Extra: Ignis

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Este extra, esta relacionado con el final verdadero al igual que el final del capítulo Ignis.

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-Cariño, sigue a mamá -las suaves palabras de su madre junto al ligero impulso que su mano ejerció en sus hombros lo hizo hacer una ligera inclinación.

En frente de ambos, pasaban su padre, los consejeros del rey y el poderoso rey Regis.

Cuando llegaba a cruzarse con ellos, no podía evitar dar una ligera mirada hacia la mujer que iba al lado del rey.

Postura recta, mirada al frente, dando cortos pasos, las manos juntas a la altura de su vientre, derrochaba elegancia por donde la mirase mientras uno de sus usuales vestidos largos y negros ondeaba por donde ella pasara, dejando el danzar de la tela detrás de ella.

A sus ojos, era una mujer admirable en todo el sentido de la palabra.

Pero un día, de esos en los que se la llegaba a encontrar, por pura suerte, sin ninguna compañía, sin Gladiolus cerca, el rey o su usual escolta.

Quería hablarle, de verdad quería hacerlo, pero antes de poder acercarse mucho escuchó algo de alboroto detrás de ellos.

-¡Príncipe! ¡por favor coma sus verduras! -al menos 2 sirvientas trataban de alcanzar al niño de 3 años, el cual corría como si su vida dependiera de ello con su osito colgado en una mano.

Osito que lanzó con todas sus fuerzas a un lado del rostro de la mujer que admiraba, en menos de un segundo después, el menor ya estaba colisionando contra la usual máscara que ella portaba.

Vio en cámara lenta como ella caía, el impacto fue tan fuerte que hasta la hizo rodar y darse un golpe en la nuca tan fuerte que dejó un agujero en la pared.

-¡Dama (...)! -más de uno gritó horrorizado, pero ella solo levantó la mano mientras que con su brazo acomodaba al niño que reía mientras la abrazaba con fuerza.

-Estoy bien -incluso su voz irradiaba seguridad, se lo transmitió a todos los presentes, él incluso juraba que se veía como una santa- no se preocupen por mí, sigan con sus asuntos.

Siguieron sus órdenes, pero él aun quería hablar con ella, por eso dio media vuelta y regresó a donde la había visto por última vez.

Tremendo shock el que se llevó.

-¡Mi pequeño, adorable y hermoso Noct ya sabe como usar la cosa esa de la tele transportación! ¡ESTOY TAN ORGULLOSA! -sus máscara blanca estaba corrida hacia atrás, sus labios dejaban besos bastante sonoros por toda la cara del infante que reía como si eso fuera lo mejor del mundo- incluso lograste tirarme, ¡tan fuerte, mi pequeño y dulce Noct!

-Dama (...)...

-¡! -en cuanto se volvió a poner atención a su entorno se dio cuenta de que el hijo de Scientia estaba parado ahí, mirándola de tal manera que parecía estar viendo algo anormal.

-¿(...)? -el joven príncipe dio un jalón leve en su cabello, lo cual la trajo de vuelta a la realidad.

Realidad en donde tomó al niño en brazos antes de meterse corriendo al primer cuarto que encontró mientras decía, o más bien gritaba: ¡¿Quién es (...)?! ¡¿Quién eres tú?! ¡No tengo idea de quién estas hablando!

Luego de eso, no la volvió a ver de la misma manera, en más de un sentido, parecía que se había esfumado de la faz de Eos, no era quien para juzgarla, eso lo tenía claro, pero no le entraba por la cabeza la razón de sus desesperados actos.

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