Capítulo 13

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Trece años antes.

- ¿Estás disfrutando, Juliana?

-Oh, sí señora. Ha sido maravilloso, gracias por permitirme pasar todo este tiempo con ustedes-Valentina sonrió mientras escuchaba a escondidas a su madre y Juliana. Abrió el grifo ahogando la conversación mientras terminaba de cepillarse los dientes. Cuando terminó Juliana estaba apoyada en la puerta, esperando. Sus ojos se encontraron, tímidamente al principio, ya que ambas miraron hacia otro lado entonces Valentina se atrevió a sostenerle la mirada, viendo sólo una pizca de nerviosismo en los ojos de Juliana. Ella asumió que Juliana vio lo mismo en la suya, no habían hablado de lo que había sucedido la noche anterior.

No habían tenido un minuto a solas todo el día. Incluso en el cine, su hermano Guillermo quería sentarse junto a Juliana, por lo que, se separaron.Aun así, todo era diferente entre ellas, lo notaba cada vez que sus ojos se encontraban, cada vez que se tocaban, por insignificante que fuera había electricidad, una chispa. Ahora sus hermanos y sus dos amigos estaban en la cama, sus padres se preparaban para dormir y ella y Juliana estarían a la cama...a solas.

-Es todo tuyo- dijo finalmente, haciendo un gesto hacia el lavamanos.

-Gracias.

-Yo...yo sólo voy a ir a....a la cama- dijo dando un paso fuera de su camino.

-Estaré allí en un segundo.

Valentina dejó escapar el aliento tan pronto Juliana cerró la puerta. Estaba casi avergonzada por su nerviosismo. ¿Qué pensaba que sucedería? No había excusas de las quemaduras por el sol esta vez, por lo que no habría una repetición de la noche anterior.

- ¿Valentina?

Se dio la vuelta, descubriendo que su madre estaba mirándola -¿Sí?

- ¿Estás bien?

Ella sintió que su rostro se ponía rojo y se quedó en la penumbra de la sala, esperando que su madre no pudiera verlo -Estoy bien ¿Por qué?

- Hoy has estado un poco silenciosa, eso es todo.

-Oh, no. Hoy fue divertido-ella sonrió -La he pasado muy bien este año.

- ¿Estás feliz de haber invitado a Juliana? - preguntó en voz baja.

-Sí, sobre todo, porque ella nunca ha estado aquí anteriormente.

-Bueno, ella es muy agradable. Madura para su edad.

Valentina asintió -Sí. Muy diferente a Pamela, ¿eh?

Su madre se echó a reír -Muy- se dio la vuelta -Buenas noches, cariño. Descansa un poco, mañana será el último día completo en la playa- le recordó.

-Está bien, buenas noches.

Finalmente escapó hacia su habitación, quitándose con rapidez sus pantalones cortos y colocándose su camisa de dormir. Sólo había levantado las mantas cuando Juliana entró. Se detuvo en la puerta, dudando por un segundo, antes de entrar y cerrarla. Valentina sabía que tenían que hablar de lo que había pasado, pero ¿qué le diría? ¿Lamento haber perdido la cabeza y haberte manoseado? ¿Lamento haber perdido realmente la cabeza y querer besarte?

Pero no dijo nada, mirando como Juliana golpeaba el interruptor de la luz, dejando a la habitación en la oscuridad. Debió haber volteado hacia otro lado, no debería haber visto, pero sus ojos se desviaron cuando Juliana se quitó la ropa y se colocó su camisa para dormir, ocultando sus pequeños pechos de la mirada de Valentina.

Se mordió el labio inferior, tratando de mantener su respiración lo más normal posible, y aunque Juliana ni siquiera estaba en la cama, ya sentía esa fuerza que le hacía aletear el corazón, que hacía que su estómago diera volteretas, que creaba hormigueos en su piel.

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