la habitación mientras los dedos del mayor hacían un movimiento de tijeras en su interior, era difícil para el relajarse imaginando que tan doloroso podría llegar a ser. 

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