Capítulo 7

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Trece años antes.

-No hablas mucho ¿verdad?

Juliana deseó tener lentes de sol para esconder sus ojos cuando Valentina Carvajal se sentó a su lado. El bikini negro revelaba mucho más de lo que ocultaba y la mirada de Juliana se desvió hacia los pechos de Valentina antes de que pudiera evitarlo.

-Soy Valentina, por cierto.

-Lo sé-dijo Juliana estúpidamente.

Valentina arqueó una ceja perfectamente peinada, esperando.

-Juliana. Juliana Valdés.

Valentina se acercó más, sus ojos manteniendo cautivos a los de Juliana -Lo sé- susurró.

Juliana le costaba respirar mientras el objeto de sus fantasías adolescentes se encontraba sentada tan cerca de ella. Y si Juliana no hubiese tenido todos sus sentidos en ella, juraría que Valentina estaba coqueteando. Por supuesto, ¿por qué Valentina Carvajal coquetearía con ella?

-Así es que, no hablas mucho ¿verdad? -dijo Valentina nuevamente.

-No- Juliana sonrió y trató de relajarse. Los otros estaban chapoteando en la piscina, sin prestarles ninguna atención y allí estaban, sentadas una al lado de la otra en las tumbonas, sus piernas desnudas extendidas, tomando el sol.

Ella arriesgó otra mirada hacia Valentina, encontrando que aún la miraba. Su corazón llegó a su garganta y apartó la mirada rápidamente.

- ¿Juliana?

Juliana se volvió lentamente, decidiendo en ese mismo momento que le encantaba la forma en que Valentina decía su nombre.

-Sabes que Sergio piensa que eres sexy ¿no?

Juliana puso los ojos en blanco -Si sólo tuviera un cerebro.

Valentina se rió en voz alta, y luego se tapó la boca mientras los otros miraban hacia ellas.

-No sólo no tiene un cerebro, es un idiota.

Miró al chico en cuestión y Juliana siguió su mirada. Claro, Sergio era lindo y estaba programado para ser el titular como mariscal de campo en el equipo de fútbol el próximo año, la mayoría de las chicas darían su brazo derecho para salir con él. Pero era grosero, presuntuoso y tan lleno de sí mismo, que incluso si Juliana no estuviese totalmente enamorada de Valentina, aun así, no tendría ningún interés en Sergio.

- ¿Es por eso por lo que me invitaron? -preguntó ella, la comprensión llegando a ella.

- ¿Jennifer no te lo dijo?

-No- Ella se encogió de hombros -Me pareció extraño que ella me invitara.

- ¿Por qué has venido? - preguntó Valentina.

Juliana sintió que el rubor cubría su rostro y retorció nerviosamente el borde de la toalla entre sus dedos. Ella se encogió de hombros - Pensé...bueno, pensé que sería genial pasar el rato con ustedes- casi saltó cuando sintió el toque de una mano cálida en su brazo.

-Genial, me alegro de que hayas venido.

Juliana se quedó mirando la mano que le tocaba. Su piel se sentía como si estuviera ardiendo. Finalmente, Valentina la soltó y Juliana elevó sus ojos encontrándose con unos azules que contenían un toque de desafío en ellos.

-Y no te lo tomes a mal, pero no creo que encajes con este grupo.

Juliana desvió sus ojos, centrándose en el grupo chapoteando en la piscina. No, en realidad no creía que encajaba con la gente popular, no lo suficiente como para pasar el rato con ellos. Fue simplemente agradable ser invitada, aunque fuese una vez.

-Te dije que no debes tomarlo mal- Valentina cogió el bronceador y vertió un poco en su palma - Son poco profundos y no tienen metas - dijo -No me pareces de esa manera.

-Gracias- Juliana estaba hipnotizada mientras miraba como Valentina propagaba la loción en sus piernas.

-La secundaria va a terminar en un par de semanas. ¿Tiene planes para el verano?

-Sólo el campamento de baloncesto-dijo- Voy todos los años.

- ¿Dónde?

-San Antonio.

- ¿Es por eso por lo que eres tan buena? ¿Debido a que vas al campamento?

Juliana se sonrojó de nuevo -He estado jugando desde que era una niña. Mi papá ama el baloncesto.

Valentina rió dándose cuenta de su rubor -Así que eres tímida y no hablas mucho. Sin embargo...

- ¿Sin embargo?

-Sin embargo, a veces te sorprendo mirando...

-Vamos, chicas. ¡Es hora de mojarse! - dijo Sergio mientras tomaba su brazo y el de Valentina.

Valentina logró apartarse de él -Acabo de ponerme loción, pero toma a Juliana- dijo ella sonriendo mientras hacía señas para que se alejaran.

Juliana debía tener una mirada de pánico en su cara cuando miró hacia Valentina. La otra chica le dirigió una sonrisa tranquilizadora y asintió con la cabeza, sin dejarle a Juliana más remedio que seguir a Sergio a la piscina. Fingió disfrutar de las bromas de los demás mientras ella entraba en el agua con ellos, pero era consciente de los ojos azules que la observaban, ojos que no se apartaban cuando por casualidad mirada en dirección a Valentina.

Ella estaba totalmente confundida, una cosa era saber que tenía un enorme enamoramiento con la chica, pero era un enamoramiento que abordaba desde lejos, no tenía que enfrentarse a ella. Ahora, debido a que había aceptado la invitación a la estúpida fiesta de la piscina, había tenido que hablar con Valentina cara a cara. No sólo eso, Valentina le había tocado y no sólo eso, sino que juraría que Valentina estaba coqueteando con ella. Lo que significaba una sola cosa: Valentina sabía de su enamoramiento.

Así es que ¿estaba jugando con ella? ¿Tomándole el pelo? Juliana se aferró a un lado de la piscina, sus ojos se deslizaron por el patio de concreto hacia las tumbonas, descubriendo a Valentina mirándola de nuevo. Sus ojos se encontraron, la intensidad era tan fuerte que Juliana casi pierde su agarre en el lado de la piscina. No, esa mirada no era broma y eso la confundía aún más.

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