Perfectly Imperfect [Norann/Noranna]

Besos (inocentes) en la lluvia

A V I S O: Puedes escuchar la música para más placer <3 y es en el universo cánonico.

Nunca lo habían previsto. Ni Anna ni Norman.

Simplemente, había pasado. Sólo sucedió.

Primero habían estado hablando sobre lo que sentían al no poder llegar a quienes querían. Se desahogaron, lloraron, gritaron, maldijeron y hasta se quejaron. ¿Por qué no pudieron estar con ese ser que tanto amor le habían profesado? ¿Por qué simplemente no?

Y cuando terminaron de sufrirlos, se dedicaron a reconfortarse en silencio. Él secando sus lágrimas, y ella acariciando su espalda y cabellos; y en ese momento, simplemente pasó.

Se besaron.

Se besaron, degustando el sabor salado que las lágrimas habían dejado. Se consolaron. Inevitablemente se amaron en un día lluvioso.

Sólo querían olvidar, y eso hicieron.

Y cuando Norman se vino a dar cuenta, se sintió mal. La había usado, y lo mismo pasó con ella; desde ese día, no podían evitar mirarse sin sentir culpa y vergüenza.

Y eso no pasaba desapercibido por los demás, más por Ray, Emma y Nat.

Norman le contó lo sucedido a Ray y Emma. Mientras que Anna le contaba lo sucedido a Nat.

Ray y Emma lo apoyaron, no lo juzgaron en ningún instante por muy mal que haya sido la situación. Es más, le pidieron disculpas por no haberlo tomado en cuenta.

Nat abrazaba a Anna, diciéndole que no había sido culpa suya. Simplemente no había culpables.

- Entonces, ¿Qué sientes por Anna?

- ¿Qué sientes por Norman?

Ninguno de los dos supo que responder. Todo se había dado tan repentinamente, que no repararon en eso; fueron semanas en las que se les veía un tanto ausentes, y hasta en cierto punto, perdidos.

Tanto así que a Anna tuvieron que dejarla fuera de la enfermería, y el grupo de Norman tuvo que sacarlo de su oficina.

Fue ahí, que, sin querer, se volvieron a encontrar. Anna sonrió, saludándole, y Norman hizo lo mismo.

Se sentaron uno al lado del otro en la fuente del refugio. En silencio, pues casi estaban metidos en sus pensamientos, esperando también a que el otro hablase.

Fue Norman quien inició la conversación.

- ¿Cómo has estado? – no era la mejor manera, pero no quería seguir en silencio. Anna sonrió débilmente.

-Supongo que bien. ¿Tú?

-No del todo, pero ahí voy. – sonrió, incómodo.

-Yo... Todavía recuerdo bien lo que pasó ese día. – se sinceró la fémina, mirando sus manos. Norman la miraba en silencio. – Yo... lamento mucho haberte usado... No estuvo bien, lo sé.

-También lo siento.

-Pero, lo he pensado en estas semanas y... La verdad es, que no me arrepiento de lo que pasó. – alzó la mirada, encontrándose con la de él. - ¿Tú te arrepientes de lo que pasó ese día, Norman?

-En un principio lo hice. Lo hice porque no fue correcto, pero, ¿Crees que está bien que yo quiera volver a repetirlo? ¿Está bien que yo quiera volver a hacerlo contigo, Anna?

Acunó su rostro en sus manos, ella se dejó hacer. Lo necesitaba.

- ¿Está mal que yo también quiera?

No.

Se abrazaron, y con eso bastaba por el momento. Ya luego en la intimidad, podrían compartir un beso y tal vez, algo más.

Porque tal vez, sólo tal vez, y un nuevo sentimiento surgía entre ambos. Todo, en un día lluvioso.

-Traumada Taisho

Me emocioné, y de seguro ya los cansé. ¿Me perdonan?