To the Sky

19

-Tengo tantas cosas que preguntarte antes de recibir tu bendición.

No hay nadie más, ambos están solos en una privacidad que no han tenido desde hace mucho; (...) aprieta los labios entre ellos y apenas cierra los ojos, ver a Noctis ahora se le estaba haciendo doloroso, porque eran casi iguales, era como ver a Somnus frente a ella una vez más.

-Y te responderé todas las que pueda -se suelta del agarre en su muñeca, tomando su mano con las suyas, dando ligeras caricias a sus nudillos- pero antes déjame quitarte la tierra de la cara.

Sonríe casi sin gracia, pero no objeta cuando pasa un trapo ligeramente mojado por su perfil, por algún motivo siente que a (...) le duele verlo, como si viera a alguien de su pasado, ¿Acaso le recordaba a su padre? No se había visto mucho en el espejo retrovisor pero podía decir con certeza de que sí se parecían un poco, ¿le dolería el recordarlo tanto como a él?

Una vez hubo terminado, ella volvió a sentarse a un lado suyo, con las manos juntas en su regazo.

-Sé que tienes muchas, muchísimas preguntas sobre todo esto -sin darse cuenta, se siente intimidada por el azul intenso de sus ojos, pero tiene preguntas que no lo dejan tranquilo y le pide respuestas a ella, ¿Cómo podría negarse aunque eso la incomode de sobremanera?- puedes hacer cualquier pregunta, pero tengo que decirte que no todas las respuestas serán buenas o malas.

Hay silencio, es verdad, hay demasiadas cosas flotando en su mente, pero una esta por encima de otras.

-¿Por qué permitió que pasara? -hay dolor en su voz, (...) mira como Noctis lleva la mirada al piso y parece contenerse de gritar de pura frustración, esa pregunta estaba encadenada a otras que salieron tan rápido de su boca que a (...) le costó entenderlo- ¿por qué dejó que me fuera? ¿por qué se quedó? ¿por qué sonreía? -ya sabe de quien esta preguntando, no tiene ni que decirlo- ¿por qué decidió quedarse a morir? ¿por qué no me dijo nada?

Suspira, se lleva una mano al hueso de la nariz y lo aprieta, tratando de darse serenidad y no queriendo que las lágrimas corran por sus mejillas.

-Cuando tenias 5 años, se enteró de que eras el elegido por el cristal -musita- eso lo destrozó, porque significaba que tú, que tú vas a... -se calla porque ya no tiene palabras para continuar, recuerda ese amargo momento, donde tuvo que correr para sostener a Regis que casi se desvanece cuando las fuerzas le fallaron por la noticia, no pudo mantener su serenidad en cuanto cruzó la puerta de su habitación, se quitó la fachada de rey y se aferró a ella mientras le daba la noticia y se lamentaban juntos- ningún padre quiere eso para su hijo, siempre quiso que fueras feliz sin importar qué.

Le cuenta todo, que cada decisión que Regis tomó en su vida fue por bien, para que fuera feliz, no quiere llorar porque de otra manera, ¿Quién iba consolarlo a él?

-Te amaba, te amaba tanto que la sola idea de perderte lo llevó a decidir lo que creyó correcto-recuerda el tacto de su mano en su hombro, cuando le dio aquel pequeño empujón hacia adelante y la alejaba del peligro, sus uñas clavando su poco filo en la pared de magia cristalizada.

Recuerda las palabras que Luna dijo mientras ella estaba aún en shock.

"No, por favor, no" hubiera dicho lo mismo si no supiera que este era su manera de ir en contra de los designios del destino, una forma desesperada por cambiarlo, ¿Cómo pedirle quedarse cuando ya era suficiente? Lo único que pudo hacer fue mantenerle la mirada para que no se sintiera solo, porque dejar de existir es aterrador.