Capítulo 12

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En la actualidad.

-El hecho de que tuvieses una novia cuando estabas en la secundaria no es tan impactante para mí como saber que eras porrista- Fer bromeó -Eso está mal. Las lesbianas no deberían ser porristas.

Valentina miró a Ivana notando que estaba disfrutando de las bromas de Fer tanto como Fer lo disfrutaba - ¿Tienes que contarle todo?

-Por supuesto. Has sido nuestra fuente de entretenimiento las últimas dos semanas. ¿Por qué crees que te invitamos a cenar?

Valentina robó una aceituna de la bandeja de aperitivos, tratando de no tomar como algo personal que Ivana y Fer la usaran como entretenimiento. Y realmente, quién podría culparlas, especialmente esta semana, cuando había estado casi en estado de pánico después de la llamada telefónica.

La llamada telefónica de Pamela diciendo "No vas a creer quién hizo su confirmación de asistencia" Pero por supuesto que lo creía. Había estado esperando, temiendo, no sabía cómo lo sabía, pero habría apostado dinero que este año, Juliana Valdés asistiría a su reunión de secundaria. Podía sentirlo en sus entrañas, podía sentirlo en el corazón.

Que vergonzoso sería el tener que enfrentarse a ella, ver a Juliana, sin duda con una hermosa pareja colgando de su brazo, y aquí Valentina estaría por siempre soltera. Soltera y marcada debido a Juliana. Se recordó a sí misma, soltera porque no podía recuperar la magia y la pasión que habían tenido. Y marcada porque Juliana Valdés había destrozado su corazón en pedacitos, dándole una jodida excusa sobre ellas necesitando espacio, necesitando ver a otras personas, necesitando salir. Oh, sí, Juliana salió muy bien. Ella salió y entro de diferentes camas, eso pasó.

- ¿Por qué frunces el ceño?

Valentina devolvió sus pensamientos al presente, odiando que cada hora del día lo dedicara a Juliana Valdés, una mujer que juró odiaría hasta su último aliento. Agitó su mano con desdén -Pensando en la ruptura- dijo.

- ¿La que pasó hace casi diez años? - preguntó Fer.

-Mira, sé que es difícil de entender, pero estaba tan enamorada de ella, pensaba que todo era perfecto. Realmente éramos almas gemelas o al menos esa era mi percepción en ese momento. Así es que...que ella rompiera conmigo, faltando dos meses para iniciar nuestra carrera universitaria...bueno...estaba devastada.

-Cuéntale la historia- Ivana dijo mientras se dirigía hacia el interior -Es hora de poner las hamburguesas.

- ¿Quieres otra cerveza? - preguntó Fer, mirando la botella vacía a la que Valentina estaba dando vueltas sin rumbo en la mesa.

-Sí, por favor- ¿Contarle la historia? ¿Qué parte de la historia? ¿La ruptura? ¿Cuándo se enamoró? O la parte en que, ahora, luego de diez años, todavía podía recordar cómo se sentía ser amada por Juliana Valdés.

-Todavía no puedo entender en mi cabeza como tú fuiste una porrista- Fer dijo mientras le daba otra cerveza.

Valentina rió -Renuncié en mi tercer año, nunca fue una de mis pasiones, sólo de mi madre.

- ¿Eso fue porque encontraste una nueva pasión?

-Se podría decir eso- ella se echó hacia atrás en la silla, mirando por encima de su patio trasero -Es gracioso, la verdad, Juliana sabía que era gay. Dijo que lo había sabido incluso antes de la secundaria. ¿A mí? nunca se me pasó por la mente. Sólo sabía que ninguno de los chicos de Calloway me interesaba, pero no me pregunté por qué- hizo una pausa -No conocía a Juliana hasta que fuimos estudiantes del primer año. La descubría mirándome a veces. No éramos muy amigas, casi no hablábamos, pero sabía que estaba allí, había algo en la forma en que me miraba. Me sentía atraída por ella.

- ¿Finalmente consiguió llevarte a un rincón oscuro y darte el beso que te dejó sin sentido? - se inclinó hacia delante, apoyando los codos sobre la mesa -Lo creas o no, yo hice el primer movimiento.

-Pensé que no sabías que eras gay.

-No lo sabía, la invité en unas vacaciones familiares de verano antes del tercer año. Siempre íbamos a una casa en la playa, en la isla Mustang, durante una semana- sonrió recordando la excusa de que se desnudan por primera vez -Una noche, las dos estábamos quemadas por el sol, nos quitamos nuestras camisas y nos pusimos loción una a la otra. No tenía ni idea de que sus manos sobre mí se sentirían tan bien- tragó saliva recordando las manos de Juliana cuando le tocaron por primera vez -Yo...yo hice que fuese algo más, me di cuenta de que estaba excitada. Las dos lo estábamos. Yo...yo la animé para que tocara mi pecho, ella lo hizo. Dios mío, pensé que me iba a desmayar- sonrió -Quería besarla en ese instante, pero ella se apartó. En ese momento, pensé que era lo mejor que debíamos hacer, en el estado en que estábamos, habría ido mucho más allá de un beso.

- ¿No te asustaste?

-No, estaba un poco avergonzada a la mañana siguiente. Ella lo estaba también pero no hablamos de eso y realmente no teníamos mucho tiempo para estar solas. Mis padres nos llevaron a un centro comercial, luego a almorzar y luego a ver una película, así que realmente no tuvimos la oportunidad de hablar de ello- miró a Fer sonriendo-Pero esa noche...¡oh, Dios!

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